#midiario

LIVE

¿por qué siento que sos tan mío si nunca te tuve?¿por qué no puedo imaginarte amando a nadie más que a mi si en verdad nunca me amaste?¿por qué me convenzo de que me extrañas si nunca me mandaste un mensaje?¿por qué nunca me mandaste un mensaje?¿por qué nunca viniste a buscarme si sabes de memoria el camino hasta mi casa?¿por qué todavía espero que las cosas hubiesen sido distintas? si todo lo que dijiste la última noche fue desde la verdad, y no desde el enojo, como elijo pensar para tener la sensación de que al menos algo sentiste por mí en algún momento entonces no entiendo ¿cómo se puede extrañar tanto a alguien que nunca existió?

Te recuerdo con el amor intacto. Aunque ya no estés. Aunque solo existas en mi memoria y te vayas borrando con cada noche de otoño que paso sin tu mensaje. Ya no me acuerdo de tu voz, supongo que eso es de lo primero que se olvida. No me acuerdo de la forma de tus manos pero aún puedo sentirlas sosteniéndome la cara, mientras cierro los ojos como si me fueras a dar un beso y al abrirlos me inunda un sentimiento de vergüenza y rabia porque sé que nunca me vas a volver a besar. Te recuerdo con el amor inmóvil, fijo en mi cabeza y en mi corazón. No hay una sola cosa que haga que no sea para vos, aunque no te vayas a enterar. Incluso todo lo que creo que es mío, en realidad es tuyo, te pertenece más a vos. Mi cuerpo es más tuyo que mío. Y sé que las personas no le pertenecen a otras pero me cala los huesos pensar que nunca voy a ser de otra persona, como lo fui tuya. Y como lo sigo siendo.

Cuando era chica creía que escribía sobre amor porque era algo que nunca tendría. Algo que necesitaba poner en palabras para sentirme menos sola. Creía que escribía todo lo que no estaba destinado a pasarme. Pensaba que solo estaba poniendo en palabras aquello que no conocía, aquello de lo que no tenía idea. Después me di cuenta que ese es mi superpoder. Me puedo enamorar una y otra vez de todas mis poesías. Puedo olvidarme del resto del mundo por un rato mientras me siento a escribir. Puedo perderme en las sílabas y los versos. Puedo enamorarme de la magia y de todo lo que cobra vida con un lapiz y un papel. Puedo alejarme del dolor del mundo real y habitar mi fantasía. Donde no hay mentiras, ni heridas. Y el villano siempre es muy fácil de identificar.

Tu mirada tan sincera me encuentra replantándome mi vida entera. Me hace dudar si alguien alguna vez volverá a mirarme de la misma manera. Tu mirada me provoca y me confunde. Me muestra tu amor y tu indiferencia irremediable. Me muestra tu paz y mi guerra. Me enseña un refugio y después me deja a la deriva. La intensidad de tu mirada me advierte que vas a romperme el corazón. No me importa incluso sabiendo que las miradas no mienten. Tu mirada triste es casi tan indescifrable para mi como para los demás. Pero por suerte te conozco mejor que nadie. Tus ojos me lastiman porque sé que no podría odiarte ni aunque así lo quisiera. Mis ojos te lastiman porque sabes que nadie te va a amar de la misma manera.

si hay personas que son preguntas hay otras que son respuestas.

yo siempre con el “¿y ahora que vamos a hacer?”, y vos cada vez con una respuesta distinta. casi ensayada.

“hoy vamos a hacer lo que podamos”, “hoy vamos a cambiar el mundo”, “hoy vamos a irnos a algún lugar”, “hoy no vamos a hacer nada”.

no sé cómo hacías para siempre saberlo todo. o al menos saber un poco más que yo. se me hacía imposible seguirte. siempre eras más inteligente, más ágil, más gracioso, más creativo.

quizás en todo mi asombro no fui capaz de notar tu soledad. y sí, debe ser solitario estar un paso más adelante que todo el resto del mundo.

a veces pienso que si yo te hubiese visto un poco más a vos, y no a toda esa fachada en la que te escondías, hoy todavía seguiríamos juntos. perdóname, chico valiente, por pensar que el que tenía que cuidarnos eras vos.

