#inteligencia emocional

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La técnica del cubo de las emociones o los sentimientos se emplea para trabajar las emociones en la infancia y también para niños con asperger u otras psicopatologías con dificultades para identificar las emociones propias y ajenas, y se trata de un ejercicio extremadamente útil a edades tempranas. Hoy te voy a hablar de esta técnica para que puedas aplicarla con tus hijas, alumnos, sobrinas, nietos…

Daniel Goleman presenta la técnica del cubo de los sentimientos en su famoso libro “Inteligencia Emocional”. Échale un vistazo si quieres profundizar en estos aspectos. Esta técnica está recomendada para utilizar con niños y niñas de hasta los 9 años, pero cuanto antes se aplique, muchísimo mejor.

¿En qué consiste? Necesitaremos un cubo. Puede ser de papel o puede ser comprado, de cualquier otro material. En cada una de las caras del cubo deberemos escribir (o adherir con una pegatina) el nombre de una emoción. Por ejemplo: miedo, alegría, enojo, sorpresa, asco, desprecio… Lo ideal es que esta actividad se realice en grupo de niños y niñas y no únicamente con un niño, pues no se le sacaría todo el partido a la técnica, ya que los niños en su interacción se abren más a la experiencia y pueden compartir con los demás niños sus emociones y comprender así también a los demás, o aprender de una emoción que todavía no han experimetado.

Los niños/as se van pasando el cubo y, en cada pase, el niño lo lanza y comparte una ocasión en la que haya sentido esa emoción concreta. Muy simple, ¿verdad? Pues te cuento los beneficios de emplear esta técnica con el niño/a: Aprende a relacionar los sentimientos con las palabras. Descubre que no es el único/a que experimenta determinadas emociones. Desarrolla la comprensión de las emociones propias y ajenas. Desarrolla la empatía…

¿Qué te parece? ¿Crees que podrás aplicar esta técnica con algún niño/a próximamente para contribuir a su desarrollo emocional? Cuéntanos tus ideas en la sección de comentarios. Si te ha gustado compártelo en tus redes sociales.  

Y recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!

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