#versos en español
Mi única adicción es el café de tus ojos.
Te miré a cámara lenta, a suspiros largos.
-Marcela Mella R
NO ME DEJES.
Autor. Gwen
A inicios de este año nada era diferente, simplemente era otro año, los deberes del segundo año en la universidad de medicina me consumían pero al parecer no lo suficiente para evitar pensar en otras cosas.
-¿Porque escogiste una universidad tan lejana? - mi madre me reclamaba como todos los días al escuchar que dadas las cinco a penas iba regresando a mi departamento
-Supongo…- me quedé pensando en la verdadera razón pero prefería no decirla ya que siempre me habían descrito por infantil- que era bonita la escuela.
Colgué y seguí en lo de siempre tenía todo pero a la vez nada y ese sentimiento me había estado consumiendo por meses, ¿Que faltaba? Tenía todo, la mejor en las clase, había estado cuidando demasiado mi figura, tenía un grupo de compañeros, me acosté en la cama imaginando mil historias y es que tal vez eso le faltaba a mi vida, después de un rato me levanté y me puse un suéter ligero la niebla empezaba a descender por esas colinas como si viviera en un cuento, salí directo a una librería que estaba s unos veinte minutos a pié, pague y al salir un pequeño golpe me regreso el pequeño paso que había dado
-Disculpa- aparte el cabello de mi cara para ver a un chico cuyos rasgos no eran de aquí, sus rasgos eran marcados, traía una boina caqui, un chaleco de cuadros y un abrigo largo pero sin embargo lo que más resaltaba eran sus ojos, unos ojos profundos que iradiaban misterio en cuanto los veías, se hizo a un lado para dejarme pasar por esa angosta puerta y después desaparecer tras ella, parecía que el mundo se había detenido para mí, después de unos minutos estática y sin saber que hacer seguí mi camino pero era la primera vez que llevaba ese sentimiento de que me habían quitado algo y no me refería material, algo se había llevado aquel chico es tarde.
- ¿Me permite?- la voz me había sacado de mis pensamientos y ahí estaba nuevamente el
-Adelante- asumí que tomaría la silla para después irse a sentar a otro lado pero en vez de eso se sentó en la silla que se encontraba frente a mi, llamando aún más mi atención.
-¿Que me recomiendas? Lo siento mi inglés no es muy bueno- decía aún mirando la carta me imagino que tratando de decifrar cada una de esas palabras
- Cerdo al horno… Es ideal para estás fechas- le dije mientras recibía el mío me sonrío y se pidió uno igual, parecía inquieto pero a la vez metido en esos pensamientos de los que nadie se salva al menos una vez en su vida - No pienses tanto, eso te termina matando-. Parecía que mi comentario había llegado a llamar su atención pues me observó por unos minutos y después desvío la mirada hacia el ventanal
- ¿Y que recomiendas hacer? - ¿Han tenido la sensación de que conocen a alguien desdé mucho antes de ese primer encuentro? Pues así era con el era como si lo conociera desdé una vida anterior
- Realmente tampoco lo sé, no sé que buscás y tampoco soy la respuesta a eso que no encuentras, tú respuesta podría estar en un buen libro, o tal vez bajo la lluvia es diferente para cada persona
- ¿Y si solo estoy cansado?
- Encuentra tu lugar seguro- sonreí al ver lo irónico de la escena me encontraba en el mismo camino que el otro es más fácil decir la dirección que seguirla, seguimos comiendo sin mencionar algunas palabras más hasta que termine mi platillo y era tiempo de regresar a casa
-¿Que harás mañana? - movía uno de esos rulos que salían de esa boina mientras apretaba sus manos entre si
- Es Jueves supongo que ir a la escuela y lo mismo de siempre
-¿Sería raro que te pidiera ser mi guía?
- ¿Algo ha sido normal desde hace unas horas?- dije divertida y asi es como sin querer había accedido a faltar a la escuela por un completo extraño, deje mi número en un pequeño postid que siempre llevaba conmigo y salí de ese lugar con más preguntas que respuesta, una vez alguien dijo “Si alguien me hubiera dicho que amarle dolería así, hubiera evitado enamorarme de el, ¿A quien engaño? Le abría amado igual” y podía sentir que está sería una de esas veces.
YO Y OTROS DESASTRES.
Estoy en la cuerda floja, muchas veces tambaleó por sentirme sola, la sombra me consume y la vida parece más una pesadilla que un sueño, la oscuridad se apodera y dentro se vuelve tormenta, mis ojos tienen goteras y mi corazón un par de grietas, menos mal que eres buen marinero y sabes andar bajo la tormenta que llevó dentro.
Aún tienes esa sonrisa de cuando te conocí,
Aún me observas con cierta intriga como intentando descifrar lo que pienso,
Aún seguimos buscándonos y lo llamamos coincidencia,
Aún el destino nos sigue uniendo,
¿Hasta cuándo dejaremos de complicar nuestra existencia?
