#despedida

LIVE

El tú que vive en mí ya es una versión antigua, alguien que ya no existe, pues sé que para este punto muchas cosas habrán cambiado en ti, así como en mí.

En parte me duele, porque quisiera conocer a la nueva persona que eres. ¿Qué te gusta? ¿Aún te da miedo lo mismo? ¿Amas de la misma manera en que antes lo hacías?

Una parte de mi alma se muere por conocerte de nuevo, pero sé que solo me queda vivir con tu recuerdo. Me queda saber que en nuestras existencias siempre estará ese corto espacio de tiempo donde nuestras almas bailaron juntas y se entendieron sin palabras entre las mismas estrellas que cubrían nuestros cielos.

Ya no somos ellos…pero qué bonito fue ser ese nosotros que vive deambulando entre tantos recuerdos.

Decirle adiós a su aroma quizás fue la cuestión más complicada, pues las imágenes son efímeras y a veces fugaces, ¿pero un olor? El olor correcto puede traspasar cualquier barrera e instaurarse en tu cuerpo y tu memoria por siempre. Tantos que matarían por el aroma correcto, y cuántos en definitiva lo han hecho. Seguramente eso fue lo que primero me enganchó a ti.

Tu tacto sería lo segundo, esas manos inquietas que nunca podían quedarse en reposo, igual que las mías. Claro, las tuyas creando una manta invisible sobre mi cuerpo, mientras que las mías solo servían para autodestruirse y mostrar el pánico de mi alma personificado.

Si tuviera que elegir, siempre volvería a ese martes en el que la escuela pasó a un segundo plano y como un par de vándalos, nos fuimos de la primera clase, Biología, para quizás ver de otra manera la lección nueva de anatomía, fusionados en un enredo de cabello y olores en la parte trasera del viejo carro de tu padre. Ese día no solo nos vimos por primera vez como éramos, sin tapujos ni extravagancias, sino que descubrimos el universo tan extenso que vivía en la mente de cada uno.

Eras como una pintura expresionista, con demasiados trazos de diferentes colores que parecían sacados de otro mundo, pero que realmente eran cómo tú ves la realidad, siempre tan fantástica. Como alguna vez leí en un viejo libro de poesía de mi madre: “​la angustia existencial no es más que el principal motor de la verdadera estética​”. Eso eras, convertías dolor en alegría. Cogíste las heridas de mis brazos y de ellas lograste hacer crecer todo un campo de girasoles y margaritas.

Cumpliste todos y cada uno de los requisitos que mi mente pedía para finalmente bajar ese muro que existía desde que tenía memoria. El miedo se volvió un propulsor más, y gracias a tí, aprendí a ver al temor como el mejor de los combustibles, pues al vencerlo se pueden crear miles de nuevas posibilidades y llegar a lugares que antes parecían imposibles.

Eras todo y más, y fue por eso que una noche te pregunté por qué me habías elegido, y sin más, tuve la respuesta. No me habías elegido, yo te había elegido a ti. Más bien, te había creado como un simple pasatiempo hasta que ya eras tan indispensable que me acompañabas a todas partes. Eras la suma de todos los recortes de revistas que había hecho en mi adolescencia. Eras el pelo desordenado de manera perfecta, una nariz respingada y pecas por toda tu cara. Eras un cuerpo menudo pero a la vez alargado. Eras las formas extrañas en que se movían tus brazos. Pero más importante, eras tus pensamientos, que siempre hacían lo que yo quería que hicieran.

Había creado una especie de experimento de transplante de partes, donde tu eras el reluciente resultado final, todo un muñeco coleccionable para cualquiera con mis deseos y problemas, vacíos.

Eras todo y eras nada, porque no eras real.


Eras todo y eras nada, porque un día en clase de dibujo te pinté con un fino carboncillo naranja, y desde ahí nunca te volviste a ir.

Eras todo y eras nada, y en cuanto lo supe inmediatamente entendí qué debía hacer.

Decirte adiós no fue fácil. No tenías que ser real para que mi mente me jugara una mala pasada, y lo hizo. Ya tenía todo un camino donde tu y yo pisabamos las marcas en la arena que yo ya había dibujado. La idea de ti me consumía día y noche, todo tenía relación a ti y eras el tema número uno sobre el que siempre quería hablar. Por eso fue difícil decirte adiós, porque eras todo lo que quería y tenía miedo de nunca llegar a obtener.

