#una chica invisible

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que horrible esa sensación de que te ocultan algo.

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Siempre me vas a ver con el labio partido de algún mordisco

También con la piel de gallina porqué olvidé llevar abrigo

Suelo cambiar de atuendo seguido con ímpetu de mejorar las energías

Prendo un sahumerio y una vela para el mal augurio

Porque se me da la gana, no es solo una simple maña

Aunque pienso que ese pequeño gesto dice mucho de alguien

Es una magia que me da gusto, entiendo el mambo místico

Qué corra la ventolada, yo tengo pecho fuerte y resistente a la mala vibra

Y qué ni se le ocurra tocar mis cuerdas, mucho menos mis pinceles

Si se me diera bien, cortaría con cinceles los inviernos del alma

Ya hace mucho tiempo que nieva en esta tierra

Hace tiempo ya, que las miradas no buscan mapas. Se pierden entre ellas y no conectan estrofas.

Es que las lágrimas son notas en mi rostro cayendo y esa pobre guitarra mi pañuelo, el eterno consuelo del desvelo

No siento miedo en su sonido abrazante, pulsante, motivante

Me impulsa a recrearme, hacer arte…

Tal vez reinventarme.

Por siempre víctima, si de eso se trata para intensificarte;

Por siempre entregada a la música, un amor impresionante ❤️

Es una persona delicada, no le gusta estar en soledad debido a su infancia. Aunque podría ser una excusa; sin embargo la encontré muchas veces pidiendo a gritos que la dejen, la he visto incluso aislarse sin parámetros. También la vi yendo y viniendo, perdida sin rumbo, hasta teniendo el control de cada movimiento. Es rara, es ambigua. Es ella.

Le tiene fobia a los espejos y se pinta como un cuadro renacentista,

Detesta viajar y siempre la cruzo en camino hacia algún rumbo,

Nunca puedo encontrarla y vive dentro mio,

Su mantra es mi peor enemigo

Lleva el cabello suelto insinuando desinterés en ataduras

Tiene joyas en sus orejas y en sus muñecas

Es todo lo que algún día quisiera ser y todo lo que boicotea mis decisiones

Pero es, fuertemente una parte de mi ser

Tal vez no puedas contra mis inseguridades, tal vez no seas un guerrero de mis incoherencias

Pero te tengo así dormidito al lado y atesoro cada sonido de tu respiración

Porque vos sí que respiras profundo

Tal vez nunca digas que pensás o lo que sentís, y tampoco sepas que te leo la mirada, los gestos, los movimientos

Sé que no entendés del todo lo que me pasa, pero también sé que te preocupa; lo veo en tu postura y a veces en tus rechazos

Nunca dudo de tu amor. Tenés que entender que el amor siempre es un lugar vulnerable para quienes sufrimos en silencio; entonces nunca voy a reaccionar de manera coherente

Fantaseo con arrancarme la piel, con volver a nacer en otro cuerpo u otra realidad, aguanto la respiración porque no siento que merezca vivir

Y aún así, escuchar tu respirar me hace vibrar, me hace soñar que todavía se puede

Que no soy eso que imagino todo el tiempo

Entenderme sin entender, es una manera de hacerme libre de mi misma, de esa parte de mi personalidad que no me pertenece

Normal? Qué es normal? Si ya no sé distinguir en qué momento me encuentro, o me la paso imaginándome sepultada en un cementerio. Es que así está mi interior, tan muerto que ya no hay flores ni canciones, ni bailes en la noche, ya no hay pinturas expresionistas. Estoy cansada de fingir, tan cansada que opto por no ver a nadie. Es más angustiante ver personas que incluso amo, que la mismísima soledad. Aprendí a refugiarme en el silencio y de ahí ya no quiero salir.

Tengo el amor de mis amigos y el amor de mi vida, no voy a menospreciar su tiempo y afecto relatando mis mortíferos pensamientos constantes e irrelevantes. Tienen cosas mucho más importantes y están concentrados en resolverlas, no me daría el tupé de invadirlos.

Sin embargo arrastro cadenas desde mi garganta hasta mis talones, que crujen en el llanto de cada noche, en la pereza de seguir adelante. No me quedó una pizca de esperanza y ya no creo en el azar del destino fortuito.

