#destrucción
Ella vino a mí
como un incendio
que calcinó
hasta la médula
de mis huesos.
Cuidado con intentar apagarla.
Sólo provocarás
tu propia destrucción.
Me tenés. Podés destruirme.
No podía evitar pensar que está felicidad solo era temporal, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía espectacular aún sabiendo que terminaría. Me daba cuenta de mi error y aún así seguía por el camino hacia mi propia destrucción. Sus bellos ojos claros me sacaban de la órbita en que me encontraba e hipnotizada me acercaba cada vez un poco más. Deleitando tan perfectamente mi vista, me acercaba a él con la esperanza de ser correspondida, y cada frase escuchada me tenía tan sorprendida de cuan hermosa su alma tenía. Poco a poco la cordura que tenía desaparecía dándole pasó a sentimientos que no me convenían. Y a pesar de saber el principio de mi error sabía que ahí continuaría. Con la hermosa destrucción que su sonrisa conseguiría.
Destruye verme al espejo, porque no soy lo que quisiera ser, mi cuerpo y rostro me disgustan eternamente y jamas encontrare en estos la belleza que el amor propio proclama debería ver.
Duele divisar un número en la balanza más alto de mi ideal. Que esos dígitos determinen cuanto comeré, las veces que vomitare y las horas de ejercicio que aguantare.
Decepciona una calificación más baja que la máxima. La desilusión cubre mis ojos con una capa acuosa retenida por otra cristalina, y como cual vidrio que estalla contra el piso, se rompe y como si de una cascada se tratase las lágrimas mojan mis mejillas por no ser suficiente.
A veces juran amarse cuando no hacen más que destruirse mutuamente en el afán de reparar sus almas rotas
Te quise tanto que aun cuando me destruiste traté de entenderte.
Somos adictos a lo que nos destruye.
The world on fire