Eso eras: una bella pintura expresionista. Al final, yo no estaba equivocada del todo.

Al finalizar esa obra de tanto tiempo en el proceso, te colgué en la pared de mi cuarto y por primera vez te vi como lo que eras: mi imaginación. Ahora era tiempo de salir del límite de mi cabeza y seguir, seguir en búsqueda de ese alguien que rompiera ese hilo tan delgado que separa la realidad de la ficción, rompiendo los muros que construí por miedo a no vivir una historia perfecta.

Pero…qué más da, la perfección está sobrevalorada de todas maneras.

Y en verdad lo siento, pero esta vez no fue mi error, fue el tuyo.

-H.A

Sabes… quiero tantas cosas

Pero no quiero que me digas que me quieres porque no es así.

No quiero que me digas que lo sientes porque no tienes nada que sentir.

Cortar lazos con alguien con el cual has hablado tanto tiempo también puede romper corazones, pero así como los rompe crea nuevos comienzos, tal vez ya imaginaste que no soy buena para las despedidas aunque tampoco eh sido buena para los comienzos, espero algún día comprendas que te quiero y que por eso doy un paso al costado, sin embargo, como desearía que estuvieras aquí, pudieras entenderme y sobre todo… conocerme. Ya no tengo razones para quedarme y esas es una buena razón para irme. No te quiero decir Adiós porq no quiero terminar esto con tanta frialdad como lo es un “Adiós”.

-H.A

De alguna manera nos estamos despidiendo, en los mensajes no contestados, en la falta de interés por el otro y en los largos días de ausencia.

7lunares

No quiero que te vayas, quiero más tiempo contigo pero es inevitable está despedida.

7lunares

Y sí, sucedió: después de tantos años de idas y vueltas en nuestra historia, llegó el “adiós”, acompañado de un punto final, dando a entender que todo había terminado para siempre.

Adiós, y tú también cuídate mucho.

Euphoria.

Mes doce

Él:

He pasado horas tratando de encontrar las palabras adecuadas para comenzar a escribir. Es curioso cómo, aun lejana, todavía tienes influencia en mí. Me han embargado sentimientos encontrados —aunque familiares— después de leerte. Te he leído en la intimidad de mis secretos, saboreando cada palabra a oscuras, a la luz de una vela y en silencio, como se disfruta un placer prohibido o un crimen inconfesable. Muy pocas cosas me inspiran esa clandestinidad y tu respuesta ha sido una de ellas, sobre todo por la parte que me toca, pues, a veces, cuando uno sufre, piensa que nadie puede entender su dolor, hasta que la otra persona —que es la misma que causa ese pesar— rompe el silencio y descubrimos que en su historia somos equivalentes; es decir, le causamos el mismo o incluso más dolor del que nos causó.

Eso es algo que ya me temía pero que al leerte he podido confirmar. Y no me enorgullece, aunque tampoco me provoca ningún conflicto con mi conciencia. A los dos nos tocó una dosis de sufrimiento, una herida que se volvió cicatriz. Eso es algo que, a estas alturas, resulta ineludible. Después de una guerra siempre quedan secuelas, y los dos lo sabíamos. Lo que determina que ese dolor permanezca o se borre es cuántas veces volvemos a tocarnos la cicatriz. Me alegra que hayas encontrado a alguien que te haya ayudado con el proceso de curación, que te haya hecho olvidar las noches que pasaste rompiendo en llanto, maldiciendo a todo y a todos, pero sabrás también que yo no he corrido con la misma suerte, que todavía soy incapaz de pronunciar tu nombre sin que me tiemble el alma, que todavía eres una herida sin sanar, al menos del todo, y no, tampoco me enorgullezco de eso.

Hoy quiero serte sincero también. Y quiero decirte que te equivocas. Te equivocaste cuando dijiste que no entendía que no hayas podido estar con nadie porque terminaban perdiendo ambos al estar yo ahí, en forma de recuerdo; te equivocas porque lo hago, porque te entiendo, pues he pasado por algo similar. La diferencia es que yo a ellas no las comparo contigo, no me hace falta. Sólo paso de largo, porque doy por hecho que no van a hacerte justicia. Nunca.