Tengo guardado un sobre

que contiene todos mis sueños.

cada tanto me gusta meterle uno nuevo

y después sellar el papel con saliva.

lo tengo en la mesita de luz

ahí apartado

de todo

incluso de mí.

a veces lo observo

en toda su quietud

me da miedo abrirlo

y ver que ya no soy la persona q soñaba todo aquello que alguna vez guardó.

me da miedo q algo tan simple

como un sobre de papel pueda llegar a desencontrarme de mi misma.

no sé porque me pasa eso,

muy profundo dentro mío

creo q siempre es bueno recordar los sueños

incluso aquellos que ya no nos pertenecen

porque ya no somos la persona que los soñó.

hacía mucho no me leía a mi misma

y hacía mucho tampoco me escuchaba.

y hoy entré a sentirme un poco

en esas páginas que hace tiempo escribí

me llamó la atención la cantidad de veces que hablo del futuro

de aquello que hoy no soy

pero algún día voy a ser.

es muy loco pensar

que el hoy es el presente que anhelábamos ayer.

no sé si cumpliré con las expectativas

de mi yo del pasado

no querría decepcionarme

supongo que hago lo que puedo

al igual que ayer.

bueno en fin

el tiempo pasa demasiado rápido

y es alto flash q a veces

todo parece un espejismo

de aquel pasado q jamás volverá a ser.

supongo que hoy también querré más

e incluso mañana aún más.

creo que nos quedaron muchas cosas por decirnos.

y ni hablar de aquel último adiós.

ni aquella última mirada.

creo que nos quedó mucho por abrazarnos

y mucho por llorarnos.

creo que quizás tuvimos que crecer demasiado rápido

y la vida no nos dejó.

a veces el tiempo no nos da la mano.

a veces el destino tiene otros planes.

yo creo que estabamos destinados a algo más grande

y que sostenernos el uno al otro

no nos iba a dejar volar.

no sé si es verdad,

pero yo elijo creer eso

es lo que me sirve para sentirme en paz.

conmigo, con vos y con el universo.

necesito agradecer(te)

y no sufrir(te) más.

es hermoso y triste

pensar que somos un rejunte

de lo mejor de otras personas.

me llevo de vos

algo que también es un pedacito de mí.

algo que quizás ya tenía guardado en algún lado

pero que me inspiraste a sacar.

me llevo de vos

tu gusto por la música de los setenta.

me llevo de vos

el aroma de ese perfume que te ponías antes de ir a dormir

aunque para mi no tenía mucho sentido.

me llevo de vos

tu pasión por escribir todo lo que sentís .

me llevo de vos

tu transparencia

y las muecas que haces al cantar.

me llevo de vos todo lo que amo

y lo que odio porque no lo puedo evitar.

me llevo de vos

un reflejo de mí.

Tu pijama de satén.

Las sábanas blancas.

Acostarse en la cama y que se escape una sonrisa.

No hay nada como irse a dormir feliz.

Y a la mañana el olor a olvido

quizás,

si es un día de mucha suerte

acompañado de un café.

Si llueve es más lindo

porque me gusta estar melancólica

mirar por la ventana

y comerme el videoclip.

Si llueve sos más linda también

porque me gusta un poco

cuando me haces sufrir.

La comida se enfrió

y tiene sabor a encierro,

quizás con un poco de sal

tenga más gusto este ¿amor?

A mi me gusta lo simple

y vos complicada

para cada respuesta

mil preguntas.

Un poco me gusta tu rebeldía

y otro poco me entristece,

yo quiero cuidarte de todo

pero no puedo protegerte de vos misma.

Vas a golpearte si es necesario,

no sé si voy a estar ahí para levantarte.

Amar no es conformarse.

A mi no me bastan

tus ojos color mar

yo quiero conocer cada playa

y bañarme en cada río

de cada lugar.

No me basta el rojo vivo de tus labios

yo quiero comer frutilla

usar labial

tomar vino hasta no poder más.

No me bastan tus brazos para abrigarme

yo quiero encontrar ese rayito de sol

entre toda la sombra

quiero ponerme ese sweater de peluchito que a mi me gusta

quiero apoyar el culo en mi estufa.

No me basta tu cama

yo quiero dormir en muchos hoteles

de todo el mundo

conocer muchas camas no necesariamente hablando de sexo

quiero dormir en una carpa en el medio de la montaña.

No me basta tu amor

yo quiero amar mucho y a mucha gente

quiero ir por la vida repartiendo abrazos

y besos por doquier.

Tu amor me gusta

es lindo

pero no es todo.

