#cosas que pienso

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Oh, miren. Un sitio en el que puedo conocer a más personas en línea y fingir que soy cool:

*Cinco minutos después*

Estoy triste por dentroy sobreviviendo por fuera

En un mundo nublado, eres mi único sol

Que maravilla es el contacto físico, ese que no solo se basa en lo sexual, algunas vez ¿ les han rozado la piel y han sentido una vibra eléctrica? ESE CONTACTO FÍSICO es lo que mantiene mi ser

Desde la última vez que hablamos no he vuelto a decir tú nombre, es nefasto pensar que alguien más lo diga, sin el amor que yo sentía al decirlo.

Todos venimos a este mundo para hacer algo, pero sinceramente, no estoy haciendo nada.

Maneras de dejarse en libertad

Hoy me levanté, y todo se sintió distinto de repente. Hacía mucho que te habías marchado de mi vida. Ya nada olía a ti, y solo había dolor relacionado con tu nombre anclado a mi pecho. No estabas aquí, no me aportas nada, e incluso cuando estabas dejaste de aportarme cosas desde hace mucho.

Me levanté, y agarré mi móvil. Busqué tu contacto entre mis mensajes. Y ahí estaba. Estaban nuestros mensajes, nuestro historial de llamadas, nuestras canciones, nuestras fotos, nuestras promesas de siempre estar ahí gracias al insomnio y ese último “te odio, como nunca me vi capaz de odiar a nadie”. Primero borré nuestras conversaciones. Adiós a todo. Lo hice, y no dolió, me sentí liberada.

Tras borrar nuestras conversaciones, fui a mi galería y borré cada una de las fotos que tenía de ti. Borré tus fotos riendo, borré tus fotos mirando mi pantalla antes de dormir y cuando ya casi te habías quedado bajo los brazos de Morfeo. Ya no existían nuestras conversaciones más allá de lo que yo pudiera escribir respecto a ellas.

Ya no quedaban videos, fotos, mensajes, audios. No quedaba nada. A continuación, busqué tu número de teléfono entre mis contactos, y no tardó más de medio minuto en salir tu nombre con tu imagen de contacto al lado. La miré por última vez y sin que me temblara la mano un instante, te eliminé de entre mis contactos.

No queda nada de tus mensajes, tus videos, tus escritos, tus fotos o tu número de teléfono. Mis sentimientos por ti desaparecieron en septiembre, porque te ganaste que desaparecieran, te fuiste de mi rutina otra vez en octubre y en diciembre me desintoxiqué de ti completamente.

Lo que me queda por borrar, una vez esté publicada esta secuencia de sucesos creados para el olvido, será borrar nuestro refugio, eso sí indicará el final de todo. Eso indicará que ya solo te convertiste en la primera persona que puedo decir que me rompió el corazón. Las cosas que pensé que me dolería borrar, al final resultó ser que no. Al final solo han sido un conjunto de píxeles que pudieron significar mucho o nada, sin puntos intermedios. Ya no estarán las piezas de puzzle ni los textos que te escribí bajo risas y luces apagadas.

Aquí terminó todo. Hoy estaba en la mesa con mi padre y me dijo que me veía más feliz desde que comencé en esta nuevo instituto, que ya veía que mi felicidad no dependía enteramente en mis amigos de América Latina y que estaba más feliz que los meses anteriores: mi risa se oía más, una sonrisa se asomaba más a menudo en las comisuras de mi boca. Mi padre tenía razón, sí era cierto que me veía más feliz, pero no era por el nuevo instituto o porque pudiera depender menos de gente que vivía al otro lado del océano. En este nuevo instituto no tengo amigos, y tampoco busco tenerlos. Estoy en una edad en la que la gente se divierte recorriendo 4km sin hacer nada en particular y yo sigo sin poder hacer eso, con lo cual no era por ese nuevo ambiente, apenas tengo amigos allí. Con respecto a mis amigos de América Latina, me hacen feliz, muy feliz y muchos de ellos saben que siempre voy a tratar de sacar un ratito para poder hablar con ellos.

