#desconocido
Caracas, 1 de enero de 2021. 2:30 a.m
Carta a una desconocida a la que llame “amor ”
Después de leer tu carta y darme cuenta de que realmente eras tú la que me estaba escribiendo y diciendo por correo todo lo que yo esperaba que dijeras en persona sin embargo lo comprendo, entiendo que nunca fuiste realmente valiente a la hora de sincerarte más no te culpó por ello, la culpa fue mía por idealizarte y pensar que si. Quiero que sepas que después de todo no te odio, ni creo que podría hacerlo porque me he pasado un mes completo intentando hacerlo y nada funciona ¿cómo podría odiar a la persona que me hizo feliz por primera vez en años? Sería tan injusto para ti, e incluso también lo sería para mí pero si es justo que sepas que ya no te amo, ya ni siquiera se si te quiero, me hiciste mucho daño y por momentos sentí que en verdad eras una desconocida para mí, al parecer no te conozco, no realmente y como podría mi corazón sólo querer a una idea que tenía de ti. Espero entiendas mis palabras y no me malinterpretes , se que algún dia amaras a alguien tanto como yo te ame a ti y si la vida es realmente buena alguien me amara de igual manera mientras tanto seguiré aprendiendo del pasado y de ti mi estimada desconocida. Se que no eres mala y que no intentabas herirme, sólo no podías quererme de la misma manera que yo te quería a ti, eso no te hace mala, verdaderamente te hace humana.
Pt 2.
“Le convertí a usted en un extraño para olvidarle y ahora el extraño soy yo”.
— Carlos Ruiz Zafón. | El juego del ángel.
¿Qué podría salir mal al dejarse llevar? Quizás podríamos ocasionar un caos entre nosotros o podríamos comenzar a escribir la mejor historia, es impredecible lo que se acontesca después. Mientras tanto voy a disfrutar este momento, aquí, donde estoy ahora, mi momento, estás siendo la pieza importante de mi vida, no me sueltes.
“Y si el infierno también tiene un cielo.”
Sigamos fingiendo que no nos conocemos aunque por dentro sepamos el lugar exacto de cada uno de nuestros lunares.
Desconocidos; Javanaise
Si mentía, me quedaba en el plano de la poesía, de una superación verbal del mundo. Si perseveraba en una denigración ciega del mundo, mi denigración era falsa (corno la superación). En cierto modo, mi conformidad con el mundo se profundizaba. Pero al no poder mentir a sabiendas, me volví loco (capaz de ignorar la verdad). O al no saber ya, para mí solo, representar la comedia de un delirio, me volví loco pero interiormente: viví la experiencia de la noche.
El cuestionarlo todo nacía de la exasperación de un deseo, ¡que no podía abocar al vacío!
El objeto de mi deseo era, en primer lugar, la ilusión y no pudo ser más que en segundo lugar el vacío de la desilusión.
La poesía revela un poder de lo desconocido. Pero lo desconocido no es más que un vacío insignificante, si no es el objeto de un deseo. La poesía es término medio, oculta lo conocido en lo desconocido: es lo desconocido ornado de los colores cegadores y de la apariencia de un sol.
