#poeticco
hoy no hay estrellas en el cielo
el vacío será eterno
hay que aprender a vivir con ello
adj. poét. Estrellado o lleno de estrellas.
Prompt sugerido por @corpore-insepulto
Cada noche miro al cielo
y solo veo la luna,
menguante, creciente o llena
iluminando mis penas.
Cada noche que miro al cielo
nunca hay estrellas,
pues todas adornan su piel
como lunares o pecas,
formando parte de cicatrices
y brillando
bajo heridas abiertas
que nunca cierran.
Podría dibujar constelaciones
en tus piernas
y serías la envidia
de las diosas griegas.
Por mi culpa estás estrellada,
con tu alma remendada;
te toco y mi mano te atraviesa,
la luz entra por tus grietas
y amas, y amas, y amas,
nunca te cansas.
¿Qué sería de mi si te lanzas,
si te apagas?
Ya no habría luz para caminar,
por la calle, descalza;
ya no habría esperanza
que me diga “Clara es tan linda,
y te quiere, no la mereces
pero te ama,
y te extraña”.
Eso es suficiente.
Que haya al menos
una persona que te abraza
cuando no puedes
ni salir de la cama,
cuando los músculos
no te responden
y la mente se te escapa;
que te quieran, sana.
Pero no puede durar para siempre,
el amor nunca alcanza.
Y Clara, con su alma rota y remendada,
los discos, el gato, la batidora y la cama
se ha ido de casa. Lo piensas a diario,
no puedes evitarlo. ¿Y si esta noche no vuelve? La llamas.
La escuchas susurrando en el baño.
Te extraña, pero no lo ha aceptado.
Lloras en un silencio tan muerto
que parece calma,
después de oírla diciendo
que no volverá mañana.
Las lágrimas caen
sobre la camisa manchada
de sangre, y sientes cómo
la soledad te mata,
se cuela por la herida abierta
hasta que te congela.
El sol sale y la cortina lo ahuyenta;
El tiempo calla y el timbre suena.
Clara entra y no puede hacer nada
porque, sobre la cama,
ya estoy muerta.
Me abraza.
Y siento cada parte de mi alma
que regresa, con cada roce
mi piel se incendia; me besas,
pero las lágrimas no cesan.
Miro por la ventana y no hay estrellas.
Todas están en las yemas de tus dedos,
Clara, que anhelan una respuesta.
La luz se cuela de la farola de afuera.
Después de horas sintiéndote cerca,
el hechizo se rompe y en la cama,
mi cuerpo da una vuelta completa
y, querida Clara, te beso de vuelta.
El amor es tan futil
como es eficaz
un fusil
en tiempos de paz.
Estábamos tan cerca
pero no nos tocamos,
por miedo a reventarnos
como burbujas al viento
en una tarde de verano;
así, tercamente,
nos alejamos,
por miedo a romper
con la ilusión
de un amor perfecto
y no tener que lidiar
con su colapso.
Lo soñaste tanto,
que, cuando lo tuviste
entre tus manos
perdió su significado
porque lo quisiste tanto,
que, al lograrlo,
dejó de ser necesario.
Pregúntale
a la primera persona que veas
andando por la calle
o comiendo,
esperando el bus,
o paseando a sus perros,
qué piensa del amor,
de la vida,
si acaso algo
tiene valor
o si cree que nada
vale la pena;
pregúntale qué espera
y verás como no tiene ni idea
de qué decir, de qué pensar,
porque, la verdad es
que las grandes preguntas,
cuando menos las esperas,
te rompen la cabeza.
escuchar tu respiración agitarse
mientras te beso el cuello
y cuando te muerdo
prueba que estar a tu lado
es vivir en el cielo
y dejar de estar cuerdo
Si pudiera ir a verte,
si la distancia no fuera un problema,
si estuviera segura de que me quieres,
si habláramos más como antes,
si quisieras verme,
cruzaría más de 3175 kilómetros
solo para verte.
Soy todo un caos,
estoy hecho un desastre.
Y así no puedo
hacerle bien a nadie.
uno realmente nunca sabe
el tiempo que pasa
en la mente de alguien:
podrían ser
segundos,
minutos,
días,
meses,
años
o vidas incluso;
podría ser el caso
de un nuevo, cálido hogar
y tú podrías no estar
siquiera enterado
Te sigo queriendo,
pero ahora entiendo
que tú no me quieres igual.
Tal vez ya sea momento
de, si te encuentro
en un poema,
una canción,
un recuerdo;
dejarte pasar.