Ella me conocía tan bien que sabía como y cuando volver, sabía como herirme y donde intentaba refugiarme, buscaba los momentos perfectos para volver, siempre sabía que las noches eran eternas y de vez en cuando me acompañaba, a veces se quedaba por un largo periodo de tiempo, pero sabía que podía ir y volver cuando quisiera porque yo era vulnerable a ella.

Jodida tristeza.

Vulnerabilidad

Hace poco…comencé a pasar por una serie de eventos de acoso, sin poder reconocerlo.

Porque de pronto comencé a sentirme sin fuerzas, impotente, incapaz de ver a los ojos al vato que hace todo lo posible por mantenerme intocable, protegida y poderosa. Yo no lo vi, me sigue costando trabajo verlo y al mismo tiempo ser consciente la serie situaciones que conlleva ser acosada laboralmente dentro de un lugar que una supone seguro.

Aquí va la lista de eventos desafortunados, una lista que parece hacerse más larga con forme el tiempo pasa ¿Cómo detenerla?

1. Una mujer me agrede laboralmente, me mira de abajo hacia arriba, me ignora, me humilla y finalmente me ignora.
2. Un hombre llega agobiado por el tiempo, observando y decidiendo que es una buena idea traspasar mi espacio personal. Me acaricia la espalda debajo de mi chaleco, le digo que se aleje, me sigue acariciando sobre mi chaleco, le vuelvo a decir que se detenga, me dice que si no me gusta sentirme incomoda le diga a mi supervisor para que me mande a otra área. Le digo que solo quiero hacer mi trabajo, se detiene.
3. Rechazo la sugerencia de levantar un informe por no volver a pasar por un “tienes la culpa, esto es de dos”
4. Todo mundo se entera; el sindicato se entera, mis compañeros se enteran, los jefes se enteran de que YO levante un reporte ¿Cuándo lo levante? ¿Cuándo decidí que quiero ser señalada de nuevo? ¿Quién decidió sobre mi nombre?
5. El sindicato decide que es buena idea no informarme sobre una investigación abierta sobre mi y mi agresor ¿mi agresor lo sabe? y si lo sabe ¿por qué yo no puedo saberlo? O sea, me niegan información. Me revictimizan.
6. Le cuento a MI HERMANO lo que sucede en el trabajo, solo para recibir la misma respuesta que ya me han dado en el pasado “es que tú lo hiciste más grande, tú queriéndote informar hiciste que todo comenzara a ser peor, ya déjalo pasar”

A lo largo de estos seis puntos he perdido amigos que no son amigos, familia que parece no ser familia, jefes que si son jefes y delegados sindicales que fingen ser delegados sindicales. A lo largo de estos seis puntos perdí confianza en mi misma, perdí las ganas de trabajar donde trabajo y hasta ganas de hacer lo que me hace feliz.

¿Cómo detener la lista?