#microcuento
Abrí Tumblr Vi comida bien antojable Bajé a la cocina Me preparé Dos tacos de frijoles Y, como quien cae por un Tunel de lucidez Caí en cuenta que Lo más valioso que me dejó Vivir solo fue: Comer comida fría. Como mi corazón.
El mundo está dividido entre gente que ama y gente que crea conceptos sobre el amor.
Benjamín Griss
Hay miradas que enredan y abrazos que desatan.
Benjamín Griss
Hay tiempo para todo, menos para perderlo.
Benjamín Griss
“Volveré algún día. Quizás roto. Quizás más herido que antes. O quizás con más días grises en mi vida. No podría decirte que soy un héroe o que voy a salvarte de ti misma. Soy todo lo contrario a salvación. Por las noches ando como un gato en el tejado, tratando de arañar a la luna. A veces ella baja, despacio, en silencio y me susurra al oído que le encantan mis ronroneos y que por nada va a cambiar el brillar de mis ojos. Luego se reproduce una canción con la que me hice daño por muchos años y veo el reflejo de alguien a quien solía amar, con una fuerza que ni siquiera es del tamaño de la que me sostiene.
Me sumerjo en los ideales que me han traído aquí, a luchar, a dar la cara por las sombras que viven bajo el mar. Deseo tanto que una noche vengas desde las profundidades y me digas que me has echado de menos, mientras yo estuve fuera de mi hábitat. De mi hogar. Y me hagas sentir, también, como alguien a quien solías amar.”
Benjamín Griss
Para ser perfecto tienes que haberte hecho mierda. En el amor, en la vida, en el trabajo.
Benjamín Griss
Claro que se puede amar sin ser amado. El amor no tiene códigos ni leyes. Es tan real que se deja llevar como ese río que desemboca al mar.
Benjamín Griss
Por iniciativa, se puso en el medio del huracán, sólo para demostrarse a sí misma que podía salir herida o intacta, pero que iba a estar al otro de la tormenta.
Benjamín Griss
Pierdes desde el momento en que te paras y te preguntas ¿por qué sigo intentando?
Recuerda que, a veces, sólo falta un día para primavera y cien para el invierno.
Benjamín Griss
Ella vivía en constantes puntos suspensivos: en el amor, drama, felicidad y comedia. Hasta que un día, él, le plantó un punto final en la boca.
Benjamín Griss
Hay amores de los que prefiero no escribir, para que con el curso del tiempo vayan muriendo poco a poco. Y hay desconocidos con los que me la pasaría riendo toda la vida. Sin conocernos. Respetando la belleza que guarda lo que nunca se termina de conocer.
Benjamín Griss
Siempre. Pero siempre. Es quien te recompone tras la rotura. Quien te ayuda a sonreír poco a poco, porque entiende que estar triste es un proceso. Siempre es quien te acaricia donde otros han puesto la mano. Es quien te lleva al límite y saltas la cuerda que te impide avanzar.
Benjamín Griss
Me amó y no entendí su amor. En las tardes de invierno me arropaba con sus brazos, metíamos los pies bajo la sábana y me contaba historias de dinosaurios.
Benjamín Griss
Cómo pueden vivir como si nada cuando han herido, hecho llorar o roto un corazón.
Benjamín Griss
Un segundo de risa puede apagar mil tormentas.
Benjamín Griss
Sí.
En algún momento creí en lo que no debía sentir.
Pero el amor es fuerte. Es un lazo que te amarra los pies y la cabeza, impidiéndote correr para salvarte de la contaminación sentimental. Contaminación porque terminas asfixiándote con los deshechos de las ilusiones y las promesas. Ojalá algún día. Ojalá me quiera. Ojalá me recuerde cuando ya no esté ahí nunca más. Nunca más como promesa de amor propio. O como excusa para no volver a intentarlo.
Hablar de lo que me duele representa exponer la herida al sol. Hacerla visible y, con ello, vulnerable. Me expongo a que me rompas, una y otra, y otra vez. Que sea a tu antojo que me hagas pedazos, con tu forma inaudita de hacerme sentir que, a veces, los corazones rotos terminan con un final no tan desastroso. He venido exponiendo mi caso. La historia del gato que se enamora entre teja y teja, entre lunas menguantes y llenas, entre vidas perdidas y vidas gastadas.
