#poeta en tumblr

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gabriel-bielm:

Parecía que la foto hablaba por si sola, pero has hecho que su mensaje sea más bello y más intenso. Tienes esa capacidad “excepcional”, de ser la excepción que confirma la regla, donde la imagen y las palabras se superan así misma. Gabriel

gabriel-bielm:

Qué mejor lugar para la lectura que un entorno natural, para una buena novela, un ensayo o leer poesía. Ya el bosque, en sí mismo, es como un buen libro, que nos habla de la vida, de los ciclos, de la muerte y las energías.

En compañía de estos veteranos del mundo, observadores del tiempo, creadores de nuestro oxigeno, sabiendo que cada árbol es un ecosistema en si mismo.

Ahí te veo imbuida en tu lectura, en tu aventura, en esos pensamientos únicos que inspira un buen libro, donde cada uno lo interpreta a su manera y la imaginación hace su propia versión. No hay dos lecturas iguales, lo mismo que no hay momentos idénticos.

El tiempo no existe, sólo existen los momentos, el presente. Un eterno presente donde recordamos un pasado diferente y un futuro que siempre está por venir y nunca llega.

En la orilla Del Río, metáfora del fluir de la vida, con ese sonido del agua, del viento que acaricia a esos seres gigantes. Las afanadas hormigas, transformando el micromundo, y otros seres diminutos en esa misión tan importante de mantener la vida del bosque.

Y que hablar de esos seres cantores, voladores que se pasean de rama en rama, esparciendo las semillas y también el polen.

Qué sabía es la naturaleza y que buen libro es que nos enseña tanto, nos deleita, nos cura la mente y nos llena de energía. Al fin y al cabo, somos criaturas del mundo y otras su mayor enemigo y la de todos los seres que cohabitan con nosotros.

Pero sin duda, tú eres la reina del bosque, su Caperucita en ocasiones, otras un hada que inspira y que habita ese paraíso de vida. Para mí lo eres todo, musa de mis mejores sentimientos, dama de las Bellas Letras…. amor profundo.

Gabriel

gabriel-bielm:

Apóyate en mí y yo te llevo…

solo has de saber sentir mis pasos al ritmo de ese latido…

apóyate en mí y nos dejamos guiar a dónde el corazón nos lleve.

Da igual es sitio o el lugar,

porque el verdadero mundo está donde nuestras miradas se crucen.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cierra los ojos y deja que tu imaginación recree ese momento…

deja que el deseo flote en tu piel…

cada gesto, cada caricia, cada toque, cada mirada,

es ternura suave en las orillas de esa dermis febril…

deja que ahonde en la profundidad

donde tu cuerpo es secreto y aguas termales…

deja que la tormenta se desate y la felicidad corone tu alma.

Todo así de intenso, de penetrante pasión,

de elevado entusiasmo, de profundos orgasmos.

Derramando aguas, en ese galopar trepidante hacia el clímax…

Gabriel

gabriel-bielm:

La brisa de las caricias se desliza con la sutileza de lo invisible, donde el tacto sigue el rastro térmico de tu piel, que cuenta y a la vez escucha, el mensaje que la mente desea….

la voz sonora se traduce al lenguaje del suspiro y latir de ese timbal bajo en pecho encumbrado, se acelera en cada momento, mientras la respiración se hace densa…

de cada poro que se eriza a ese tacto que recorre las precisas yemas de mis dedos, afloran esencias con aromas de deseo, que mi lengua sinuosa y húmeda, recoge…

entre los oscuros rincones de los entresijos, de ese cuerpo entregado, en carne viva, brotan hilos de placer de esa profunda caldera, que si parece una orquídea, en realidad es un volcán de placentera lava….

Alzada mi virilidad, de venas inflamadas de ardiente deseo, me adentro en las profundidad de piernas abiertas, mientras mis manos escalan las cumbres de encumbrado riscos…

mis ojos se pierden en los agujeros negros de tus ojos, para alcanzar tu alma. La lengua habita tu boca.

El suspiro no es suspiro, sino quejido que reclama embestidas y gemido que aclama placeres…

en ritmo trepidante, de profundidad intensa….

todo esa locura entre sudores, espasmos y erupciones…

Todo fluye, hasta que llega el remanso, y en esa aguas de delirios, nos sumergimos y nos dejamos llevar sin rumbo fijo….

Gabriel

gabriel-bielm:

Eres carcelera de mi deseo, liberadora de mis placeres.

En esa epopeya de emociones, de pasiones por todo ese recorrido se sensaciones por esa geografía sagrada donde las energías fluyen con la mente embriada de esa locura.

