#desamor
A veces hay días en los que me pregunto cuanto tiempo voy a tener que seguir aquí, no soy feliz, me hundo, sin embargo, no puedo cambiarlo. Se me acaba la paciencia.
Hay momentos de mi día a día que olvido quien soy, y me siento completamente perdida. Necesito irme de aquí.
Hay recuerdos que no se olvidan, solo se aprende a vivir con ellos.
A veces aparece alguien cuando más perdido te encuentras y te saca del hoyo donde estás. Te abre los ojos y te enseña que la vida es más bonita de lo que parece, que te acompaña en tus días buenos y te levanta en tus malos días. Que te hace sentir que por fin alguien está orgulloso de ti y que te apoya en todas las decisiones que tomes, incluso sabiendo que quizás te estás equivocando.
Llega ese alguien que te valora y te hace sentir especial, que te llena de atención y amor. Ese alguien, que sabes que este donde esté, va a conseguir sacarte una sonrisa con cualquier bobada.
Tu, que eres ese alguien para mi, que se que te reconocerás en estas palabras, porfavor , no te vayas, te quiero.
- Lostgirl674
A veces creo que la distancia existe para probar la intensidad y honestidad de los sentimientos.
Contigo la vida duele menos.
No importa que tan despejado esté, en su alma siempre llueve.
Yo no valgo nada para nadie, ni siquiera para las personas que me dijeron que lo valía todo.
Nunca vamos a ser suficiente para una persona que no sabe lo que quiere.
Todos merecemos a alguien que nos haga olvidar el paso del tiempo.
Quiero perdonarle, darle otra oportunidad, pero se que no debo, me duele mucho estar así, siento que soy una persona asquerosa
Necesito desaparecer, no puedo más.
Me da pánico pensar en lo que fuimos, en lo unidos que llegamos a ser, en todas las noches de risas, las imágenes graciosas, y las mil y una noches sin dormir, todas aquellas tardes en un balcón tomando whisky que de pronto se convirtieron en nada, se convirtieron en soledad, y ahora estoy yo y tú estás lejos o al menos no estás aquí, a este punto ya ni se verdaderamente quién eres.
Era una buena compañía, era extraño, me pedía que hablara, que le contarahistorias, que le contara porque me gustabagritar, me pedíacontarleanécdotas o sólo preguntaba cosas a azar, me pedíaquehablara, que nuncamecallara y bueno, él se limitabaaescuchar, a veces hablaba, pero pese a su silenciosentía que él tambiénmehablaba.
Aquella llamada fue tenue, no hubo calor, no hubo “te amo” ni “te extraño” ni si quiera paro para recordármelo como al principio; quizás suene exagerado pero tal vez te acostumbres cada vez más a no escucharme, leerme o incluso pensarme. Supongo que eso me asusta aunque bueno, para mi no sería la primera vez.