Quiero creer que me amaste de una forma con la que no has amado a nadie. Quiero creer, también, que sigo en este camino porque dicen que, el verdadero amor termina algún día, pero en algún lugar han de encontrarse nuevamente. No mantengo mis defesas tan altas como para no enamorarme de otro gato, porque me voy a caer en las redes del amor tantas veces como me lo permitan las vidas que me quedan.
Has de esperarme, y has de enamorarte de otros. Has de hacer vidas y escribir historias de esas que el egoísmo te impide contarlas, porque han de ser solamente de dos. Como en dos se partirá nuestro corazón tras nuestra despedida, y el pino sonará de fondo mientras el uno mira cómo el otro se va. Has de arriesgarte y te han de romper el corazón, has de sanar tan rápido como has de besar otros labios que te harán olvidar amores veraniegos. Has de olvidar también caricias, besos y baladas. Pero ahí estaré yo, presente, en algún rincón del recuerdo, mirándote y esperándote en aquel lugar donde la vida nos ha de juntar de nuevo. Y ahí entenderás que, uno puede hacer mil vidas, escribir mil historias, bailar mil tormentas; pero siempre regresa al abrazo que te protegió del mundo. Y ahí estaré yo, con mis brazos abiertos, mientras llovizna; mientras nosotros seremos esa tormenta de la que no se sale bailando.
Benjamín Griss
Que suerte no depender de las borrascas, de las masas de aire o del cambio climático.
Que suerte no necesitar abrir la ventana o subir la persiana. Es más, incluso con los ojos cerrados podría adivinar el tiempo si tú estás cerca.
Lo de llamarte “mi solecillo” no es una expresión, es la definición de lo que significas para mi.
A tu lado hace buen día aunque llueva.
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Hay trenes que pasan una vez en la vida. Puede parecer poco pero a veces con una vez es suficiente.
No te hace falta llegar dos veces a mi, con que vengas una y no te vayas es suficiente.
Conmigo sólo necesitas billete de ida, el resto del viaje no tiene precio.
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Yo siempre he querido tener contigo algo que no tuvieses con nadie. Algo que nunca hubieses sentido y que no volvieses a vivir si no fuese conmigo.
Algo que solo fuese nuestro y que siempre lo sea.
Algo que supiésemos tú y yo y con eso fuese bastante.
Yo siempre he querido tener contigo algo o todo directamente
¿Para qué ir por partes?
Todo el mundo dice que el amor está en el aire, ahi flotando, al alcance de cualquiera, como la contaminación.
Para mí solo está en aire si grito a los cuatro vientos que te quiero. El resto de las veces está donde estés tú.
Seguimos sumando, seguimos creciendo.
Fuimos dos…
Supimos serlo. Juntas, pero dos. Cuatro piernas, cuatro brazos, dos cabezas…
Un pasado que no escuece si tenemos en cuenta que aunque fuimos, seguimos siendo.
No existen las matemáticas exactas cuando se trata de amor.
¿Quien dijo que 1+1 eran 2? Hoy no me salen las cuentas.
Ha pasado tiempo ya desde que fuimos dos, lo recuerdo con cariño pero no lo echo de menos. Hemos vuelto a nacer.
He visto huracanes arrastrar a miles de parejas que eran dos por no saber contar. Contar el uno con el otro, qué sencillo parece ¿verdad? Están ciegos.
Hoy es un día de tantos, un número en el calendario como todos. No siempre me gustaron los 4 pero hace dos años y unos meses son como una estrella fugaz en medio de un firmamento.
“Qué tontería!” pensarán los que creen que no necesitan salvavidas fuera del océano.
Yo no entiendo de tonterías cuando se trata de amor. No sé por qué todo el mundo se empeña en enfriarlo, materializarlo, pisarlo, subestimarlo… Será una nueva enfermedad, ¡¡que no nos atrape nunca!!
Ellos dicen ser libres, yo los llamo cobardes. Por no saber comprometerse con el instante, porque poner límites al amor es como intentar ponerle diques al mar.
Y todo porque tenemos miedo a que en el fondo seamos un auténtico fraude y nos descubran. Miedo a que el otro arañe un poco y vea que no hay nada. Nada serio.
Pero, ¿cómo se hace para no sentir algo cuando se siente? ¿Cómo se finge la vida?
