#maría félix
¡Yo no maté al sacerdote!
Días antes de la llegada de María Félix a Venezuela procedente de Bogotá, Colombia en 1955, el Arzobispo de Caracas advirtió a sus feligreses en el sermón de la misa, que no deberían de ir a ver la actuación de “esa mujer sin alma” al teatro, por que ella era una devoradora de hombres, destructora de hogares y un gran peligro para la sociedad. Llegó al extremo de anunciar que si María Félix se presentaba en Venezuela, tendría que pasar sobre su cadáver. María fue prevenida de las amenazas del Arzobispo, que resultaron una publicidad estupenda. Al día siguiente el Arzobispo resultó que había muerto de un paro cardíaco. La prensa atacó a María diciendo que ella lo había matado y se tuvo que suspender la temporada por temor a que fuera linchada en la calle.
Foto archivo
Colección FMF
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Conmemorando 20 años sin La Doña.®️