#verso y prosa
Este es mi corazón de cada día
Mi casa tiene un paisaje manso y bondadoso, de sus montañas cuelga un reloj, que marca exactamente la hora del viento fresco y apacible de la esperanza.
El reloj de mi paisaje es a veces juguetón y se adelanta, es cuando sabemos que es la hora del café, para abrirle el apetito a la dicha y la dulzura.
A la hora de las lluvias, mi paisaje se humedece, se torna gris y se ensombrece.
En la tiniebla yerma cesa el tic tac, el rostro en mi paisaje se oscurece y mis seres se dispersan y se afligen.
Las escenas en mi paisaje van y vienen como sus horas y al final de cada escena sigue siendo bondadoso.
Mi paisaje, es mi corazón de cada día, donde reposa la dulzura esencial de mi alegría.
A veces, me pongo caprichosa y quiero entrar sola en mi paisaje, y él me lo permite sin boleto ni prisa, unas veces como un ave y otras como una flor o una mariposa, me poso en él y lo bendigo.