#pensamientos sad

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Es increíble cómo me están tomando casi dos años superar el día en que dejaste de respirar.


—Moana de Marte

No sé en dónde estás, amor, pero te conservo aquí… conservo tu ropa.

No es cualquier prenda, creo que lo sabes. Entré a tu cuarto dos días después de tu muerte y encontré tu cama destendida con las sábanas revueltas. Las arrugas que se formaban en ellas me dejaron leer cómo te habías arrastrado desde el fondo de tus cobijas hasta la orilla de la cama para levantarte, justo como cuando dormía ahí contigo y te levantabas primero que yo.

Al pie de la cama estaba estaba la ropa que habías usado para dormir: tu pants rasgado y tu playera azul. ¿Sabes qué hice cuando la vi? Me dejé caer sobre ella y me tapé con las cobijas, tratando de abrazarme y empaparme con tu olor. Quería sentir que esas cobijas me abrazaban en lugar de tus brazos como si fueran tú. Recuerdo que me pegué a la pared y dejé tu lado de la cama vacío, esperando que estuvieras ahí conmigo aunque no pudiera verte porque me parecía increíble cómo era que hacía un par de semanas atrás esa cama era nuestro espacio y ahora no estarías más, ahora ya no estabas tú conmigo. Lloré demasiado y después entró tu mamá a verme y a tocar tus cosas… porque muchas las habías dejado intactas. Lo único que yo había movido eran tus cobijas, pero… tu control del XBOX, los trastes de tu cena, tus calcetines en el suelo, tu cargador conectado… todo eso estaba ahí, justo como lo habías dejado.

Fue muy triste. Al otro día volví a entrar y tu hermana me llamó para ir con ella. Me dijo que tomara todas las cosas tuyas que quisiera llevarme y tomé tu pijama. La misma que te habías quitado por la mañana el día que decidiste morir antes de salir de tu casa.

Hoy la tengo guardada, segura en una bolsa, y sé que aún conserva tu olor, mismo que huelo y me lleva de vuelta a tus abrazos, a tu respiración cerca de mis oídos, a tu risa, a tu tacto, a tu calor, a voz… te extraño tanto.


Espero que estés bien. Mereces estar bien.

Definitivamente, en mí ya no queda nada de la persona de quien te enamoraste. Lo más seguro es que te decepcionaría si siguieras vivo para verme y darte cuenta de que ya no soy quien algún día te llenaría de orgullo.

Lo siento.


-Moana de Marte

Adieu

Es tiempo de decir adiós, sé que en un tiempo esto sólo se desvanecerá. Es momento de despedirnos.

Estoy sola y veo cómo te difuminas entre las nubes, como si fueras una de ellas… tan alto en el cielo.

Estoy sola y hace frío, pero me mantengo fuerte. Adiós, cariño.

Duele, te amo tanto. Estoy perdida en esas memorias y ahora te has ido. Como una tonta que siente dolor, mi amor por ti arde, muy intensa y profundamente dentro de mí en brasas de los momentos que tuvimos. Y, ahora, estoy aquí, perdida en una memoria en la que veo tu cara y tu sonrisa.

Adieu

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