#escritores en tumblr

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gabriel-bielm:

Parecía que la foto hablaba por si sola, pero has hecho que su mensaje sea más bello y más intenso. Tienes esa capacidad “excepcional”, de ser la excepción que confirma la regla, donde la imagen y las palabras se superan así misma. Gabriel

gabriel-bielm:

Sería una verdadera tristeza,

vivir sin haber amado,

amar fin haber sentido.

No solo en los placeres de la carne,

en esos encuentros pasionales,

en los anhelos de la mente,

si no en esa dicha del corazón,

en ese éxtasis místico

que te inunda el alma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Ante mí, dos realides de un mismo deseo. Una es dominante en sus convicciones y entregada en sus voluntades. Al mismo tiempo, sumisa y ciegamente entregada cuando desnuda su cuerpo, desnuda su mente y su alma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cuando llega la noche, no es manto oscuro lo que trae…. mira, mira bien el cielo y veras como todo está lleno de luz.

De día una sola luz te deslumbra, de noche, no hay una luz que te deslumbre, si no millones de estrellas que te iluminan y te inspiran a un pensamiento mágico…

de noche, hasta la mirada es más profunda y el silencio se expresa con vehemencia…

Gabriel

gabriel-bielm:

Me adentro en tu alcoba, entre tus sabanas, cómo esa serpiente que es tentación y pecado… sigiloso, me voy enroscado entre tus piernas, por los píes, hasta alcanzar esos candentes y suaves muslos… mi boca, mis manos, recorren tu piel, despacio, esnifando tu aroma, lamiendo la piel sabrosa, dibujando tu figura… dejo de momento ese volcán que emana esa lava caliente… voy subiendo, por tu vientre, entre el remolino, entre tus orondas caderas… llego a esas montañas, de pezones firmes y erecto, los muerdo, los lamo, con esa codicia, con hambre de hembra en celo… Voy subiendo, hasta alcanzar tu boca, entreabierta, con tu lengua que juega y le retuerce en mi boca con mi lengua… respiro tu aliento, tu saliva es delicia… muerdo tu cuello para inyectar el veneno del deseo susurrando palabras obscenas, delicias para la mente… mis manos juegan con tu vulva abierta, mojada, llena de ese húmedo deseo… rodean ese botón henchido entre su capuchón de pliegues y esos labios se seda… te doy la vuelta, mi miembro erecto y punzante roza tus nalgas apretadas; retiro tu pelo largo, y miro ese cuello esa nuca con tanto deseo, la beso la muerdo… poca a poco, voy arrastrando mi lengua por tu columna, tu cuerpo se arquea, se retuerce en sensaciones… al llegar a tus glúteos, hundo mi boca entre esas nalgas… todo está candente, humeante… con mirada lasciva elevo tus caderas, acaricio tus más íntimos y profundos infiernos… hundo mi boca, mi lengua y bebo tu elixir que emana a borbotones… entre gemidos, te penetro, te cabalgo, profundo, con tempo hasta hacer que pongas el grito en el cielo y tu placer en las sabanas… siguiendo este erótico relato de placeres compartidos…

Gabriel

gabriel-bielm:

No es tanto el color, si no ese misterio

que la noche pone en los ojos,

en esa mirada de secretos que te atrapan,

te cautivan y te absorbe

a ese horizonte de sucesos,

donde lo irreal es verídico

y no sabes escapar de ahí,

porque no puedes, porque no quieres…

porque ese misterio que hallo en ti

me fascina y transforma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Amado señor mío no tengas miedo, no te muevas, permanece en silencio, nadie nos verá.

Sigue así, quiero mirarte, yo te he mirado mucho, pero no eras para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate donde estás, tenemos una noche para nosotros, y yo quiero mirarte, nunca te he visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos, y acaríciate, te lo ruego.

No abras los ojos si te es posible, y acaríciate, son tan hermosas tus manos, he soñado con ellas tantas veces, ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continúa, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate, amado señor mío, acaricia tu sexo, te lo ruego, despacio.

Es hermosa tu mano en tu sexo, no te detengas, a mí me gusta mirarla y mirarte, amado señor mío, no abras lo ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de ti, ¿me sientes?, estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda, ¿la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel.

Tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti, no puedes saber donde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de repente.

Tal vez sea en tus ojos, apoyaré mi boca sobre los párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro, o tal vez sea en tu sexo, apoyaré mis labios, allá abajo, y los abriré bajando poco a poco.

Dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando entre mis labios y empujando mi lengua, mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo.

Hasta que al final te bese en el corazón, porque te deseo, morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mío de verdad, con mi boca en el corazón tú serás mío para siempre, si no me crees abre los ojos, amado señor mñio, y mírame, soy yo, quién podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mío ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran.

Tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio,quién podrá borrar esto, tú dentro de mí moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz.

Mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza, tus brazos que no dejan que me marche, los golpes dentro de mí, es violencia dulce, veo tus ojos que buscan en los míos, quieren saber hasta donde hacerme daño, hasta donde quieras, amado señor mío, no hay final, no acabará, ¿lo ves?, nadie podrá borrar este instante que sucede, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada, no queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante, y este instante es, céeme, amado señor mío, este instante existirá, de ahora en adelante, existirá hasta el final.

Alessandro Baricco “Seda”

gabriel-bielm:

En ese pensamiento,

tan lleno de misteriosa realidad,

donde los corazones se sincronizan

en un único latido

y las caricias se deslizan por ese cuerpo divino,

cada curva de tu feminidad es delirio afrodisíaco,

surco de deseo

por el sendero tántrico de tu piel.

Te abres, te ofreces al gozo.

Soy esa sensación intensa

en la profundidad de tus entrañas.

Me paseo por tu mente,

por las nubes de tu cielo,

soy astro que habito

en la profundidad de tus noches.

Eres Dama de las Bellas Letras,

yo mentor de tus pasiones

hacedor que rubrica tus placeres.

Gabriel

gabriel-bielm:

La leyenda del árbol de Sakura; una historia de amor

Había una vez…

Hace cientos de años, en el antiguo Japón, la guerra no cesaba de traer ríos de sangre. El país se encontraba triste y desolado. Sin embargo, existía un hermoso bosque que ni la guerra había podido devastar. Estaba lleno de árboles frondosos que dejaban adivinar a lo lejos su exquisita tranquilidad. Este le daba consuelo a los atormentados habitantes del país. Por fuerte que fuese la guerra en curso, nadie se atrevía a perturbar la paz que emanaba de ese bosque.

Sin embargo…

Dentro del bosque había un enorme árbol que parecía muerto, pese a la vida que lo rodeaba. En realidad el árbol no estaba seco ni mucho menos. No obstante, por alguna extraña razón nunca florecía. Sus ramas llenas de hojas vivían durante un tiempo sin que floreciera nunca. Por mucho tiempo el árbol permaneció solo, sin ninguna flor. Los animales le daban la vuelta pues temían que algo pudiera pasarles si se acercaban al árbol. Y no solo eso, alrededor de su tronco la hierba tampoco crecía. El árbol vivía sus días en completa soledad.

Pero un buen día…

Un hada compasiva se conmovió al ver el árbol en tan precarias condiciones. Entonces, con cuidado, se acercó a él con una propuesta. Le dijo que ella le lanzaría un hechizo. Haría que durante 20 años él pudiera sentir lo que siente el corazón humano. De esa forma quizá lograba emocionarse y florecer nuevamente. El hada agregó que podría convertirse en un ser humano o en una planta según fuera su deseo. Sin embargo, al cabo de los 20 años, si no lograba recuperar su vitalidad, moriría al instante.

El árbol aceptó…

Durante un tiempo se convirtió en humano. Sin embargo, decepcionado al ver la guerra a su alrededor decidió convertirse en árbol nuevamente. Los meses pasaron despacio, se convirtieron en años y el árbol no lograba sentir emoción alguna para florecer otra vez. Sin embargo, una tarde, el árbol moría de aburrimiento y decidió convertirse y caminar. En su camino se encontró cerca del río a Sakura, una hermosa jovencita. Impresionado por su belleza, el árbol se acerco a ella. Sakura fue dulce y amable con él, para corresponderle él la ayudó a cargar agua hasta su casa. Tuvieron una agradable conversación sobre muchas cosas. Y fue así como la amistad comenzó.

Todos los días

Sakura y el árbol que se puso a si mismo el nombre humano de Yohiro (que significa esperanza) se veían para platicar, reír, cantar y leer libros con historias maravillosas. Mientras más a fondo conocía Yohiro a Sakura, él sentía la necesidad de permanecer a su lado. Un día, Yohiro le confesó su amor a Sakura, y tras esa confesión le mostró quién era en realidad. Ella quedó muy impresionada y por unos minutos guardó silencio. Al final, ella sabía que no podía dejar de ver al árbol pues lo amaba demasiado. Pasaron los años y el plazo de los 20 años llegó por fin. Sakura le confeso su amor al árbol. En ese momento, el hada conmovida llegó a su encuentro y le ofreció a Sakura fundirse con Yohiro en forma de árbol.

Y entonces floreció…

Ella miro a su alrededor por unos segundos y con mucho amor accedió a fundirse con su amado. Fue así que el milagro se hizo. Al instante, en el centro del bosque el hermoso árbol de Sakura comenzó a florecer. Dejando ver el amor de ambos en cada uno de los pétalos de las flores. El árbol se quedó con el nombre de Sakura, que significa “flor de cerezo”. Desde entonces, el amor de ambos perfuma los campos de Japón.