Te quise en todos los colores. Te quise en el amarillo de las flores que me regalaste aquella primera vez. En el azul de aquel remeron viejo que usaba cada vez que me quedaba a dormir. En el rojo de mis labios la noche en que nos conocimos. En el marrón de tus ojos y en el rosado de mi piel cada vez que me decías que me veía hermosa. Te quise en todas las estaciones. En el invierno, acostados bajo mil sábanas y mirando películas. En el otoño de tantas tardes de ojas caídas. En la primavera que hace florecer el amor y con ella florecemos nosotros mismos. En el verano, incluso en aquel en el que terminó todo. Te quise ese día de un calor insoportable, cuando me dijiste que ya no sentías lo mismo. Te quise en todos los poemas y todas las canciones. Probablemente ninguna de las metáforas que use van a poder mostrar todo lo que te quise. Pero hoy es todo lo que me queda, escribirte cuánto te amé. Ya sé que no vas a leerme y que estamos casi a un amanecer de distancia, pero igual yo quería que sepas que te quise en cada palabra y en cada dolor. En cada lágrima y en cada perdón. Desde el “había una vez”, hasta aquel punto y aparte donde todo terminó.

Te odio. Te odio porque son las cinco de la mañana y todavía no me puedo dormir pensando en vos. Te odio porque ya pasó un mes desde que terminó todo y todavía apareces en mis sueños todas las putas noches. Te odio porque no dejo de inventar escenarios en mi cabeza donde todo es diferente. Te odio porque estoy segura de que en otro universo estamos juntos, y no existe el dolor. Te odio porque deseo con todas mis fuerzas que sea en este universo y en este momento. Te odio porque no es. Porque no somos. Te odio por un montón de razones, y posta que son tantas que no las podría ni enumerar. Te odio porque te cagaste en mi, una y otra vez. Te odio porque no sé que carajo es lo que siento. Te odio porque me rompiste al medio y todavía siento eso en la panza que sentí la primera vez que te vi. Te odio porque no sé como mierda dejar de amarte. Te odio porque es la única emoción que me permito sentir hacia vos. Te odio porque amarte a esta altura implicaría odiarme a mi misma. Te odio porque me haces odiarme a mi. Te odio porque ya no sé como mirarte. Te odio porque te necesito lejos pero te quiero cerca. Te odio porque no te puedo olvidar. Te odio porque en realidad sigo siendo la misma pelotuda que solo puede amarte. Te odio porque este odio es lo único que me ata a vos. Te odio porque es lo único que puedo sentir, despues de todo lo que me hiciste. Te odio porque te perdono, pero no puedo admitirlo. Te odio porque volver con vos implicaría fallarme a mi misma.

“Ojalá algún día puedas perdonarme todo lo que te hice”, me dijiste. “Ojalá”, pensé yo. Ojalá algún día pueda dejar de sentir esa sensación horrible que tengo en el pecho cada vez que te veo, o incluso cada vez que me dicen que vas a ir a algún lugar. Ojalá algún día pueda mirarte sin todo este odio que me carcome por dentro y no me deja ni respirar. Ojalá algún día pueda decirte que todo está bien, que ya pasó la tormenta y que te quiero, aunque jamás volvamos a ser lo que eramos. Ojalá algún día pueda dejar de imaginarme situaciones en las que todo fue diferente, porque siempre termino llegando al mismo desenlace. Que es este, nosotros así. Lejos. Ojalá algún día pueda dejar de leer las conversaciones viejas y reírme, mientras pienso que aún sigo enamorada de un fantasma porque la persona que eras ya no existe. Ojalá algún día pueda perdonarte y dejar ir todo esto que estoy sintiendo, para poder dejarte ir a vos tambien.

me cago en vos

en tus ojos grises

en tu pelo negro

y en tu luna en escorpio que tanto usas para justificar tus acciones porque sabes que yo no entiendo una mierda.

me cago en vos

me cago en esa noche en la que decidiste mandar todo a la mierda

y te cagaste en nosotros

me cago en vos cagandote en nosotros

me cago en todos tus te quiero que vinieron después

en todas las mentiras que me fuiste diciendo para intentar arreglar aquello que ya estaba roto.

me cago en tu manipulacion

y me cago en las ganas que tengo de perdonarte y de creerte

pero no puedo

te juro que algo se murió en mí.

me cago en tus palabras

y en todo lo que haces.

me cago en lo mucho que te extraño y te necesito

me cago en que sé que no vamos a volver.

me cago en toda esta situación de mierda en la que nos metiste vos

y me cago también en tu veneno.

me cago en lo mala persona que sos.

me cago en todo.

te odio

tanto que me hierve la sangre

te odio pero te amo más que nunca

te odio porque extraño que me rompas el corazón

quizás soy masoquista

pero te juro que despues de esa noche ya no hay nada que pueda hacer para volver a lo de antes.

te odio porque me hiciste mierda

porque en realidad fuiste vos quien se cagó en todo de mí

y sin embargo no puedo hacer otra cosa más que amarte.