Siempre he envidiado esa capacidad casi intrínseca que poseen algunos para visitar esos espacios de su memoria donde viven personas que alguna vez quisieron con el alma y pasar de todo ello con total indiferencia. Es como si el recuerdo no surtiera ningún efecto emocional; todo lo contrario a lo que pasa conmigo, cuando cada palabra tuya me devuelve a los primeros días del final, esos días llenos de incertidumbre en los que no dejé de preguntarme si acaso lo que acababa de hacer era o no lo correcto, qué sería de ti y de mí a partir de entonces, cómo íbamos a tratarnos, de qué manera dirigirnos la palabra, o si acaso era mejor clausurar este mutuo acuerdo de correspondencia y olvidarnos del todo, como si nunca hubiésemos existido para ambos, como si no nos hubiésemos cambiado la vida, aunque sea un poco.

Yo no puedo y perdóname por no pensar todavía de ese modo. He pasado tanto tiempo de mi vida a oscuras, alejado del mundo, hasta que llegaste a rescatarme de mi propia desidia, y es por eso que se me hace difícil olvidarte, admitir que tú, la única persona por la que hubiera dejado tanto negativismo, ahora estás con alguien que seguramente nunca podrá quererte en tantos aniversarios con la misma intensidad que yo fui capaz de quererte en un día, en unas horas, en unos minutos. Te he escrito tanto que, más que hacerte inmortal para el mundo del arte, te hice inmortal para mí, para sufrirte a solas, echarte de menos, buscando en mi aliento la calidez de tu boca, buscando en mis dedos el rastro de tu piel, que a estas alturas sospecho que ya ha olvidado mi tacto.

Te he inmortalizado tan hermosa y dolorosa, tan bella y cruel, como si fueses la personificación de los sueños de un poeta maldito, de un escritor herido de abandono y pérdida que cambiaría su alma por un bálsamo que acalle el infierno de su mente con tal de no tener que soportar aquella distancia que ahora nos separa más que nunca, porque no es una distancia de kilómetros solamente, sino de vidas. Nos separan las vidas que quise vivir contigo; nos separa la vida que ahora llevas sin mí. Pero quiero que sepas que no me arrepiento, porque en algún momento eso fue lo que más deseé hacer y ha sido la fuerza de las palabras lo único que me ha salvado de la desesperación y la tristeza que todas las noches me hablaban con tu voz de viajes y futuros. Gracias por la respuesta, pues he querido reconciliarme con este vacío que dejas porque ya no quiero estar en guerra con este miedo, con este fracaso que ya no tiene razón de ser, porque incluso las derrotas se vuelven livianas cuando aceptamos que quien las provoca ya nunca más volverá a nosotros. Deseaba redimir el dolor y con tu respuesta me estás ayudando también, como antaño. Eres ese breve aliciente que antes despertaba tormentas y que ahora protagoniza esta redención que me faltaba.

Gracias, Erika, por la paz que me entregas, pues sé que, aunque nunca voy a olvidarte, tampoco quiero hacerlo. Seguirás siendo el aura feliz y nostálgica con la que decore mis textos. Seguirás apareciendo en mis líneas, a veces explícita, otras veces escondida, fragmentada o entera, con el mismo rostro y otro cabello, con la misma mirada y otros ojos. Es una de las cualidades de ser musa: nunca te irás del todo, nunca serás olvidada ni por mí ni por quien me lee, aun si quien me lee te pone otro nombre o te dibuje con los recursos de su propia mente. Seguirás estando ahí cuando te llame o invoque las sensaciones que me regalaste, y yo continuaré encontrando tus formas en las siluetas que forman parte del decorado de esta habitación oscura en donde flotan mis recuerdos en forma de niebla y lluvia de imágenes mudas.

Dentro de todo, sé que algún día también seré feliz. No es una promesa sino la seguridad de un porvenir. Seré feliz porque de alguna manera me lo merezco, y encontraré a alguien que por fin logre disipar ese encanto tuyo que todavía me invade, y rompa esa cadena que me ata todavía a tu recuerdo, hasta proclamarse musa sempiterna, porque sé que nunca voy a dejar de escribir. Sé también que la voy a querer como siempre quise quererte y como nunca pude. La voy a querer incluso mil veces más, porque uno siempre valora a quien viene con intenciones de construir un futuro, de quedarse a afrontar riesgos, a ceder incluso parte de sí con tal de que los planes llevados a cabo funcionen como deberían. Mientras tanto, sigue siendo feliz, que algún día estaré en el mismo camino, y podré mirarte sin sentir que te estoy perdiendo de nuevo, una y tantas veces. Sólo entonces te convertirás en una herida que por fin habrá sanado.

