#crecer
“Crecer es empezar a pagar las consecuencias por cada mal movimiento.”
Gustavo Yuste - La felicidad no es un lugar.
Por un momento quise creer que las cosas iban a salirme bien, pero a quien engaño… nunca lo logro.
“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías de la vida mientras esperan la gran felicidad”.
— Pedro Calderón de la Barca.
Mi cama llena de ropa.
Tú hablas con otras.
Me quejo, porque yo también lo hago.
No me gustaría estar contigo ni en un millón de años. Ni aunque me dijeras lo que quiero escuchar. Ni aunque escucharas las canciones que quiero que escuches sin que te las recomiende.
Ni aunque me pensaras como quiero que me pienses.
Te prefiero como mi ilusión, quizás así sea la única forma en que no me aburres.
juro que esta vez si es
Soy tan explicita como tú quieres que sea, en mis poemas, mis canciones, en la forma en que te miro.
Las palabras que no digo son lo que más quiero que escuches, esa es mi explicitud.
No te parece honesto ser lo que tú no eres?
Instalándome en el purgatorio
Que significa sentir a la mitad? Es acaso un tipo de sentimiento completo? Una fracción que termina siendo algo suyo y no de algo o alguien?
Cuando escribo es formalizar esta mitad de sentimientos, ponerle lazos, adornarlos y mirarlos. Sobre todo mirarlos, porque intento no hacerlo.
Creo que la mayoría de los sentimientos son fracciones del sentimiento. Desde mis ojos se me hace más fácil verlo, la intensidad no hace un sentimiento más entero que otro. Pero quizás si?
Te veo, me ves y veo como me ves.
De reojo pero quizás medio ojo más también.
Tu significancia me confunde, pero no solo la tuya, si no que la de los dos, tres, cuatro cuantos pensamientos, que no llegan a nada. Y a nada es al inicio.
Preguntas, basadas en sentimientos absurdos que no merecen el nombre sentimiento.
Magnetismo que va y viene pero irónicamente es opuesto al cinétismo.
uno, dos, tres cuatro y cuantos más conozco que no tienen despedida, solo se derriten en paz en el purgatorio.
desintegrarme como una bomba de baño en la tina, así me siento cada vez que veo tu nombre, lo escucho o lo huelo.
desintegrarme y ocupar cada espacio del agua como tú lo haces en mi cabeza, debajo de mi piel, en mis dedos.
piensas en mi cuando hablas de mi?
Me confundes.
Eso es lo peor y lo mejor que me puedes hacer.
Como alguien puede tener pupilas tan grandes y mirarte.
¿Miras como me confundo? ¿O tu también te pierdes?
Cuando vas a mirar como te escucho.
Camino sobre tu sombra.
No camino, corro, para alcanzarte, alcanzarla.
Y es que uno piensa que cualquiera te puede sumar, hasta que llega alguien y ama cada uno de tus defectos y te motiva a ser lo mejor, es ahí donde te das cuenta que no cualquiera te suma.
Nunca nada me animó a confiar en mí, pero siempre creí en la promesa del horizonte. Tan ficticia como mis talentos, tan lejana como sueño de otro.
Caminé hacia ella hasta donde mi cabeza pudo imaginar, y varias veces llegué a visualizarme bajo el claro de luna convertida en lo que siempre había querido: ahí estaba yo al cerrar los ojos, hecha de millones de partículas de ensueño; pero también estaba ahí al abrirlos, sumida en la densa hostilidad de una noche sin claro ni luna.
De otros, será de otros, la posibilidad de volverse aquello que cultivaron desde la primera quimera, más por mi parte ya voy creyendo que estrellada he nacido. Sucedió este pensamiento cuando mi madre me habló sobre conectar mis cables a la tierra y dejar de ser como yo: “madura de una vez, los hobbies vendrán después”. Humedecí mi camisa de paño llorando un poco como respuesta, hasta que dije en voz alta que me olvidaría de mis ideas sobre alcanzar un día cualquiera aquella línea indescifrable. “Si no tienes madera para triunfadora, deberías ser profesora”, fue lo que me aconsejó una vecina, y se me grabó a fuego aquella sensación posterior, mezcla de tristeza e indignación. Pude haberle destruido con argumentos cada una de sus palabras, pero no me quedó fuerzas más que para llorar en mi almohada.
Estoy empezando a creer que esta realidad me supera y que en cualquier momento me llamarán por mi apellido para decirme que para todo ya estoy demasiado vieja. “Señora, está llegando tarde, nuevamente”, “usted no cumple los requisitos”, y en el centro mi madre diciéndome otra vez “los hobbies vendrán después”.
No diré que ya no sigo pensando en la promesa del horizonte, a veces todavía me acecha el recuerdo de caminar como brújula perdida hacia uno no sabe dónde. Creo porque al final del día me gustaban más esas lágrimas de saberme peregrina de un destino no escrito, pero lleno de profecías, tan ficticias como mis talentos, tan lejanas como sueño de otro.
Eres hermosa.
Eres increíble.
Eres suficiente.
Los miedos que no enfrentamos se convierten en nuestros límites.
Te encontré un día sin buscarte en mi soledad, no sabía lo que significaba la palabra amigo y después de un día así te bauticé, no sé de dónde apareciste y tampoco a dónde te ibas cuando terminábamos de jugar. Nunca pregunté porqué tus orejas eran puntiagudas, sobre tu ropa extraña o porqué no usabas zapatos, solo sé que crecí y un día desapareciste.
Yo de verdad necesitaba que estuvieras ahí, pero solo me aleje dando pasos y con cada uno conteniendo la respiración para no derrumbarme en aceptarlo
Intergalactic
“En realidad no era sábado por la noche, aunque podría haberlo sido, ya que hacía tiempo que habían perdido la cuenta de los días, pero siempre que querían hacer algo especial decían que era sábado por la noche y entonces lo hacían.”
-James M. Barrie, Peter Pan-
Lo hicimos porque nunca crecimos.
Porque si crecer era dejar de crear,
al parecer nunca supimos parar
y soltamos nuestras carcajadas
hechas música y poesía
como si nos viesen en gradas.
Cuando le pones pasión a un trabajo
todos los días pueden ser sábado,
puedes pasar todas tus movidas
y pueden posarte todos sus párpados.
Yo no sé si podré vivir del arte,
lo que digo es que no puedo vivir sin el arte.
https://kiroslacuentadelosdias.blogspot.com/2018/01/soneto-del-crecimiento.html
Ya es un bebé. Da sus primeros pasos
observando brillante el paisaje
con ojos tan puros como salvajes
siendo otro de esos niños curiosos.
Adolescente ahora es otro caso,
la pubertad es amargo brebaje
que lo vuelve desbocado y salvaje
navegante de montes y fosos.
Pero al ser adulto ya es diferente,
frena su navegar por estar en paz,
ya le nace ese miedo a la muerte
porque la vida es una amiga falaz,
el viejo sabe y espera, paciente,
el ocaso llegó ya. Descanse en paz.