Vos eras la belleza de la espina y el vació de la rosa. Impuro veneno, sé que aún te seguiré amando cuando me mates. Es que lo prohibido siempre es más dulce. Más divertido. Más letal. Lo prohibido me miente mirándome a los ojos. Lo prohibido me clava un cuchillo mientras me dice que no le gusta verme sangrar. Lo prohibido es tu esencia (y un poco la mía). Lo prohibido es lo oscuro y lo melancólico. La pasión por sobre todas las cosas. Y este amor de mierda, este amor que siento latente en el pecho, se asemeja mucho a vos.

Me propuse olvidarte y sin querer terminé recordando todo. Quise borrar nuestras fotos pero para eso es inevitable tener que verlas. Nos encontré a nosotros dos con una botella de vino en mi cumpleaños, la noche en la que te cogiste a mi amiga. Encontré otra en la que estoy sentada encima tuyo en el auto, ese día que me dijiste que para vos no valgo nada. Hay una en la que salimos muy mal, fue una vez que mi vieja me preguntó con quién estaba, y casi como un chiste le mandé esa foto de los dos. Me propuse también borrar tus mensajes, son demasiados y en todos ellos no hay ni una puta verdad. Me mentiste hasta el final de nuestros días. Desde el primer “hola” hasta el último “siempre te voy a querer”. Nos pienso a nosotros y no hay nada lindo, nada que valga la pena escribir. Sin embargo yo te idealizaba infinitamente, para mí eras lo más lindo del amor. Y ahora que lo veo todo distinto me doy cuenta que ni un segundo de toda esta historia valió la pena. Que solo fuiste vos clavándome un cuchillo mientras me acariciabas diciéndome lo mucho que odiabas verme sangrar. Nuestra historia eras solo vos clavándome puñales y yo amándote cada vez más, inmersa en mi fantasía de que ibas a cambiar. No tuvimos nada lindo, ahora lo puedo ver. Sin embargo todavía te extraño un poco, aunque no quiero que vuelvas. Te extraño como mi mal necesario. Me hacías mierda una y otra vez pero de alguna manera era yo la que te terminaba pidiendo perdón. Ya no puedo, ya no aguanto más este (des)amor que solo me lastima. Ya no aguanto más ser tu victima, pero sin embargo sentirme como si la mala de la película fuera yo. Ya no aguanto amarte.

me dicen mucho que soy un quilombo

y es verdad

no sé organizarme.

mi habitación es un desastre,

casi tanto como mi cabeza.

tengo pilas enteras de sueños

y un sillón con algunas manchas de miedo,

que quizás si las hubiese limpiado en el momento en el que se hicieron

ya no estarían acá.

tengo la cama llena de historias

y en la mesita de luz hay una pila de ideas

algunas tienen la ambición de cambiar el mundo

y otras

(las q guardo más abajo)

son bastante egoístas.

hay un armario que guarda todos los poemas qué aún no escribí.

en los cajones están los recuerdos,

en el último están los más feos

y más arriba los que me hacen reír.

quizás esté todo un poco desordenado

pero en este quilombo es donde me conozco.

yo tan vamos a hablar de amor

vos tan mejor tengamos sexo

yo tan déjame amarte un rato más

vos tan ya no nos queda tiempo

yo tan mirarte a los ojos

vos tan escapar de las miradas

yo tan cambiemos el mundo

vos tan que carajo me importa el mundo

yo tan quédate a dormir

vos tan mañana ya no voy a sentir lo mismo

yo tan fuego

vos tan hielo

yo tan tu hogar

vos tan mi tormenta

yo tan te acaricio los lunares

vos tan déjame ver tus cicatrices

yo tan te quiero

vos tan yo también, pero no de la manera en q querés

yo tan transparente

vos tan excusas

yo tan no me olvides

vos tan inolvidable

yo tan hasta luego

vos tan hasta nunca.