Con cariño,

Dashten Geriott

A veces te das cuenta de que un adiós llega muy pronto y otras veces llega un hola que no esperabas de nuevo.

D. M.

Una vida sin ti; es una historia que está en el punto exacto de tener y perder porque de eso se trata este mundo, una constante bola de aprendizaje en las cuales nos tenemos que someter en ciertos momentos a dejar ir a nuestros seres queridos. ¿Cuántos de nosotros hemos perdido a personas que creíamos iban a estar para siempre y a que costo? ¿Cómo lo hemos superado o si acaso lo hemos hecho? Tantas preguntas que le hacemos al cielo , a la vida o a la muerte, al destino y de las cuáles no tenemos respuestas, al menos no tan rápido como las esperamos. ¿Aprendemos de nuestras perdidas o simplemente nos hacen más fuertes? Todo esas preguntas(y algunas respuestas que he cogido con el tiempo), cada una de esas sensaciones al perder a alguien amado las podran ver plasmadas en “Una vida sin ti.”

lifestylealej:

“No se como hacer para vivir una vida sin ti y aunque lo supiera no me gusta la idea de hacerlo.”

-Una vida sin ti. Part 2

lifestylealej:

Una vida sin ti.

¿Cómo hago para desaparecer tu recuerdo?  Realmente no sería justo para ti pero empiezo a creer que para mi si lo sería  porque todo el tiempo hablo con un fantasma el cual no me da ni señales en modo de una respuesta como para al menos lucir como una completa  rara que necesita alinear su esquizofrénia de vida, no me molestaría en lo absoluto, de vez en cuando creo que al menos las señales de mi novio muerto me harían  sentir menos muerta por dentro. Aún recuerdo los primeros días después de tu muerte, mamá me decía que con el tiempo aprendería a hacer una vida sin ti lo cual no sería fácil y que cabe acotar que en lo último no se equivocó;  si que no ha sido fácil el hecho de no tenerte sobre todo  en la mitad de las noches cuando inconscientemente mis manos buscan  tu cuerpo junto al mío y no encuentran más que un pedazo de cama vacía, o cuando quiero contarte lo mal que estuvo mi día al llegar a casa como solía hacerlo y lo único que consigo son tus fotos que de alguna manera me sirven de consuelo pero no lo suficiente porque ellas no besan mi frente y prometen que todo estará bien con esa voz tan cálida pero que al mismo era firme y segura como si pudiera ver el futuro. Realmente te estoy echando  de menos y no se si puedas escucharme pero si lo haces me encantaría que supieras que no se como hacer para vivir una vida sin ti y aunque lo supiera no me gusta la idea de hacerlo.

-Lifestylealej.

Part 2

lifestylealej:

¿Alguna vez creyeron conocer en su totalidad a alguien y resultó que realmente no sabían nada de esa persona?

Muchas veces nos hacemos una idea errada de las personas que queremos y las idealizamos demás terminando asi en una profunda decepción o nos enamoramos y en nuestras mentes nos hacemos un cuento total de lo que creemos que va a ser nuestra relación y termina siendo todo lo contrario. Esa es la vida real y puedo decir con toda certeza que cada uno de nosotros ha pasado por algo similar; te han idealizado o has idealizado a alguien , o ambas, terminando así en una profunda crisis de decepción, tristeza y al mismo tiempo rabia.

El fin de crear “Carta a un desconocido al que llame "amor ” fue para dar a conocer las dos caras de la idealización errónea. Mientras uno de nosotros vive completamente enamorado de esa persona que creemos conocer por lo que suponemos de ella, la otra persona sólo se esfuerza por ser lo que el otro pretende que sea causando así un gran desastre y dejando dos corazones rotos los cuales deben aprender mucho sobre el amor para no seguir en aquel romanticismo con aquellos desconocidos que creemos conocer.

-Lifestylealej. ❣

Próximamente en mi cuenta tumblr @lifestylealej mi nuevo post de fragmentos de un corazón roto.

lifestylealej:

¿Alguna vez creyeron conocer en su totalidad a alguien y resultó que realmente no sabían nada de esa persona?