 Estaba tan feliz porque tu recuerdo ya no me atormentaba, porque mis heridas ya habían cicatrizado. No necesitaba de ti para poder brillar como sé que puedo hacerlo. Ahora tu nombre le pertenecía a unas cuantas cicatrices mías, de esas que están en lo más hondo del corazón, de esas que no se ven. Tu recuerdo me estaba obstruyendo para querer a la persona que tengo ahora mismo enfrente porque tenía miedo a que él pudiera hacer lo mismo que me hiciste. Tenía miedo a que se marchara cuando le complaciera, que regresara cuando viera conveniente y sobre todo que me dejara sola contra mis demonios de su creación tal y como hiciste tú.

Sois personas completamente distintas y quizás por eso le quiero más de lo que te pude querer a ti, porque él no me dejará sola cuando más le necesite. Aun así, dejaste inseguridades muy adentro de mi piel, de las cuales me iré deshaciendo con el paso del tiempo. Incluso él tenía miedo de mi comportamiento hacia ti. Tenía miedo de que tú pudieras regresar y te escogiera a ti antes que a él. No me veo capaz de renunciar a su compañía por la tuya, no quiero renunciar a su compañía bajo ninguna circunstancia. Me hace feliz y mejor persona.Eso sí es arte.

Con esto, te digo adiós. Te deseo una buena vida, y una persona que te ame de verdad con cada átomo de su existencia, pero esa persona jamás seré yo. Hoy dejo atrás todo aquello que fuiste, dejo atrás tu nombre y apellidos. Ya no volverás a opacar mi luz. Te digo adiós, gran amor no tan grande.

Me dejo en libertad.

- María I

Tengo tantas cicatrices, que ya perdí la cuenta de cuantas son. Algunas están todavía abiertas y otras siento que no se podrán cerrar nunca.

Att: darkstarmoon

Porque aunque intentemos esconder toda esta mierda en el tacho de basura, ese tacho esta dentro de la casa, y su olor insoportable abunda en cada rincón, en cada pared. No me pintes de solución lo que no es, no finjas que llegamos a un acuerdo cuando no nos dijimos todo, cuando no quisiste entenderme.

Sientate e inspira fuerte, utilizando la nariz al máximo, cuando por fin entiendas que la mierda no se ha ido, entonces podremos abrazarnos para así sacar la basura juntos.

-me.

Una meta no cumplida

Sola pensando

Los gritos a su al rededor se han vuelto parte de su rutina. Es lo único que escucha al llegar a casa.

Intenta ignorarlos, pero como siempre, resuenan más fuerte que sus pensamientos  y todo intento de distraerse falla.

La impotencia y el dolor de la situación la sobre pasan, nada logra calmarla, el hecho de que la situación se repita una y otra vez la enoja.

Ya hastiada, agarra una navaja y camina decidida a la cocina para enfrentarlos, no le prestan atención, estan sumidos en la misma discusión de siempre. Y entonces respira hondo, cierrra los ojos y sin titubear empieza.

Direcciona el cuchillo a sus muñecas y comienza a cortarse la piel.

Una, dos, tres veces hasta que la madre lo nota, y consigue reaccionar al quinto cuchillazo.

La madre le quita el arma y le da una bofetada, gritándole, reclamandole en desespero. A ella se le caen las lagrimas, mientras los brazos le sangran por la profundidad de las cortadas, con el alivio que la recorre al saber que al menos freno  el ruido; aunque ahora los gritos vayan dirigidos hacia ella.

En un gesto cansado, empuja a su madre y se va de la cocina,  y espera, realmente espera que algún día todas sus heridas se curen.

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Okay.

Este es un escrito del año pasado que tenía como borrador en wattpad. Sí, en wattpad.

Alguna vez tuve el sueño de intentar escribir un libro , y un día al intentarlo, esto fue lo que salió. Nunca supe como seguir la historia ni tampoco lo intenté, no soy buena para eso.

Este año quise intentarlo de nuevo, las palabras “Capítulo uno” eran de las cosas que más me molestaban.

¿Cómo se comienza una historia? ¿Cómo sé si tengo algo bueno que contar, algo verdadero de transmitir?

Así que al final, lo intenté de nuevo, obteniendo peores resultados.

Me encontraba a mi misma en esas palabras, era como un extraño diario sobre mi vida publicado en la historia fantasiosa de un personaje que no existe. Y no podía. No podía intentar escribir sin sentirme estúpida. No tengo algo bueno que contar si lo que relato es a mi misma, de eso estoy segura.

