#citas en espaol
Me gustas como para hacer de todo
Cada vez que siento esta presión en el pecho que no me deja respirar me dan ganas de mandar todo a la mierda.
Sé que algún día te vas a acordar de mí,
porque siempre di lo mejor para ti,
porque no me importaba estar hecho trizas si tú estabas bien,
pero al final nada valió la pena,
aún así,
sé que dejé algo que será irremplazable,
“una compañía sincera”
y te darás cuenta cuando
todo el mundo te falle
y yo ya no esté ahí para consolarte.
-Jairo Guerrero
Y ojalá…
Seguir adelante…
Es tan peligrosa.
Ciegos…
Solo tú me encuentras…
Arriésgate a vivirlo,
sí, puedes perder,
puedes terminar con muchas heridas en el alma,
pero lo vivido nadie te lo quita,
aprendiste,
y está bien,
solo queda aprender de esos errores
para seguir adelante,
con más temor que nunca,
pero sin dar marcha atrás,
quizás y la próxima vez,
te topes con el amor de tu vida,
detrás de todos esos miedos.
-Jairo Guerrero
Por fin lo entendí…
Admiras el brillo en sus ojos,
pero créeme que no fue causado por buenos momentos,
ella ha pasado por varios desastres que la han dejado en ocasiones sin ganas de seguir con la vida,
no tienes idea de todo el peso y las decepciones que esconde detrás de sus pupilas,
así que la próxima vez que sus ojitos brillen con tanta intensidad,
no le digas nada,
solo dale un abrazo…
Porque tal vez no lo diga,
pero su alma lo necesita.
-Jairo Guerrero
No pueden regresar…
Y es que cariño, te juro que sí te quiero, que podría estar contigo en todo momento, siempre que me necesites, que podría pasar la noche en vela a tu lado, viendo Netflix o haciendo el amor, y por la mañana tomar el café juntos…
Yo podría hacerlo todo, excepto perderme por intentar salvarte, porque quiero que sepas que me amo más a mí y no puedo morir tratando de rescatarte del lugar de donde no quieres salir.
Lo siento. ✍
-Jairo Guerrero
Se asustó de lo mejor de su vida…
Puedes quererte solita.
Te quise lo suficiente…
Me gusta pensar…
Hay personas…
Cada vez duele menos.
Ella era de esas chicas,
que cuando la hacían tocar fondo
lloraba un poco y después se levantaba,
se limpiaba el rimel de los ojos
y ocultaba las ojeras con polvo,
no se quedaba estancada,
porque aún con las alas rotas,
se a®maba de amor propio
y valentía,
sola se iba caminando,
con el temor a volver a fracasar,
pero no se rindió… hasta lograrlo superar.
-Jairo Guerrero