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“Huapalcalco: El Origen”
Huapalcalco es un centro ceremonial ancestral ubicado en Tulancingo de Bravo en el estado de Hidalgo. Este mural fue realizado durante la campaña de la Asociación Civil: Niebla y Tiempo en el que se buscó crear conciencia a la ciudadanía en general a cerca de la importancia de este sitio arqueológico y solicitar la declatoria oficial de zona arqueologica, en beneficio de preservacion, servicios, exploración etc.
El mural Huapalcalco: El Origenque se ubica en la barda perimetral de la Escuela Martín Urrutia sobre la calle Morelos, entre Churubusco y Juarez. Fueron 15 días de ardua Labor por parte del Colectivo Antiopresión, Victoria Akino y Yo . Plasmamos lo más relevante de la zona, partimos de los cerros que identifican a Huapalcalco, en ellos se encuentran 2 marcadores (pinturas rupestres) del sol y la Luna, esa dualidad se elevó al genero Masculino- Femenino y se complementó con los 4 elementos Naturales, por el lado Femenino se desarrolló la Tierra y el Agua mientras que del lado Masculino se representó el Aire y el Fuego, Al centro se ilustraron a dos personajes pertenecientes al Pueblo Otomí que han ido al sitio de Huapalcalco a realizar ceremonias con el fin de Amarrar el agua al lugar, entre sus ceremonia se encuentra un corazón anatómico con una ventana rocosa en alusión a la cueva donde sucede el marcador del Solsticio. Huapalcalco es un sitio de Magia y Misterio que necesita nuestra protección y de nuestro interés. Huapalcalco es de todos.
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“LOS GUARDIANES DE HUAPALCALCO” / 3.70 X 21.80 m / Acrílico / 2017/ Alejandro Nahual - Victoria. Akino / Niebla y Tiempo A.C.
Huapalcalco es una zona arqueológica que se encuentra en Tulancingo de Bravo Hidalgo, los arqueólogos han encontrado piezas que datan desde la Prehistoria, entierros tan antiguos como es el de los perros xoloitzcuintles que figura como el más antiguo descubierto a nivel nacional.
Este mural fue parte de la campaña que organizó Niebla y Tiempo para solicitar la declaratoria del sitio arqueológico, a través de este muro se buscó reconectar a la comunidad con sus raíces y su interés por el sitio. El mural expresa una panorámica del cerro del Huiztli hacía el valle y la presencia del sacerdote Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl en la zona. En el acantilado reposa a manera de ruina una figura con tocado de Serpiente en alusión a la parte masculina y reptil que lo conecta a la tierra, su brazo con el que apunta al cielo lo decora un brazalete con importantes símbolos primigenios al culto de Quetzalcoatl hallados en un bracero ceremonial. En el cielo al que apunta se encuentra su complemento dual, femenino y celeste: un rostro formado de nubes y otras con formas de águilas. Quetzalcoatl representa la transición entre un ser que se arrastra a un ser que se eleva, así como el hombre que en plena conciencia es capaz de trascender sus limitaciones e iluminarse.
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