Qué indecoroso escrito les dedico ésta madrugada;

Pareciera que a veces subiera y cuando bajara tuviera el peso de una ballena

Es que nunca supe regular la intensidad de la llama que incendia, o la que calienta

Aunque confieso querer estar un poco encendida

Debería partir de allí? O de las voces que gobiernan mi errante accionar?

Si tan sola quiero estar, porque hay tantas personas a mi alrededor

Si el silencio es mi resguardo, porque duele tanto

Si en verdad quiero todo lo contrario a lo que anuncio, porque me comporto tan cerrada y no acepto mi destino

Quiero encontrar al asesino de éste crimen mental,

Y espero no ser yo.

Yo aquí con una ansiedad atemorizante que me cierra la laringe cual nudo de soga

Y tú allí, formando desniveles en mi conciente, con tu ronquido ignorando el espacio que falta

Ojalá sueñes bien. Te deseo siempre lo mejor.

Me encuentro en la oscuridad de nuestro living mental, en esa casita de muñecas que cree para comerme el papel de un personaje inexistente; de un ser capaz de querer a alguien sin pensar.

Es mentira. Pienso, reflexiono y quiero irme.

Todavía no encontré las herramientas para reparar lo que está roto, hay humo por todo el espacio, no quiero ver lo que no estoy preparada para aceptar.

El vacío existencial

Las franjas y facetas de la psiquis

El quiebre emocional

La falta y ausencia

El duelo y el dolor

La anestesia que falta, que ya no consumo, que ya no juego a perderme

Solo quiero encontrarme

Y me parte en pedazos verte ignorarme

Porque si ni yo puedo escucharme, solo quiero que me beses hasta anestesiarme

Quiero callar mis voces mentales con el cariño faltante

Quiero decir te amo en palabras y no en un soplido

Quiero desarmar el nudo con las manos y no cortarlo con tijeras.

Quiero ser partícipe de mi mejora

Quiero un sábado de flojera sin culpa

Quiero relajarme en tus brazos sin catapultar odios de mi boca

Y para eso es necesario que despiertes

No quiero escribirle a la decepción,

Siempre con el párrafo en gris

El gris desopilante, indecoroso para mí gusto.

Con las gotas incesantes cayendo sobre mis mejillas…

Con el vacío de un amor chato.

No quiero escribirle a la decepción,

Estoy cansada ya de las excusas.

No tengo dudas sobre lo que quiero,

Tengo dudas sobre lo que pasa,

Que no me gusta la cama vacia.

Que los momentos sin alguien que te haga sentir única, no valen la pena.

Y acá estoy cantándole a la soledad acribillante,

Una vez más, el corazón de vidrio

Le falta vino, amor, y un sentido por seguir.

Hojas de papel mojadas en el suelo de mi cuarto, el desorden que refleja mis sentimientos destrozados

El vacío en la cama, el vacío en mi interior, la copa de vino sin llenarse

Colillas de cigarro viejo, la madera que rechina

Siquiera con lágrimas puedo limpiar la suciedad que tengo

Y sé que no merezco ésto.

Pero solo acepto algo destructivo;

El desinterés, la falta de comprensión, la tensión

Siempre van a ser disparadores de la inestabilidad

Aprendí a querer de esta forma, particular y errática

Sé que está mal, pero sin embargo insisto

Valga o no la pena, me guste o no me guste

Opaco mi fortaleza con tristeza

Y día a día, me quedo sin armonía


La lluvia que oxida mi coraza

Soy poco práctica en defensa

Llevo mucho peso y camino rápido

A la larga me canso, necesito un descanso

A la larga no encuentro a nadie en este desierto trágico que es la vida

Y me voy atorando en un suspiro quieto


Solo siento,

Que no hay lugar

Dónde reposar

No tuve una infancia rica, ni elegante. No tengo diamantes ni dientes resplandecientes. Llevo lentes de miedo hacia donde voy, me asusto con frecuencia y reacciono negativa debido a la impotencia. Tengo un trastorno muy común conocido entre quienes lo padecen, pero completamente lejano a aquellos seres dormidos.

