#ave fénix
Puedes descomponerme cuantas veces quieras, más yo siempre volveré íntegra, fortalecida, ave renacida de entre las cenizas.
Puedes tirar de mí, forjarme a salir, consumirme como un insecto hasta la raíz de mi cuerpo, más mi espíritu será tu inalcanzable, verdad que sólo puede ser contemplada a la luz de otra verdad.
¿Cuántas veces necesitarás remendar tus vacíos ahogándome en los míos, regocijándote de que existan? Puedo ser yo la presa de tus humillaciones constantes, blanco fácil de tus injurias, más jamás seré tu víctima, ¿una víctima sentiría pena por alguien más que por ella misma?, ¿una víctima miraría desafiante a los ojos que la desintegran sin parpadear un instante?
Que grites, que golpees la mesa y me estampes con palabras contra tus paredes ficticias, ¿en perseguirme, inmundo, qué interesas? En el fondo sé muy bien que yo soy todo lo que jamás podrás ser, ¿acaso no te empeñas por eso en hacerme desaparecer?
A nadie le importa lo que vos me hagas, ni las veces en las que yo deba volverme ave, al fin y al cabo, acostumbrada estoy a convertirme en fénix. Más para el resto la culpa no es de quien apunta con la honda a matar, sino de quien se queda a contemplar su propia muerte, una y otra vez, inexorablemente.