#escribiendo
Cuando te toco las manos o estoy abrazándote, enredada en tus brazos siento la corriente eléctrica que necesito para subsistir en un mundo cruel;
Justamente es tu sonrisa la que tiene la cuota de agasajar mi tristeza, en vaivenes de estrés siempre apareciendo con un sonido tranquilizante.
Admito que genera un desazón tu ausencia, lo cual hace tan gratificante la presencia. Jamás quisiera que sientas la soledad acribillante, pues eso es mi peor navaja en la vida cotidiana.
Tampoco me perdonaría hacerte daño, ni que utilices éste amor para un mal mayor.
Hasta en mis peores dias, tengo un lugar cálido para la memoria y un beso tibio para que descansen los miedos.
Si tan solo pudiera, me enchufaría a tu corriente eléctrica y moriría: ciega y querida.
Me gusta mirarte, olerte y más aún tocarte, adherirme a tu piel caliente y quemarme con tus ganas y mis ganas de ser uno de dos.
El amor; mi peor droga y vos mi dosis diaria.
Será mi condición emocional extrema qué me lleva a ser tan drástica, dramática y suceptible? Serán las cosas que nunca van a cambiar las que tanto me agobian? Esas cosas que sucedieron y no tienen cambio… Será la rutina de la pandemia que me hizo desconocerme? Por ende, entrar en un espiral depresivo, vicioso y dependiente del cigarrillo… Será la falta de afecto durante tantos años arrastrada hacia la actualidad? La inseguridad que me atesora desde la infancia? La falta de autoestima elevada debido al estrés?
Será que me voy perdiendo en retazos, pétalos de lágrimas que voy dejando al paso
Siento los pies cansados, de este año y el pasado
El nudo en la garganta es humano, es la sociedad que me condiciona a encajar en su hegemonía
El temblor que nace de mis manos es debido a que me dejo de lado
Que me olvido de mis sueños y valores, que me quedo sola en los sentimientos de vacío
Será en gran parte la culpa que me genera ingerir sólidos en mi cuerpo líquido
Serán las huellas dactilares en el sexo no consentido que tuve
De seguro sea en su mayoría mi pulsión de muerte queriendo salir del recipiente
Pero si ya me desquité de esa parte de mi ser, por qué late tan fuerte?
Entre frustración, estrés y ansiedad, no hay lugar para ser en realidad
No hay tal camino que andar, ni meta que completar, si me voy perdiendo en retazos y voy dejando pétalos de lágrimas a mis pasos.