He bailado un compás peligroso, de lo que son ruidosos, con mi vestido favorito, el de satín rojo, al lado de un patán con la cara de niño angelical, creo que se llamaba cupido. El idiota no dejaba de mirarme…parecía haber sido flechado por un ángel celestial.
Me han dicho loca por hablar con la luna, por pensar en las estrellas y conversar hasta el amanecer desde los planetas hasta de lo que significa la propia existencia.
Creo que por fin he entendido porque la oscuridad nos da tanto miedo, es por lo que hay dentro de ella y no, no hablo de monstruos, hablo de pensamientos de esos que se mente entre las grietas de la meten a eso de las tres A.M.
NO quiero que NO puedas vivir sin mí. Quiero que puedas, que tengas una vida maravillosa en la que no me necesites para nada, nada. Pero que me ames tanto que quieras estar conmigo aunque no me necesites, porque quieres, me quieres. Yo no quiero que estés porque tienes que estar, quiero que estés porque quieres quedarte. Quiero que quieras que yo este en tu vida porque quieres compartir tu realidad, no para simular un buen estado que no existe ni puedo darte. Quiero recibir todo el amor que un corazón sano puede dar, recibir todo el amor que daré, después de haber sanado mi corazón de de confundir necesitar con sano querer.
