Abro mis ojos a la vida, a la luz, los árboles… Mar y montaña, ríos, lagos… todo viene a mi, se expande en mi pensamiento, me inunda.
Cuando estoy en la naturaleza, se me olvida la parte oscura de la vida, por eso siempre soy feliz.
Mi ser se mece en la palabra y dejo que crezca su poder sobre mí.
Se quien soy, me conozco, pero debo aprender aun muchas cosas sobre mi misma.
Vive en mi un pequeño pájaro blanco de vuelo inquieto.
Adelina