Por STEFAN MARTIRADONI

gabriel-bielm:

Apóyate en mí y yo te llevo…

solo has de saber sentir mis pasos al ritmo de ese latido…

apóyate en mí y nos dejamos guiar a dónde el corazón nos lleve.

Da igual es sitio o el lugar,

porque el verdadero mundo está donde nuestras miradas se crucen.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cierra los ojos y deja que tu imaginación recree ese momento…

deja que el deseo flote en tu piel…

cada gesto, cada caricia, cada toque, cada mirada,

es ternura suave en las orillas de esa dermis febril…

deja que ahonde en la profundidad

donde tu cuerpo es secreto y aguas termales…

deja que la tormenta se desate y la felicidad corone tu alma.

Todo así de intenso, de penetrante pasión,

de elevado entusiasmo, de profundos orgasmos.

Derramando aguas, en ese galopar trepidante hacia el clímax…

Gabriel

gabriel-bielm:

Siempre las palabras se quedan cortas para algo tan inconmensurable como es el Amor.

Poetas, amantes, escritores artistas… todos se esfuerzan en definirlo. Hay ríos de tinta, noches de éxtasis, incluso tratados y teofanías místicas para intentar definirlo.

Pero quizás sea imposible definirlo con palabras, solamente sentirlo en el alma, en los hechos.

Sentirlo en ese beso profundo que lo hace más intenso y en esa otra manera de latir el corazón cuando el amor te habita y se expresa en los cuerpos, en los pálpitos y en ese deseo de hacer, de lo cotidiano, algo insólito.

En esa sensación de que siempre estás ahí en los momentos difíciles, porque el amor también es bálsamo, compromiso y consuelo.

Gabriel

gabriel-bielm:

Eres oasis en mi vasto deseo, cristalina agua que sacia mi ávida sed.

Eres es cuerpo de dunas que mis manos recorren y mis labios culminan.

Soy ese viento que las agita, las moldea y las encrespa en puntas de placer.

Penetro tu cuerpo para aplacar tu fuego encendido de lujuria. Alcanzo tu alma entre clamores al cielo, mientras tus orgasmos se derraman entre tus muslos.

Eres cortesana de mi perversas embestidas…

diosa en la plenitud del alma.

Gabriel

gabriel-bielm:

La brisa de las caricias se desliza con la sutileza de lo invisible, donde el tacto sigue el rastro térmico de tu piel, que cuenta y a la vez escucha, el mensaje que la mente desea….

la voz sonora se traduce al lenguaje del suspiro y latir de ese timbal bajo en pecho encumbrado, se acelera en cada momento, mientras la respiración se hace densa…

de cada poro que se eriza a ese tacto que recorre las precisas yemas de mis dedos, afloran esencias con aromas de deseo, que mi lengua sinuosa y húmeda, recoge…

entre los oscuros rincones de los entresijos, de ese cuerpo entregado, en carne viva, brotan hilos de placer de esa profunda caldera, que si parece una orquídea, en realidad es un volcán de placentera lava….

Alzada mi virilidad, de venas inflamadas de ardiente deseo, me adentro en las profundidad de piernas abiertas, mientras mis manos escalan las cumbres de encumbrado riscos…

mis ojos se pierden en los agujeros negros de tus ojos, para alcanzar tu alma. La lengua habita tu boca.

El suspiro no es suspiro, sino quejido que reclama embestidas y gemido que aclama placeres…

en ritmo trepidante, de profundidad intensa….

todo esa locura entre sudores, espasmos y erupciones…

Todo fluye, hasta que llega el remanso, y en esa aguas de delirios, nos sumergimos y nos dejamos llevar sin rumbo fijo….

Gabriel

gabriel-bielm:

La vida se torna mágica si tu miras a la vida con ojos mágicos… 

porque la vida es un poco así,

aunque los sentidos nos engañen, 

aunque la maldad penetra en el mundo, como la nada en el país de Fantasía… 

pero mientras haya sueños, ilusiones y esas ganas de vencer a la Nada, 

los sueños seguirán vivos…. 

la clave está en no perder el entusiasmo, en no quedarte sin tus sueños por el camino, porque es la savia de la vida…

Gabriel

gabriel-bielm:

Eres carcelera de mi deseo, liberadora de mis placeres.

En esa epopeya de emociones, de pasiones por todo ese recorrido se sensaciones por esa geografía sagrada donde las energías fluyen con la mente embriada de esa locura.

Muerdo la manzana de tu original pecado, y tomo este paraíso para hacerlo infierno, para hacerlo lujuria hasta alcanzar la gloria.

Ahora eres ángel en mi alma y llama eterna de mis sentimientos.

Gabriel

gabriel-bielm:

El verdadero amante no busca recompensa,

pues su satisfacción va en ese acto de amar,

en esa plenitud, mucho más allá del placer.

