Privilegio de tener un papá amoroso.. 

Y es que teniendo el privilegio de tener un papá que te cuida, que hace crecer, que te enseña a ser una mujer independiente, y al mismo tiempo amada.

En algún momento de madurez, te das cuenta que no puedes aceptar menos de lo que mereces.

Después de caer en chingaderas -de las cuales se aprende- te das cuenta que eso no es lo que mereces..

Y no es que te creas más que otras mujeres. Sólo tuviste el privilegio de tener a un papá que te enseñó a través de su amor, lo que vales y lo que mereces.

Un encuentro soñado contigo..

Pa!

Acabo de ver una película en donde un niño se encuentra con él mismo de adulto. Y cuando estos dos se encuentran, ya había pasado algún tiempo de haber presentado la muerte de su papá.

Y estos mismos, viajan al pasado, y se encuentran con su padre.

La escena donde ellos ven a su papá en lo que sabía hacer. El ver la cara de los dos, con esas emociones que presentaron en su rostro al verlo de nuevo con vida. Para mí, fue la mejor escena de la película.

Me imaginé verte a ti de nuevo, poderte abrazar, hablar, que tu me escucharas, poderte preguntar acerca de lo que ahora he aprendido. Poderte escuchar decir mi nombre, sentir tus brazos, tu olor a loción, y hasta tu olor a ajo lo soportaría con tal de volver a abrazarte.

Pa, necesito de tus abrazos!

Pa! te sigo extrañando!

Hay días en los que necesito tus abrazos más que otro días.

Necesito tus abrazos que me hagan sentir que todo está bien y todo pasará..

Sólo tu me hacías sentir querida, aunque no te pareciera o no te gustara lo que hiciera, siempre me apoyaste, tal vez me sugerías otra opción, pero tampoco me juzgabas.

Hay días en los que me siento motivada, me siento feliz de haber sido tu hija y de todo lo que me enseñaste para seguir adelante pasara lo que pasara.

Hay otros días que me siento sola y es cuando requiero de un abrazo sincero, de un abrazo que no me pregunte “¿qué pasa?” simplemente que me abrace. Abrazo muy poco, y cuando abrazo encuentro diferente sentir.

Me gustaría encontrar ese abrazo que me haga sentir tan cómoda que no quiera salir de esos brazos.