#teextraño

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11:00pm y me ha dado por extrañarte.
Extraño nuestras conversaciones, esas donde hablábamos de todo y a la vez de nada, donde imaginábamos un mundo paralelo lleno de fantasía, donde me decías que te encantaba la noche, donde sentías como tu cuerpo se iba haciendo parte del universo, donde admirabas la luna y las estrellas, mientras yo, solo te imaginaba en el porche de tu casa, despeinada, descalza y con un aire de asombro. Definitivamente, te encantaba la noche, ese momento donde todo era oscuro, sereno, donde las respiraciones eran leves y quizás agitadas.

11:30pm y te extraño aún más.
Recuerdo que te decía que la noche me inquietaba por alguna extraña razón. Recuerdo tus largos textos donde me decías que no debía temer a nada, que debía controlar mis miedos porque si no lo hacía, estos se apoderarían de mí.
Extraño esas noches donde imaginabas que yo te visitaba en tu gran patio trasero, donde no me podías ver, pero podías percibir el olor de mi perfume, ese, que se te quedo grabado en la memoria, ese que impregno aquella almohada con la cual dormiste toda la noche mientras la envolvías en tus brazos.

12:00pm ya no me inquieta tanto la noche.
Estoy sentada en el porche de mi casa, siento el aire frío en mis mejillas, te pienso, te recuerdo, te extraño. Extraño tus ojos que admiraban a los míos mientras los tuyos cambiaban de color, siempre me fijaba en el color de tus ojos, notaba como cambiaba de castaños a pequeños rayitos verdes, notaba como te ruborizabas y te mordías el labio, jugabas con tus manos, un notorio gesto de nerviosismo.

1:00am intento no ver la luna, quizás así deje de recordarte.

Quizás nunca sepas que te escribo, pero tengo a la luna de testigo, intento no verla, toda ella me recuerda a ti.