Fuimos dos, pero desde hace un tiempo somos UNA.
Unidas en pañales la invito a crecer. Aprenderemos a caminar con las piernas de la otra, a mirar con los ojos de la otra. Aunque cueste a veces, porque es como aprender de nuevo a vivir.
Lo que le duele a ella me duele a mí.
El amor es serio y nosotras somos su sonrisa.
Estar en el mismo bando nos hará más fuertes. Sabremos tragar lo que coma la otra, sabremos hacer esfuerzos, sacrificios, dejar de lado lo que nos mata o lo que le mata a la otra parte y esquivar las piedras saltando a la misma vez. Porque así es la vida, hoy por ti, mañana por mí, SIEMPRE POR LAS DOS.
Fuimos dos, en pasado porque somos una en presente, cada vez mas nuestras, cada vez más unidas y cada vez más fuertes.
Seguimos sumando, seguimos creciendo.
Nada ni nadie va a parar a dos que caminando juntas aprendieron a correr con el peso de la otra.
¿Invencibles?
Cuéntamelo tú.
(delamaneraquesea)
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Y mira que es ingenua. Y es que aunque me suene deshonesto, ella cree que las hay mejores. Cree que quizás alguna vez podría escaparme de su lado para huir, pero… ¿quién huye de la felicidad?
Que me lo expliquen, ¿quién podría intentar escaparse de esa sonrisa? ¿quien podría pretender voluntariamente perder su tesoro y quedarse sin nada?
Y ella…. está tan loca, loca de remate. Quizá crea que alguna remota vez podría abandonar sus sonrisas, sus abrazos, sus caricias, su forma de ver el mundo, su ingenuidad, su ternura y su don para hacerme tan TAN feliz…
Pero quién, ¿quién estaría tan loca como para huir de su capacidad para enfatizar mis virtudes?
Eres mi capacidad. Mi capacidad para ser. Para ser mejor.
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.No me acostumbro.
No me acostumbro a tenerte.
No me acostumbro a oír tus te quiero, ni a mirarte cuando nadie me ve (incluida tú). No me acostumbro a ser yo la persona con la que quieres compartir la vida, ni me acostumbro a soñarte (sobretodo despierta), tampoco a verte en las mismas fotos de siempre que están en el mismo sitio de siempre.
No me acostumbro a que nuestro día sea un día cualquiera aunque hayan pasado 25 meses…
No me acostumbro a llorar de felicidad cuando no me ves, porque a veces creo que esto no me puede estar pasando a mi (por fin el amor de verdad ha llamado a mi puerta y lleva tu nombre), no me acostumbro a rozarte la espalda cada vez que me cruzo contigo, ni a tu olor por las mañanas (es el atípico olor que me transporta a ese lugar del que nunca quiero irme).
No me acostumbro a tu sonrisa ni a querer sacártela con sorpresas insignificantes, no me acostumbro a la magia que nos envuelve en cada gesto, ni a tu manera de sacar la lengua como mecanismo de defensa, no me acostumbro a escuchar las mismas canciones que me llevan a nuestros momentos (aunque las oiga un millón de veces), ni a tu manera de disimular para que no nos vean, ni a verte crecer con cada reto que nos plantea la vida, de veras que no me acostumbro.
Que cada día que amanece valoro cada milésimo detalle…
Porque una vez conseguí darme cuenta de que el amor es alérgico a la costumbre y que hay que darle cada día su dosis de ese yoquese que lo mantiene vivo….
No me acostumbro a ser tuya ni a desear serlo lo mismo que lo deseaba el primer día aunque lo negara.
No me acostumbro a estar entre tus brazos, ni a los besos en la frente, ni a los mordiscos en la cara como queriendo comerte con la única intención de llevarte más dentro de mí.
No me acostumbro a buscarte entre las sabanas cada noche que no duermo contigo, ni a que intentes besarme cuando tengo la boca llena. No me acostumbro a dedicarte 4 palabras mal escritas cada dos por tres…..y espero que tú tampoco lo hagas de tenerlas, de tenerme y de tener todo lo que hemos hecho nuestro en este tiempo.
No me acostumbro a querer hacerte feliz de cualquier manera.
Todos los días son iguales hasta que tú.
Felices 25 meses pero no te acostumbres
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