Sabía que si lo escribía iba a estar en cada página del libro, pero no quería que fuera de ese de ese modo, era como autoparodiarse, pero no daba risa.

Así que adiós; libro que nunca escribí ‍♀️

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*se va con un simple saludo de mano, y esta vez, no hay un escenario detrás, porque nunca lo hubo realmente*

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Y dejo atras mis conjuntos de verano que tanto me gustaba elegir, mis sonrisas al espejo, para ponerme lo mismo de todos los días.

Y no te haz puesto a pensar, que tal vez esa persona que te agrada no soy yo. Que esa sonrisa, ese silencio, y esas respuestas cortas son una mentira. Que sólo queda el cascarón vacio de lo que alguna vez estuvo lleno de energía.

Me aterroriza pensar que a nadie le importa, que al final, soy mejor cuando no soy nada, cuando no soy yo, cuando simplemente escucho, y que cuando hablo, molesto.

Y si al final, algún día vuelvo, ¿quién me soltará la mano, al pensar, que ya no es la misma?

-me.

Yo debería de estar oprimida entre sus labios, entre su vientre, entre su aliento. Yo debería estar allá formando olas con mis dedos en sus cabellos, aprovechando el tiempo bebiendo su ternura, alumbrándole los sueños, entregándole mi loca cordura.


Él debería estar acá entibiando el espacio donde duermo, dibujando estrellas en mi espalda, dándole de beber de su sudor a mis lunares, descubriendo mis manantiales.


Él debería comer cada espacio de mi cuerpo, hoy… no mañana, es que ya no hay tiempo.


Yo… Yo debería despertar de este hermoso sueño.


—PalomaZerimar.

Atravesó mi alma como el cometa atraviesa la oscuridad que embriaga al cielo nocturno. Atravesó la piel para impactarse en mi espíritu y ahí comenzó a crecer el amor que nunca pensé sentir. Luego, pude por fin conocerle, pude por fin mirarle a los ojos, olerlo, abrazarlo, besarlo… Entonces quemó mi piel, entonces encendió mi placer, ese que había estado dormido desde que nací. Entonces supe lo que era amar en cuerpo y alma… Entonces también pude conocer el desasosiego que se quedaba en mis manos cada vez que él me soltaba. Y pude ser testigo del sangrar de mis venas, del temblor de mis miedos, de la necesidad férrea de estar entre sus brazos. Jamás sentí tanto amor por nadie, jamás sentí tanto la ausencia de alguien. Jamás me invadió tanto la nostalgia como hoy que volteo al cielo —yo que con mirarlo me sanaba— y me percato que sin él a mi lado, los astros parecen extintos.

—PalomaZerimar.

Frustración, ese es mi sentir. Atada de manos me encuentro, secuestrada por una distancia que se percibe eterna. Mis manos tiemblan, mi cuerpo se estremece, lo anhelo tanto pero no está. No puedo más que abrir los ojos y llorar, desmorecerme en un diluvio pues esto se percibe como la muerte. ¿Has amado alguna vez y has tenido que estar lejos del amor bajo la crueldad de los kilómetros marcados en el asfalto? ¿Te has sentido encarcelado? ¿Te ha faltado el aliento por un nudo en la garganta atravesado? No puedo juzgar a mi ira, no puedo ser cruel con mi desesperación, no puedo ignorar a mi desencanto, no puedo omitir esta emoción. Es que yo amo y amo de forma tan inmensa que a veces me ahogo en los océanos de mi ensoñación. Quisiera arrancarme el latido de mi corazón y dejar ciega a la esperanza. Hoy anhelo, hoy requiero, hoy imploro su nombre al cielo; hoy necesito, hoy tiemblo, hoy me desvivo, hoy lo deseo. Pero el abismo se abre, el abismo se expande, el abismo me traga y me corta las alas. Se que el amor vuela alto, besando los nimbos del firmamento. Sé que quien se siente así es la niña que anhela su abrazo, su mirada respirando en la mía, el calor de su pecho y su sonrisa. Llámale ego… Llámale capricho… Llámale tontería, pero así es como lo amo, así lo necesito, así, de esta forma tan impulsiva.


—PalomaZerimar.

