#adiós para siempre

LIVE

Maneras de dejarse en libertad

Hoy me levanté, y todo se sintió distinto de repente. Hacía mucho que te habías marchado de mi vida. Ya nada olía a ti, y solo había dolor relacionado con tu nombre anclado a mi pecho. No estabas aquí, no me aportas nada, e incluso cuando estabas dejaste de aportarme cosas desde hace mucho.

Me levanté, y agarré mi móvil. Busqué tu contacto entre mis mensajes. Y ahí estaba. Estaban nuestros mensajes, nuestro historial de llamadas, nuestras canciones, nuestras fotos, nuestras promesas de siempre estar ahí gracias al insomnio y ese último “te odio, como nunca me vi capaz de odiar a nadie”. Primero borré nuestras conversaciones. Adiós a todo. Lo hice, y no dolió, me sentí liberada.

Tras borrar nuestras conversaciones, fui a mi galería y borré cada una de las fotos que tenía de ti. Borré tus fotos riendo, borré tus fotos mirando mi pantalla antes de dormir y cuando ya casi te habías quedado bajo los brazos de Morfeo. Ya no existían nuestras conversaciones más allá de lo que yo pudiera escribir respecto a ellas.

Ya no quedaban videos, fotos, mensajes, audios. No quedaba nada. A continuación, busqué tu número de teléfono entre mis contactos, y no tardó más de medio minuto en salir tu nombre con tu imagen de contacto al lado. La miré por última vez y sin que me temblara la mano un instante, te eliminé de entre mis contactos.

No queda nada de tus mensajes, tus videos, tus escritos, tus fotos o tu número de teléfono. Mis sentimientos por ti desaparecieron en septiembre, porque te ganaste que desaparecieran, te fuiste de mi rutina otra vez en octubre y en diciembre me desintoxiqué de ti completamente.

Lo que me queda por borrar, una vez esté publicada esta secuencia de sucesos creados para el olvido, será borrar nuestro refugio, eso sí indicará el final de todo. Eso indicará que ya solo te convertiste en la primera persona que puedo decir que me rompió el corazón. Las cosas que pensé que me dolería borrar, al final resultó ser que no. Al final solo han sido un conjunto de píxeles que pudieron significar mucho o nada, sin puntos intermedios. Ya no estarán las piezas de puzzle ni los textos que te escribí bajo risas y luces apagadas.

Aquí terminó todo. Hoy estaba en la mesa con mi padre y me dijo que me veía más feliz desde que comencé en esta nuevo instituto, que ya veía que mi felicidad no dependía enteramente en mis amigos de América Latina y que estaba más feliz que los meses anteriores: mi risa se oía más, una sonrisa se asomaba más a menudo en las comisuras de mi boca. Mi padre tenía razón, sí era cierto que me veía más feliz, pero no era por el nuevo instituto o porque pudiera depender menos de gente que vivía al otro lado del océano. En este nuevo instituto no tengo amigos, y tampoco busco tenerlos. Estoy en una edad en la que la gente se divierte recorriendo 4km sin hacer nada en particular y yo sigo sin poder hacer eso, con lo cual no era por ese nuevo ambiente, apenas tengo amigos allí. Con respecto a mis amigos de América Latina, me hacen feliz, muy feliz y muchos de ellos saben que siempre voy a tratar de sacar un ratito para poder hablar con ellos.

 Estaba tan feliz porque tu recuerdo ya no me atormentaba, porque mis heridas ya habían cicatrizado. No necesitaba de ti para poder brillar como sé que puedo hacerlo. Ahora tu nombre le pertenecía a unas cuantas cicatrices mías, de esas que están en lo más hondo del corazón, de esas que no se ven. Tu recuerdo me estaba obstruyendo para querer a la persona que tengo ahora mismo enfrente porque tenía miedo a que él pudiera hacer lo mismo que me hiciste. Tenía miedo a que se marchara cuando le complaciera, que regresara cuando viera conveniente y sobre todo que me dejara sola contra mis demonios de su creación tal y como hiciste tú.

Sois personas completamente distintas y quizás por eso le quiero más de lo que te pude querer a ti, porque él no me dejará sola cuando más le necesite. Aun así, dejaste inseguridades muy adentro de mi piel, de las cuales me iré deshaciendo con el paso del tiempo. Incluso él tenía miedo de mi comportamiento hacia ti. Tenía miedo de que tú pudieras regresar y te escogiera a ti antes que a él. No me veo capaz de renunciar a su compañía por la tuya, no quiero renunciar a su compañía bajo ninguna circunstancia. Me hace feliz y mejor persona.Eso sí es arte.

Con esto, te digo adiós. Te deseo una buena vida, y una persona que te ame de verdad con cada átomo de su existencia, pero esa persona jamás seré yo. Hoy dejo atrás todo aquello que fuiste, dejo atrás tu nombre y apellidos. Ya no volverás a opacar mi luz. Te digo adiós, gran amor no tan grande.

Me dejo en libertad.

- María I

Recuerdo el primer día en te deje, llore, fume y bebi hasta dormir, así fueron pasando los días, mis ojeras se marcaron mucho más y las ganas de vivir eran pocas, la rutina se me hizo inevitable… Aún asi, en mi tristeza conoci personas lindas que le dieron un poco de luz a mi alma. Una de ellas lleva tu nombre como si fuera una maldición, pero tiene un rostro precioso y una risa encantadora, la quiero y me hace feliz, espero que tú también lo seas, porque yo, ya aprendí a vivir sin ti, amor.

-Gabs

Me diste tanto amor, me diste todo lo bueno que había en ti, me diste hasta lo que no tenías… Mientras que yo solo te lastimaba, mentía, humillaba, te hacía sufrir, entre muchas cosas malas más, ahora que no estas a mi lado y te veo tan feliz con alguien más, me alegro tanto de que al final lograrás alejarte de la mierda que me rodea, me superarás y volvieras a comenzar, por que ni en mil vidas más voy a merecer que me quiera alguien tan bueno como tú.

loading