El verdadero amante convierte el deseo en placer,

el placer en gozo y el gozo en esa plenitud del alma.

El verdadero amante se siente colmado en la mirada de su amada, en sus sonrisas, en sus orgasmos.

Pero sobre todo, en hacer realidad sus sueños y formar parte de ellos.

Gabriel

Quiero pedirte perdón por caer ante ti como un desagraciado que no ha tenido el valor de cuidarte por darle permiso de hablar a esa voz hilarante que me ha cegado, esa voz ha sido la misma que me ha encerrado en este cuarto oscuro del cual ya me he hastiado… y es por este hastío que he buscado la luz de tu perdón, el tibio esbozo de tu bondad, ese perenne capullo de lirio que, en su blancura, sólo puede perdonar. Perdona, por favor, mi falta… mi grosera actitud… mi castrante inmadurez. Perdona, pues no he sido el que fui desde que me arranqué el corazón, creyéndome que lo que haría sería protegerme del dolor. Me he dolido más y, empapado de furia, te he rasgado las vestiduras y, sin querer, he alcanzado la ternura de tu piel, provocándote una herida que no sé si podré curar, y es que, una vez que se ha herido, es casi imposible eliminar la cicatriz que se ha tatuado en un arranque de insensibilidad. Sí, he sido insensible o, quizás, he sentido tanto que no lo he podido procesar de otra manera que no fuera descaro, sufrimiento, odio y malestar, buscando entre líneas de mísero pesar tu lejanía, pero, ¡quién ha estado más lejos de mí que yo mismo! Me he alejado tanto de mí que le he cedido la batuta a la desazón, a la insurrección de la escoria que me carcome la hiel, deseando ponerte de rodillas, con las mejillas roídas del mismo color de mi sed, para así darme de golpes en la herida y hacerla crecer… ¿Podrás perdonarme? ¿Será tu bondad tan caritativa que mitigará el ardor de mi sangre? Porque duele, sigue doliendo, no se cansa de doler… Pero, tú no tienes la culpa, no… mi amor, tú no tienes la culpa de lo que yo no he podido comprender. ¡Perdóname! ¡Oh, por dios, perdóname! Ofréndame, de nueva cuenta, el sonrojo de tu ser, ese calor bendito que en tus labios se ponía a correr para arrancarme de un suspiro el gozo de sentirme el elegido de tu piel.

Esu Emmanuel©,I want to ask your forgiveness for falling before you as an ungrateful man who has not had the courage to care for you by giving permission to speak to that hilarious voice that has blinded me, that voice has been the same one that has locked me in this dark room of which I have already become jaded… and it is because of this jadedness that I have sought the light of your forgiveness, the warm outline of your kindness, that perennial lily bud that, in its whiteness, can only forgive. Forgive, please, my fault… my rude attitude… my emasculating immaturity. Forgive me, for I have not been who I was since I tore out my heart, thinking it would protect me from the pain. I have hurt more and, drenched in fury, I have torn your clothes and, without meaning to, I have reached the tenderness of your skin, causing you a wound that I don’t know if I can heal, and the fact is that, once wounded, it is almost impossible to remove the scar that has been tattooed in a burst of insensitivity. Yes, I have been insensitive or, perhaps, I have felt so much that I have not been able to process it in any other way than brazenness, suffering, hatred and discomfort, searching between lines of miserable regret for your remoteness, but who has been further away from me than myself! I have been so far away from me that I have given the baton to the unrest, to the insurrection of the scum that eats away my gall, wishing to bring you to your knees, with your cheeks gnawed with the same colour of my thirst, so as to hit me in the wound and make it grow… Can you forgive me? Will your kindness be so charitable that it will mitigate the burning of my blood? Because it hurts, it still hurts, it never tires of hurting… But, you are not to blame, no… my love, you are not to blame for what I have not been able to understand. Forgive me! Oh, for God’s sake, forgive me! Offer me, once again, the blush of your being, that blessed warmth that in your lips began to run to take from me with a sigh the joy of feeling myself the chosen one of your skin.

No es que te interese, es que a mí me importe… dejarte un pétalo de rosa en alguna parte… para que recuerdes lo que es pensarte, aun sin que me sepas, aun sin que me guardes en el ínfimo lugar en el que escondes lo desechable.

Esu Emmanuel©,It’s not that you care, it’s that I care… to leave you a rose petal somewhere… so that you remember what it is to think of you, even if you don’t know me, even if you don’t keep me in the tiny place where you hide the disposable.

Lo más difícil de recordarse es no olvidarse ¿Quién que haya querido recordar termina por olvidar lo que más ha debido guardarse?

Esu Emmanuel©,The hardest thing to remember is not to forget: who has wanted to remember ends up forgetting what they should have kept the most?

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