Después de un tiempo comprendí que jamás me querrías como yo lo hacía. Comprendí que jamás pasarías noches en vela reeleyendo nuestras conversaciones y sonriendo frente al espejo mientras inspeccionas ese mensaje que decía “te quiero”. Después de un tiempo comprendí que no pensarías en mi en aquellos viajes largos y aburridos, mientras uno va mirando por la ventana y deja a sus pensamientos fluir. Comprendí que yo no formaba parte de tus pensamientos recurrentes, y que poco a poco dejaría de formar parte de todos los aspectos de tu vida. Comprendí que jamás te dormirías llorando por un mensaje no contestado, o por alguna pelea entre los dos. Comprendí que nunca ocuparía en vos el lugar que vos ocupabas en mí. Comprendí que jamás me querrías de la misma manera y comprendí también que eso no significaba que no lo hicieras. Lo hacías, pero a tu manera. Comprendí que me costaría horrores comprender todo esto que ahora comprendo. Y comprendí también que todo esto parece un trabalenguas de comprensión. Comprendí que mi cabeza ya lo sabía desde hace tiempo, pero que mi corazón necesitaba entender el porqué. Comprendí que dolería, pero también comprendí que si quería olvidarte debía tatuármelo en la piel. Comprendí que hay amores que son demasiado intensos para ser recíprocos, porque a veces esa reciprocidad es demasiado y se siente como una ola que te empapa de la cabeza a los pies, con toda la fuerza que arrastra el mar. A veces la reciprocidad es demasiado. Ahora lo comprendo. Comprendí que me tocó ser la que más ama y que no está mal, cada uno siente como puede. Pero comprendí también que el lugar donde todo esto me ponía no era dónde quería estar. Y comprendí que tenía que irme. Comprendí que el corazón es realmente fuerte cuando mis piernas se empeñaban en correr hacia otro lado, pero mi pecho me empujaba de vuelta a vos. Comprendí, muchas noches de llanto y de alcohol después, que dejarte ir, que dejarnos ir, fue mi más grande acto de amor.

Ayer pasé por el lugar donde nos dimos el primer beso. No sé si te importa, supongo que no lo hace, pero ojalá que sí. Ojalá que el hecho de pasar por todos nuestros lugares te revuelva el estomago y te haga perder el equilibrio. Ojalá que todavía escuches la última nota de voz que te mandé, y que sea la única forma de sentir que me tenés cerca, aunque vos sabes muy bien que estoy más lejos que nunca. Ojalá levantes el teléfono y quieras llamarme. Y ojalá te pese a más no poder, como me pasa a mi cada vez que levanto el puto teléfono. Ojalá que encuentres la ropa que me dejé en tu casa y que duermas abrazado a ella porque aún tiene mi aroma. Yo todavía conservo tu campera. Ojalá ya nunca puedas volver a ponerte en pedo con birra porque te recuerda demasiado a nuestras noches pasados de alcohol. Sé que no es así pero me aferro a la esperanza de que me recuerdes como yo lo hago. Es una suplica disfrazada de petición. Nuestra historia es un boomerang eterno, y de alguna forma siempre soy yo rogándote algo de amor. Es curioso que incluso ahora que ya te fuiste, aún te sigo pidiendo por favor que me amés como yo a vos.

“¿Qué esperas de mi?” - me miraste y me dijiste. Y me quedé muda como cientos de veces lo había estado en frente tuyo. No es que no lo sepa, yo creo que adentro mio lo sé. Pero bien adentro, tan adentro que me cala los huesos y me come la piel. No sé si estoy lista para decírtelo, pero por seguro que no estoy lista para decírmelo. No me siento preparada para escucharlo. Siempre me costó mucho admitir todo esto del amor, desde que tengo memoria me he montado el personaje de la niña buena pero que no tiene corazón. No sé vivir de otra forma y me da miedo encontrarme, otra vez, irremediablemente enamorada de vos. Como cuando era una niña y lo único que podía hacer era soñarte en silencio. Pero ahora soy una mujer. No entiendo, ¿cómo se pelea contra el mismo amor de siempre? Aquel amor que uno ya conoce de pies a cabeza pero que aún así no deja de ser intenso, tan intenso que arde y quema. Aunque cuando no me contestás el teléfono solo me congela. ¿Cómo se lucha no solo contra uno mismo, sino contra la vida y el destino?¿Cómo voy contracorriente todo el tiempo?¿Cómo hago para dejar de amarte si siempre, por más lejos que huya, termino volviendo a vos?¿Cómo hace uno para despojarse del único amor que conoce? Porque ya que estamos siendo sinceros, jamás he amado a nadie que no seas vos. No sé qué contestarte. Solo me miro por dentro y pienso “lo único que espero de vos es dejar de amarte”.

loading