#asie21

LIVE

Probablemente cuando te tenga ya no te quiera, justo hoy se me agota el pecho por dos minutos más de tu voz, se me mueven los dedos solos por escribirte un par de líneas y el cartílago de las costillas izquierdas hace un trabajo mayor cuando te veo, pero probablemente en unos meses y unos besos, se me agoten las ganas, se me acostumbré la fascia y mi sonrisa se vuelva estática más de saludo que de paz por tu cara, es posible que ya no sienta esto, pero por ahora estoy a punto de saltar al vacío con los dedos enlazados en tu mano.

Recuerda diario; Del chico que estás enamorada a los 16 años probablemente no te importe cuando tengas 25. Recuerda diario; El examen de matemáticas que no pasaste en tu primer año de secundaria probablemente no te importe cuando estás apunto de graduarte en la universidad. Recuerda diario: Los problemas que estás enfrentando hoy pueden parecer como el fin del mundo, pero no importaran en un año. Recuerda diario: Que vas a estar bien. Todo va a estar bien.

¿Qué se hace cuando la luz se apaga y el calor se va?


A veces, se van las ganas de todo y el ánimo se esconde en una madriguera más allá de mi alcance, las ganas se corretean seguidas por el miedo y el suspiro descansa en paz, se me nubla la vista y la mejilla se pone húmeda con algo que ya no reconocía mi cuerpo y estoy ahí, porque al final, solo somos nosotros mismos contra todo lo demás.

“Una y mil veces más”

Yo sabía, una vez más.

Que iba a terminar con el corazón roto y el alma hecha pedazos.

Lo supe desde el momento en que tomaste mi mano y sonreí.

Desde el preciso instante en qué me abrazaste.

Y mis ojos no pudieron evitar cerrarse.

Y solo basto sentirte cerca para saber también.

Que aquellas canciones que escuchábamos en tu hogar, eran las mismas que me harían llorar.

Que aquellos lugares que frecuentabamos.

Se convertirían en los mismos que nunca más iba a querer pisar.

Que no iba a poder mirar al cielo sin ver tus ojos reflejados.

En cada una de las estrellas.

Lo sabía…

Mi próxima cicatriz iba a llevar tu nombre.

Y yo no quise hacer nada para evitarlo.

Y, a pesar de todo, si me dieran a elegir.

Entre sanar cada una de las heridas que me causaste.

O regresar el tiempo atrás.

Te volvería a elegir a vos.

Una y mil veces más.

Aunque fuera una obviedad que te volverías a escapar.

“¿No crees que ya fue suficiente?

¿No crees que ya es tiempo de dejar ir a esa persona?

No por orgullo, si no por dignidad, ya diste todo de ti, y no funcionó.”

No podía evitar pensar que está felicidad solo era temporal, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía espectacular aún sabiendo que terminaría. Me daba cuenta de mi error y aún así seguía por el camino hacia mi propia destrucción. Sus bellos ojos claros me sacaban de la órbita en que me encontraba e hipnotizada me acercaba cada vez un poco más. Deleitando tan perfectamente mi vista, me acercaba a él con la esperanza de ser correspondida, y cada frase escuchada me tenía tan sorprendida de cuan hermosa su alma tenía. Poco a poco la cordura que tenía desaparecía dándole pasó a sentimientos que no me convenían. Y a pesar de saber el principio de mi error sabía que ahí continuaría. Con la hermosa destrucción que su sonrisa conseguiría.


loading