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Te voy a escribir todo lo que mi boca no puede pronunciar cuando te ve, es lo único que puedo hacer para alivianar mi dolor y al mismo tiempo hacértelo saber todo.

Como tú te amas es como enseñas a los demás a amarte; hoy contigo tengo eso más que claro. Quiero tratar de comprender y asimilar lo que está pasando, trato de mirar atrás y encontrar el momento clave en que lo que pasó se veía venir, pero por más que busco, no lo veo. Que terrible estar tan cegada por el amor que ni siquiera pude notar las advertencias.

Tú estuviste ahí cuando antes pasé por algo así, cuando me engañaron y lastimaron antes, diciéndome que él no me merecía y no sabía lo que tenía a su lado, que si tú estuvieras en su lugar me aprovecharías y las cosas serían diferentes, sin embargo, henos aquí. Es entonces donde me di cuenta del poco amor que me he dado a mí misma como para permitir que me hicieran algo así dos veces y que aún así dentro de mi corazón yo estuviera dispuesta a dejarlas pasar. La única diferencia entre la primera vez que me pasó y esta, es que en ti sí confiaba ciegamente, de ti no dudaba lo más mínimo, contigo sentía mucha seguridad respecto a nuestros sentimientos, de ti jamás veía venir algo tan fuerte como esto porque no te creía capaz de lastimar a una persona así; decías que él era un idiota, pero de alguna forma encontraste la manera de quitarle el puesto.

Hiciste realidad todos mis más grandes miedos, mis peores pesadillas, de verdad que lo creía tan imposible a tal punto en que mis amigos bromeaban conmigo sobre la posibilidad de que hicieras algo así, a ese nivel de incapaz te creían todos, pero más importante, a ese nivel confiaba yo en ti. Duele muchísimo, duele tanto recordar las veces en que yo me mortificaba por la manera en que tú y ella se relacionaban, porque era tu ex, porque parecía conocerte como su libro favorito, porque siempre sentía que a pesar de todo lo que tú pudieras dejarme entrar en tu vida, nunca sentía que llegaba siquiera a rozarle los talones. Duele muchísimo más que tú desde el día uno me aseguraste que no tendría nada por lo cual preocuparme si se trataba de ella, que era tu pasado, que donde hubo fuego no necesariamente quedan cenizas, que yo tenía un puesto más importante en tu vida de lo que ella alguna vez llegó a tener, que ya no te causaba absolutamente nada el verla, tanto física como emocionalmente y yo te creí, cada una de las palabras que decías y casi comencé a pensarlo de verdad, ilusa yo.

Pensaba que era una estupidez compararme tanto con ella porque siempre tenía presente en mi mente tus palabras, confiaba tanto en ti que siempre que mi cabeza comenzaba a llenarse de pensamientos terribles respecto a ustedes, de repente tu voz sonaba ahí dentro y entonces volvía a ser yo de nuevo. Después de saber esto, abriste la puerta que yo tanto luché por cerrar en donde pienso que yo nunca seré más que ella y nunca lo fui, nunca lo he sido. Yo te lo dije, por algo es que siempre vuelves a ella, y sea la razón que sea, solo refleja lo insuficiente que soy para ti como para que tengas que llamarla a ella cuando estés solo. Nunca voy a ser el primer lugar al que quieras recurrir, nunca voy a conocerte a ti o a tu familia o a tu pasado o a tu cabeza de la forma en que ella lo hace y lo presume, nunca voy a ser ella y nunca voy a ser lo que quieres, porque cuando encuentras lo que quieres no mendigas amor en otros lados.

En ti yo encontré lo que quería y acepté el hecho de que tu relación con ella fuera de la forma en la que es, porque tenía la certeza de que tu me amabas a mí y que eso podría con todo y sería suficiente, y de nuevo, ilusa yo. Sabía que estar contigo implicaba muchísimas condiciones, muchísimos sacrificios y muchísima fuerza, hubo gente que me lo dijo, que si ellos estuvieran en mi lugar no podrían soportar tanto y que era de admirarse el control sobre mí misma con todo esto, y yo te presumía y nos presumía tanto y ahora me siento tan tonta, tan usada y tan vacía y, ¿sabes cuál es la peor parte de todo? No te odio ni un poquito.

Me enamoré tan profundamente que de verdad sólo quiero hacer de cuenta que nunca escuché nada y vivir en mi burbuja perfecta donde tú me quieres como yo a ti. Quiero despertar mañana con tu mensaje de hola amor, y ver tu carita cuando sonríes, quiero sentarme a tu lado mientras manejas y que tomes mi mano, quiero besarte otra vez porque no sabía esa última vez que probablemente no lo volvería a hacer, quiero olvidar que duele y que eres tú quien lo causa, quiero fingir que esto no está pasando y que sólo es una broma extremadamente ridícula, quiero muchísimas cosas que no puedo tener en este momento.

Ya no quiero justificarte cada vez que me lastimas, porque para ti es mucho más fácil pedir perdón que evitar hacer cosas por las cuales tener que pedir disculpas, ya no mereces ni una sola oportunidad de intentar hacer las cosas bien esta vez, no mereces nada de todo lo que yo estoy dispuesta a darte y estoy luchando con esa parte coherente de mí que me pide a gritos que me quiera por todas esas veces que la gente no lo hizo. Pero también quiero que luches por mí, quiero que hagas algo al respecto porque de verdad quiero y necesito tenerte en mi vida y qué tóxico suena después de todo esto, pero no puedo y me niego a aceptar la realidad porque te quiero conmigo, te amo y sin ti yo no sé, yo no soy.

Por favor, si de verdad me amas no te quedes de brazos cruzados y haz algo, lo que sea, pero no te atrevas a dejarme ir, no te atrevas, no es justo para mí que no luches por recuperar la confianza que perdiste, no es justo que me dejes llorar a solas, no es justo que por tus errores yo tenga que perder a la persona más importante en mi vida. Quiero y necesito ver que luchas por mí y por nosotros, porque me estás perdiendo.

Te quiero de vuelta, quiero a la versión tuya que me recordaba cuando podía lo mucho que me amaba y con la que veía tantas cosas por hacer juntos, no me hagas perder eso. Mis ganas de estar contigo no son sinónimo de que te voy a perdonar como si sólo hubieras roto un vaso, hay un poquito de esperanza dentro de mí aún y se que soy la pendeja más grande por decir que existe la más mínima posibilidad de que si tu me demuestras hacer las cosas bien yo pueda ir sobre la marcha y no me importa verme pendeja porque yo sí lucho por lo que amo y a quienes amo, quiero y necesito que en estos momentos tú seas eso mismo, esa es mi condición para estar en paz conmigo misma y al mismo tiempo no perder lo que hace 7 meses empezó. No te atrevas a acobardarte porque va a ser el peor momento para hacerlo, estoy dejando mi última gotita de fe aquí, no me hagas pedirla de regreso. De verdad no te atrevas a dejar ir esto, porque más que pensar que va a sanar una herida si lo dejas así, vas a abrir un millón más de ellas.

Soy tuya aunque no lo merezcas