Me envuelvo en una frazada y me lleno de almohadas al dormir, me gusta sentir peso en mi cuerpo, es acogedor y me hace dormir rápido.

Si es por confesar, nunca me sentó bien el amor. De hecho, no creo en él. Aunque amo mucho, mucho, mucho… Tanto que lloro en la ausencia y río en compañía.

Vivo con un miedo invisible

Genero mis propias inseguridades

Pero me brota amor de todas partes

Sufro mucho cuando espero el colectivo sola. Sufro el doble, ya que me recuerda a todas esas veces que estuve sola, a todas las distancias que recorrí siendo muy indefensa y sin conocer el camino.

Sufro porque justamente las veces que me dejaron sola, fue en la parada de un colectivo. Sufro porque siempre que huí, fue en colectivo.

Sufro porque ese transporte triste, patético y gris, tarda siglos en llegar. Porque huele mal, y está lleno de gente que me mira, lo cual me genera el doble de ansiedad.

Sufro porque ya viaje demasiado, con y sin rumbo. Le dediqué más horas a las vueltas subida en él, que fuera de él.

Me hace terriblemente mal que encima llueva, justo cuando me siento inabordable. Me estresa la gente por todos lados, cuando quiero llegar rápido y tranquilizarme.

No sé cómo abrazar a esa persona rota que tengo adentro, ni como consolarme. Se vuelve inaguantable tanta presión, ese batallón de sufrimientos pasados y futuros.

Serán las ruedas que giran y me marean?

Ese armazón metálico chillón

Me pone los nervios de punta el ruido de amortiguación

Quiero bajarme y todavía no me subí

Quiero subir y todavía no encontré en cuál

Si la ventana está abierta la cierro, y si está cerrada quiero abrirla…

Me gusta viajar sentada escuchando música, pero sin ella es el infierno más grande que transitar.

El arte siempre como sostén de mi incesante mente.

Me siento sola en la mera existencia,

No encuentro la aguja para bordar sueños

Es más, me desvanezco en desvelo.

Me siento sola porque me aislo, ya que no siento que alguien pueda comprender tanta tristeza

Es que la angustia es la pena grande que llevo y conllevo… Que tengo adentro, la saco afuera siempre y cuando esté sola. Porque como dije, nadie comprende tanto llanto.

Tengo una red en mi entorno, hostil y punzante, frío y desesperante. La tejí siendo yo misma; Herida y destructiva.

Tapo trastorno con vacío, oculto con virtud el desamparo y trato de colonizar mi propio odio sin lugar a triunfar. Soy mi peor enemigo.

Creía que el amor era mi guía, creí con fuerza y añoro que las luces vendrían en amparo. Cómo si fuese un puto cuento, me enredo en mentiras para autoconvencerme. De qué? Si a nadie le debo mi historia. A nadie le debo explicación, y de ser así, que se vayan a la mierda.

Destrozo lo que creo, ya que no confío;

Con un revólver disparo en dirección al vacío

Tengo fé que el silencio es la muerte segura.

Es la realidad que ya no me aguanta y sus días pesados como elefantes. Es la onda que ya no tengo, la felicidad que me arrebató la mierda en la que yo misma me metí. Ya no son suficientes los motivos para encarar el día.

Me arde el estómago de odio, se me anuda la garganta de angustia. Me caen lágrimas involuntarias constantemente y solo pienso en no respirar más.

Pienso escenarios dónde ya no existo: dónde no cargo con mi consciencia, ni está realidad asfixiante.

Me desangraria gota por gota, con tal de no escuchar más una voz agotadora. Ya no son suficientes los amores, ni las amistades. Las cosas que antes eran mis favoritas, se desvanecieron en vacíos. El vacío que yo misma inicié.

No veo luz, no veo oscuridad. No veo absolutamente nada más que cansancio. Y estoy cansada de fingir lo contrario.

Solo pienso en desaparecer.

Cuando te toco las manos o estoy abrazándote, enredada en tus brazos siento la corriente eléctrica que necesito para subsistir en un mundo cruel;

Justamente es tu sonrisa la que tiene la cuota de agasajar mi tristeza, en vaivenes de estrés siempre apareciendo con un sonido tranquilizante.