Muchas veces nos hacemos una idea errada de las personas que queremos y las idealizamos demás terminando asi en una profunda decepción o nos enamoramos y en nuestras mentes nos hacemos un cuento total de lo que creemos que va a ser nuestra relación y termina siendo todo lo contrario. Esa es la vida real y puedo decir con toda certeza que cada uno de nosotros ha pasado por algo similar; te han idealizado o has idealizado a alguien , o ambas, terminando así en una profunda crisis de decepción, tristeza y al mismo tiempo rabia.

El fin de crear “Carta a un desconocido al que llame "amor ” fue para dar a conocer las dos caras de la idealización errónea. Mientras uno de nosotros vive completamente enamorado de esa persona que creemos conocer por lo que suponemos de ella, la otra persona sólo se esfuerza por ser lo que el otro pretende que sea causando así un gran desastre y dejando dos corazones rotos los cuales deben aprender mucho sobre el amor para no seguir en aquel romanticismo con aquellos desconocidos que creemos conocer.

-Lifestylealej. ❣

Próximamente en mi cuenta tumblr @lifestylealej mi nuevo post de fragmentos de un corazón roto.

lifestylealej:

Caracas, 14 de febrero de 2021. 7:56 pm

Carta a un desconocido al que llame “Amor ”; te echo de menos.

No fuimos una relación de la cual me sienta orgullosa, no por ti por supuesto sino por mi, la cague de todas las maneras posibles y hasta imposibles pero al menos si puedo decir que aprendí tanto de ti y al mismo tiempo también descubrí muchas cosas sobre mí; supe que aún existe la bondad en la humanidad y eso fue gracias a ti, también la gratitud y esta vez es por mi, porque estoy altamente  agradecida por lo que me enseñaste mi querido desconocido. Por si  te lo has preguntado en algún momento, te extrañó,  hay noches en las que aún me pregunto que hubiese sido de nosotros si las cosas hubieran salido como tu lo planeabas pero que decir.., el hubiera no existe y un futuro juntos tampoco.  Ya me he enterado que ha llegado alguien a tu vida y aunque al principio admito que me sentí sumamente celosa hoy solo siento tranquilidad porque posiblemente ya encontraste a la persona con quien compartir tu felicidad y que en vez de tomarla toda y arrebatartela te sume un poco de ella cada día más…

Se tan feliz como nunca.

Mis mejores deseos por siempre.

Sam. Xoxo

Part 4.

lifestylealej:

Sabía que eso pasaría algún día…Ha pasado un tiempo desde el último correo al que decidí no contestar porque claramente todo se daba por finalizado ya que en él me confirmó que no sentía cariño por mí, lo que debió resultar de alguna manera tranquilizante pero realmente provocó un caos interno en mí ¿jodio mi ego o en verdad si le había querido? Noches enteras en la que ambas preguntas las debatía constantemente y pese a que tenía las respuestas igual no me calmaban porque lo seguía extrañando sin poder decirle a nadie, no podía hablar con mis amigas porque era obvia la respuesta que me iban a dar; yo acabe con todo, corte sus alas y dañe su corazón. ¿Qué esperaba? Él claramente no me iba a esperar toda una vida, y yo tampoco tenía porque esperar eso de su parte. Sin embargo ahora lo extraño, extraño su sonrisa, su aroma, su humor negro y hasta lo que odiaba de él…

- Carta a un desconocido al que llame amor; te echo de menos.

Pt 3.

Ahora eres feliz con alguien más y yo tengo que ser feliz con ello ¿La razón? Te deje ir y ahora asumo las multiples consecuencias.

-Carta a un desconocido al que llame amor; te echo de menos.

- Carta a un desconocido al que llame “amor ”; te echo de menos.

lifestylealej:

Ha pasado un año de tu partida y aún me pregunto si podré ser la misma de antes; aquella que no utilizaba tu recuerdo como un analgésico para el profundo dolor que dejaste. Esa que sonreía por cualquier motivo y que no dejaba que nadie apagará ese brillo que a veces resultaba escandaloso para los que la rodeaban, con la ironía de que ahora muchos lo extrañan. ¿Alguna vez ella volverá?- Una vaga pregunta que paso a formar parte de mis días- pero que al no recibir respuesta del tan codiciado universo como decían los gurús que veía por la tv y que ni siquiera yo podía responderme entendí que probablemente no lo haría porque al irte te la llevaste contigo, ambos desaparecieron dejando un enorme vacío y tantas preguntas sin responder, me dejaron viviendo de los recuerdos y de un encantador ayer que fue pero siento que ni por casualidad debió ser..

15/12/2019

-Lifestylealej

loading