#lalo guerrero

Habíamos estado esperando el evento desde semanas antes, no hay muchos lugares para conocer de cerca la cultura del Rockabilly en México. Y es que siendo admiradores de Elvis, de la cultura del Rock and Roll, rescatando la identidad del greaser y su actitud, admiradores de la feminidad representada en las chicas Pin Up, no podía ser de otra manera.

Por fin llegó el momento, después de días de preparación, al final llegamos tarde y buscamos un lugar para estacionarnos, con la premura aceptamos un lugar que cobraba 24 pesos la hora, bajamos ansiosos y sin más angustia empezamos a grabar.

Quique “El Saxon” fue el encargado de hacer la presentación. Afuera del Bar “La Faena” no se veía mucha gente, adentro era otra historia, el lugar estaba abarrotado de mujeres tatuadas y de vestidos entallados, hombres con chamarra de cuero y copete perfectamente peinado, muchos también mostrando piezas de arte en su piel, la música estaba a todo lo que daba y en el escenario “Los Black Valiants” aportando la música “Surf” al evento,  después de ellos vinieron los desconocidos, “The Dorados” de Colombia. Los Dorados lograron la hazaña no solo de conquistar al público del Rockalavera, sino a las demás bandas ahí reunidas haciendo un despliegue de buena música y actitud en el escenario. Con mucha humildad reconocían “Nosotros somos la primera banda de Rockabilly de Colombia, venimos a México a aprender de ustedes”.

El“Pachuco José” merece mención aparte, fue la estrella de la noche tocando más de una hora para el deleite de todas las parejas que se encontraban bailando en la pista, interpretando de manera magistral, casi mágica las canciones de la leyenda “Lalo Guerrero”, las canciones que en la postguerra le dieran voz a una generación, a un movimiento social, a una revolución cultural del otro lado del río, a todos los marginados que se quedaron separados de su tierra por una raya, y que crearon un estilo de vida para mostrar su rebeldía y su negación a integrarse al sistema de vida de los “Güeros”, y como por arte de magia en ese momento algo cambió en las luces y me transporté a los 40’s, sonaba esa música entre danzón y swing cuando vi aparecer unas plumas altas sobre sombreros muy anchos, hacían su entrada unos hombres de piel muy morena usando unos trajes muy holgados que terminaban sobre zapatos perfectamente boleados, caminando tan derechos que parecía que se encorvaban hacia atrás, cadenas larguísimas, y anillos y collares de oro, la gente los miraba con la boca abierta y me descubrí haciendo lo mismo, la atención que generaban era impresionante, pero más el respeto con el que los asistentes comenzaban a abrirles el paso, los “Pachucos” llegaron al centro de la pista entre un mar de gente y se formó un círculo alrededor de ellos, tomaron a su pareja y comenzaron a moverse de una forma que por un momento creí estar en una película de “Tin Tan”, la gente los veía y comenzaban a aplaudir al ritmo de la música, deleitándose de la forma en que estos maestros del ritmo y el movimiento le sacaban brillo a la pista de baile. En este punto del evento no cabía un alma más en el recinto, el lugar estaba lleno y la temperatura subía varios grados al entrar de la calle, aun así la gente no se movía y pedía en coro otra canción.

Cuando nos acercamos al Pachuco José para hacerle una entrevista nos sorprendieron sus respuestas, él no era un pachuco por moda, no es que no le gustaran las películas de Tin Tan y los trajes, sino que su historia se remontaba tres generaciones en el tiempo, su papá fue pachuco y su abuelo fue pachuco de primera generación, por ahí de los 40s, qué de historias debe tener.

A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos en este grandioso país, pero nuestros invitados extranjeros (Los Dorados y el Pachuco José) no escatimaron en palabras para exaltar a México, fascinados no sólo con la historia y las películas antañas (las buenas) sino con su comida, literalmente comentaron: “Es la comida más exquisita que he probado”, y qué decir de la música, ambos admiradores de los “Locos del Ritmo” la primera banda de Rock and Roll en español.

Después uno de mis momentos más esperados, el show burlesque de Mina Tekila o como ella misma diría “¡Chichis!”.

Muchas bandas más desfilaron por el escenario y al final de la noche, cerrando con broche de oro llegaron “Los Gatos”, era tanta la gente, que me subí a una silla de las orillas y alcancé a ver a un tipo subido en el contrabajo como un felino, y entonces empezaron a sonar los primeros acordes, cuando llegó el momento de que interpretaran “Inadaptado” la gente se volvió loca, todo el mundo coreaba sus letras y recuerdo que me imaginé a mí mismo en las muchísimas situaciones en que yo he sido el inadaptado, el freak, y que aún así terminó gustándome la más fresita.

Así terminó el sábado y nos fuimos a descansar, deseosos de que saliera el sol de nuevo para seguir con la fiesta en la delegación Iztacalco. 

Continuará…

Abraxas

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