Admito que genera un desazón tu ausencia, lo cual hace tan gratificante la presencia. Jamás quisiera que sientas la soledad acribillante, pues eso es mi peor navaja en la vida cotidiana.

Tampoco me perdonaría hacerte daño, ni que utilices éste amor para un mal mayor.

Hasta en mis peores dias, tengo un lugar cálido para la memoria y un beso tibio para que descansen los miedos.

Si tan solo pudiera, me enchufaría a tu corriente eléctrica y moriría: ciega y querida.

Me gusta mirarte, olerte y más aún tocarte, adherirme a tu piel caliente y quemarme con tus ganas y mis ganas de ser uno de dos.

El amor; mi peor droga y vos mi dosis diaria.

Me quiero tirar por un puente, y el único que hay es el de la autopista de enfrenta de mi casa, el cual es más patético que la vida misma. Aunque quisiera tirarme de un edificio tendría que pedir permiso para ingresar, si quisiera matarme tendría que comprar un arma la cual no tengo dinero, y así con todo. El hecho de morirme ya me causa desgano.

El desahogo en el dolor ya me aburrió, cumplió su ciclo, me cansó. Ahora solo me quedo callada viendo cómo otros hacen estragos con mi cabeza, mi rutina es agradarles y hacer lo que quieren constantemente. Estudio para tener un título simple, que lo único que genera es un puesto fijo. Un empleo “digno”. El sistema educativo es un fiasco. Más antiguo que las pirámides egipcias, más deprimente que yo un domingo cualquiera.

Tengo una acidez en el estómago con un sabor amargo de cansancio, tengo los ojos explotados de lágrimas y el alma en llamas. Aquello que amaba ya no le encuentro sentido, y lo único que me retornaba a la felicidad se esfumó en los años.

Tendré veintitantos, pero conllevo la pesadez de un viejo sofá destruido. Todos se sientan en él, opinan sobre él, hacen lo que quieren. Porque claro, a quién le importa la simple costura de un mueble. Son detalles que abarcan una existencia, en un mundo sin sentimientos. Tengo pelos de gato, algún que otro agujero físico y espiritual, mullido de grasa, triste y apagado.

La única cuota de luz que debía, era a mi misma y siquiera puedo pagar el precio por existir meramente.

Esta angustia hace que te duelan los órganos, los huesos y el cerebro. Todo pesa el doble, por vos y por la tristeza. Inagotable existencia.

Y me moriría, les juro que el único anhelo que tengo desde hace años, es ese. En momentos pausados fantaseo en formas espontáneas de muerte. En el colectivo, en una enfermedad, acuchillandome yo misma, en un accidente, y así mil cosas.

Ya no interesa si algo me llevó a ésto, no interesa tampoco salir adelante de nada debido a que siempre acabo en el mismo intrusivo pensamiento.

Morir, es mil veces mejor que vivir muerta.

Ese sentimiento incontrolable de querer hacer muchas cosas o querer morir al instante… Como si no fuera suficiente inestabilidad la de tener que lidiar con el deseo mortífero, que a eso le sumamos el descontrol de ser alguien creativa.

Y pero claro, he creado en mis peores momentos. Siempre fue mi refugio crear.

Aunque el tiempo escasea… Y las ganas, las palabras son escuetas.

Yo me vuelvo cada vez más pequeña. Frágil, sumisa y de cristal.

Y el mundo más grande, violento e inconcebible. Ya no queda lugar en él para mí creatividad, ni hay deseo en mí de habitarlo.

Será mi condición emocional extrema qué me lleva a ser tan drástica, dramática y suceptible? Serán las cosas que nunca van a cambiar las que tanto me agobian? Esas cosas que sucedieron y no tienen cambio… Será la rutina de la pandemia que me hizo desconocerme? Por ende, entrar en un espiral depresivo, vicioso y dependiente del cigarrillo… Será la falta de afecto durante tantos años arrastrada hacia la actualidad? La inseguridad que me atesora desde la infancia? La falta de autoestima elevada debido al estrés?