Muerdo la manzana de tu original pecado, y tomo este paraíso para hacerlo infierno, para hacerlo lujuria hasta alcanzar la gloria.

Ahora eres ángel en mi alma y llama eterna de mis sentimientos.

Gabriel

gabriel-bielm:

El verdadero amante no busca recompensa,

pues su satisfacción va en ese acto de amar,

en esa plenitud, mucho más allá del placer.

El verdadero amante convierte el deseo en placer,

el placer en gozo y el gozo en esa plenitud del alma.

El verdadero amante se siente colmado en la mirada de su amada, en sus sonrisas, en sus orgasmos.

Pero sobre todo, en hacer realidad sus sueños y formar parte de ellos.

Gabriel

gabriel-bielm:

Entre luces y claros, el contorno de mujer se perfila en la noche.

Luces que evidencian la belleza de ese cuerpo “ensimismado” en su propio deseo y esa sombra que ocultan lo que mi mente ve con la nitidez.

Es mi avidez insaciable la que rompe mi voluntad por la impaciencia del encuentro.

En ese pensamiento tuyo me hallo, me encuentro y abrazo como las nubes abrazan la montaña y penetrar en sus más profundos rincones.

Gabriel

gabriel-bielm:

Seguí el instinto de mi deseo y ahí, a la vuelta de la esquina, estaba ella, exhalando sensualidad por cada poro de su piel… aquello fue el comienzo de la historia pasional jamás vivida.

Gabriel

Mi Noble Bruto, hijo de Poseidón y de la Gorgona guardiana de los Grandes Misterios.

Pudiste ser Buraq, caballo alado con el que acompañó el Arcángel a Mahoma hacía el Séptimo Cielo.

Cabalgadura de héroes.

Pero elegiste habitar entre las Musas, allí en el Monte Helicón, donde abriste la fuente de la inspiración para aristas y poetas.

Noble Corcel, bebedor del viento, de corazón grande.

No necesitas plumas para volar, para ascender allí, donde no llegan las aves, porque posees un alma inmortal y un amor inmenso que te llevará a donde tu corazón desee.

Gabriel

Mucha gente, utiliza la palabra Amor, con mucha ligereza. Otras veces con fines nada nobles. Incluso a la desesperada queriendo impactar, o lo que es peor, apelar a la sensibilidad, para llenar su soledad.

Pero sabemos, que el Amor se escribe con mayúsculas, se fragua a fuego lento. El amor no sólo es pálpito intenso, es pálpito profundo. Es desinteresado, generoso. No sólo es placer en el dolor, es plenitud en el placer. Es entrega desinteresada, es inegoísta, aunque a la vez complaciente.

El amor es mirarse a los ojos de quien se ama y reconocerse en su alma, como si fuera tu propia alma. En la confianza ciega, porque no cabe el engaño. El amor te desnuda con la verdad y te arropa con la compresión.

Gabriel

Para ver en la oscuridad, no es tanto abrir los ojos, más bien, es cerrar los ojos con la mirada puesta en el interior.

Tras la caída por los precipicios del amor, en las profundidades del alma se encuentra esa luz que los ojos no ven, pero si esa mirada que percibe lo invisible.

Allí a veces no llega ese pensamiento contaminado por las apariencias, pero si el entendimiento, donde las ideas son menos visuales pero más nítidas.

Más allá de esa oscuridad de sombras donde las cacofonías son frecuentes, hay una melodía donde las notas se armonizan en ese pentagrama enredado como tela de araña.

Allí sobre tu cuerpo, instrumento de inspiración, toco esa melodía, sinfonía de estímulos carnales. Y con mi voz, doy aliento en esos puntos calientes, donde la intensidad del deseo es mayor.

Gabriel

Cierra tus ojos y deja que entre en la soledad de tu noche, para arrebatarte suspiros de ese deseo contenido que te ahoga…

déjate abrasar, déjate querer y siente como arde en mi un bosque de pasión…

beso a beso, quiero sentir todo tu placer en mi boca…

recreando en todo mi ser, la más estremecedora excitación y entregándome al profundo sentimiento que me domina;

al fuego que me quema cuando acaricio el húmedo y cálido néctar que emana de tu volcán…

siento erguido un mástil que tensa la tela que cubre mis atributos viriles, para buscar, como un ariete, lo más profundo de tu vientre…

impetuoso, arremetiendo, con toda la energía de mi masculinidad, busco el gozo y la gloria de todo tu feminidad…

en ese mar del deseo, de pasión, de entrega absoluta, navego en por lo más profundo de tus entrañas….

allí no sólo encuentro el placer, también el amor que duele de gozo y el éxtasis que me funde con todo tu ser.

Gabriel

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