Cuando abras los ojos yo estaré ahí entre las luciérnagas que irradie la vibración de tu melodía favorita. Cuando despiertes estaré muy adentro de ti, en tu oído, en tus ojos, en tu sonrisa, en el centro de tu corazón. Mirarás al cielo azul como si me estuvieras mirando, y alcanzarás por ahí a una nube para acariciar mis sonrosadas mejillas. El viento te besará la boca, como siempre quisiste ser besado. El sol te dará el calor de mis brazos enamorados. Cuando te levantes de tu letargo, cuando decidas abandonarlo, entonces seré más tuya que nunca; renunciarás a tus ataduras, renunciarás a todo eso que no llena. Cuando tus pestañas se eleven hacia la cúpula que marca el centro de la Cruz, entenderás que era tan sencillo abrirse a la Alegría. Entenderás que no es difícil abrir el espíritu a la dicha, entenderás que eras más amado que lo que creías.


Y entonces cuando llegue el momento en el que cierres los ojos, pueda —al fin— juntarnos, la vida.”


—PalomaZerimar.

Tengo una fuerte conexión con el viento, a diario le platico de ti y mientras lo inspiro, mágicamente se desliza por mis fosas nasales como un ofidio invisible… Y ahí, en el centro de mi pensamiento donde me habita tu nombre, me recorre y toma todos los besos que he pensado darte… Entonces corre a tu encuentro y roza tus labios, abriga tu cuerpo y acaricia tus mejillas con el grave y obnubilado silencio de mi garganta.


—Paloma Zerimar.

“En ocasiones te pienso como el fuego que derrite todos mis deseos, como el océano que sacia mi sed, como la lluvia que le engendra vida a mi sequía, como los sueños que dejan de ser sueños para simplemente ser. En ocasiones te anhelo desde mi piel, desde los poros que le murmuran a las yemas de tus dedos, desde los labios que en los tuyos quieren desfallecer, desde el suspiro de mi vientre y la fuente de su frenesí. Porque no dejo de ser mujer cuando te amo; porque te amo en alma y en cuerpo.”

—PalomaZerimar.

“A veces es necesario escribirle a la noche, luego dejar que las palabras tomen su equipaje y se desperdiguen con los céfiros. Tal vez así, de alguna manera, mis emociones puedan alcanzarlo y sea capaz de entender todo aquello que me abruma…”


—Paloma Zerimar

“La luna me sabe… Ella me entiende… Ha escuchado a mi melancolía susurrarle al viento, luego ha guardado su sonrisa tras la neblina de la nube. Ella me intuye, sabe que requiero de sentirme protegida… y es que, a veces, un abrazo propio no es suficiente aún cuando haya demasiado amor dentro de sí mismo…”


—Paloma Zerimar.

“No, mi amor… No pienses jamás que no he sentido tu calor viajar por las constelaciones de mi espalda… Te he percibido incluso en el susurro que murmura del otro lado de mi ventana. Te amo, te pienso, te espero… Tú eres todo aquello que yo anhelo, y me refiero a esa presencia, a esa manifestación, a esa realidad que no se conjuga en base a ilusiones. Porque el amarte así, sin aún haber pronunciado tu nombre, no hace menos válido a este amor…”


—Paloma Zerimar.

“Podría mirar al cielo todas las noches, cada día de mi vida… Pero no me refiero al cielo que centellea allá arriba, sino al suyo, a ese que se enciende —incluso cuando la amargura le reprende— en el cristal de sus ojos.”


—Paloma Zerimar.

Alcánzame entre los nimbos de tu cabeza. Ámame ahí y llévame a ti, cerca. Que te he amado por múltiples vidas, las mismas que te he esperado; las mismas que he deseado puedas verme a través de las sombras de tus lapsos más solitarios. Alcánzame allá, donde nadie piensa que el amor puede darse, allá donde se agitan los sauces con la fresca brisa del río que gime y aguarda por escuchar tu risa. Alcánzame allá donde sólo existe un Sol que es exclusivo para nosotros y como un lienzo sólo desea abrigar los matices del pincel que dibuja lo que es invisible… lo que es intangible… pero se percibe tanto adentro, muy adentro donde el alma se deja latir al compás de lo que no lleva pensamiento.


Porque sí… Siempre ha sido así… El amor que te tengo Es, sin ninguna mota de razón.


—Paloma Zerimar.

Amar es un pretexto para adueñarse del otro.

Para volverlo tu esclavo.

Para transformar su vida en tu vida.

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