Será que me voy perdiendo en retazos, pétalos de lágrimas que voy dejando al paso

Siento los pies cansados, de este año y el pasado

El nudo en la garganta es humano, es la sociedad que me condiciona a encajar en su hegemonía

El temblor que nace de mis manos es debido a que me dejo de lado

Que me olvido de mis sueños y valores, que me quedo sola en los sentimientos de vacío

Será en gran parte la culpa que me genera ingerir sólidos en mi cuerpo líquido

Serán las huellas dactilares en el sexo no consentido que tuve

De seguro sea en su mayoría mi pulsión de muerte queriendo salir del recipiente

Pero si ya me desquité de esa parte de mi ser, por qué late tan fuerte?

Entre frustración, estrés y ansiedad, no hay lugar para ser en realidad

No hay tal camino que andar, ni meta que completar, si me voy perdiendo en retazos y voy dejando pétalos de lágrimas a mis pasos.

Hay una diferencia entre la historia actual con las anteriores, de las cuales, una parte de mi se arrepiente y la otra está orgullosa de haber pasado tanto mambo con la cabeza en alto.

Hoy no me avergüenza sentir, ni soy ultrajada por eso. Hoy canto, toco la guitarra con pasión. Si bien es muy difícil sobrellevar mi baja autoestima, cuento con las herramientas y fortalezas que antes no.

Hoy tengo a mi lado una persona qué no solo valora, sino que me acompaña en el sentimiento de lo vivido. Sin saber, o sabiendo porque le conté, está ahí; otorgándome el amor que siempre anhelé.

Ese amor suave, que cuando hable emane tranquilidad. Que sus torpezas no sean con intención y que cada acto que realice sea con el corazón. Que me cuide y no me destroce.

Te abrazo a la distancia, ésta noche no estás conmigo pero sin embargo permaneces en mi esencia. Tenés todo lo que alguna vez me guardé por miedo y las ganas de crecer que nunca estuvieron.

En estos años transité por distintos amores

Amor de vino, entintado de dulce y amargo

Amor de vidrio, transparente y frágil

Amor de un día y una noche

Amor de droga y perdición

Amor de naufragio y ahogo

Amor violento y abusivo

Amor psiquiátrico con matices de dependencia

Amor mentiroso sin frontalidad

Amor con falso afán de amor

Amor confuso y agotador.

En cambio hoy:

Hoy mi amor es cariño al corazón.

Me indignan los hombres que no tienen frontalidad. La gente en general, que no maneja un criterio y una responsabilidad. Es como que la sociedad avanza, la ciencia descubre cosas para simplificarnos el panorama, para que venga un pelotudo y corrompa los códigos establecidos de responsabilidad y se meta en el culo los valores.

A dónde llegamos? Que es más fácil expresarse por mensaje que personalmente?

Se supone qué vibras alto perdonando a la gente que se equivoca? Hay que fumarse éstas bicicleteadas, juegos berreta mentales para reafirmarse?

Desde cuándo vale más el egoísmo que la amistad o el amor?

Siento que nunca encajo a fin de cuentas.

En algún lugar del mundo, además de mis amigos que se han vuelto la familia más grande que tengo; debe haber un amor fugaz que valga la pena llevar.

Me pongo la bandera y el nacionalismo del arte, porque fuera de joda, es lo único real que conozco.

Todos buscan revolcarse, nutrirse de tu compañía y al final, en la torpeza de jactarse cuidado hacía el otro, corrompen lo que aprecian.

No me tomen como caótica, sólo soy la misma de siempre planteando panoramas decepcionantes.

De nuevo vuelvo a reconocer mi capacidad de resiliencia, en los peores momentos (que no sería éste el caso) salgo adelante con la frente en alto. No fallé, desde el cariño nunca hay falta.

Se tienden a confundir los tantos, pronunciar palabras de afecto cuando los actos dicen lo contrario…

Y al otro lado estoy yo, con la frente en alto, volviendo al negro como dice Amy Winehouse. La oscuridad que caracteriza mi vulnerabilidad ante los vínculos afectivos.

No me representa la estupidez humana, la falta de códigos, ni mucho menos la cobardía. Siempre estuve acá y me banco cualquier derrota. No soy careta y me retracto si me equivoco.

Ese espacio que representa mi figura física, se vacía a medida que la espiritual se aleja.

Aunque me pongan barreras, los sentimientos que despierto quedan eternos en el espacio que habito.

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