#accion poetica

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biel-magno:

“A veces es bueno extender las alas y dejarse llevar, unas veces por las corrientes del pensamiento, otras de la imaginación, también por esa corriente que se susurra al oído y te lleva a donde tu pasión desea.”

Gabriel

biel-magno:

Cuando hay musicalidad en las palabras y profundidad en el mensaje es como un tango, donde no sólo se mueven los pies, al ritmo de la música y en armonía de quien te guía; también hay un sentimiento complice que transciende los pasos, seduce y se crea emoción y sentimiento.

Gabriel

biel-magno:

Esa encendida espalda asentada en esas posaderas que evocan una tentadora manzana, donde pecar es gozar… adornada por esos divinos hoyuelos fetiches eróticos de la misma Venus… esa nuca, esos hombros para ser besadas…. vienes a mis sombras y entre susurros encenderé tu mente y con mis manos tu piel….

Gabriel

biel-magno:

Somos esa metáfora de la vida. Como si nuestros cuerpos, nuestras almas fuera una alegoría de la naturaleza… siempre ese batir de olas que todo lo trastoca, lo moldea y lo esculpe… al final, somos remanso en las orillas de nuestras almas, mientras en la profundidades, todo sigue latiendo intenso, al unísono.

Gabriel

Tu fuieste ninfa inicial, doncella angelical, de niveas manos, pero también portadora de ese potencial Pecado que late en lo más profundo de esa piel latiente y ese cuerpo enmascarado…

De tu propia crisálida, rompiste viejas máscaras que dejaron ver ese espíritu felino ante tu propia conciencia…

Liberando ese cuerpo y mente reprimido en tu propio ser… tu naturaleza reclama, con chorreante avidez, mientras tus carnes se abren a ese deseo de sacrificar el cuerpo, férvido de enagenante lujuria, que aflije sus entrañas, para desplegar alas… mientras yo, hambriento de tu feminidad, te arranco gemidos… soy lobo y también metáfora de ave rapaz de altos vuelos… penetró tu mente, tu cuerpo hasta liberarte el alma, ante la presencia divina de la mirada encendida.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cuando tu me miras así, siento algo indecible, inenarrable, tan grande, tan intenso…

entonces!,

dejo que la música de las caricias hablen por mí, que el sentimiento y a la emoción se expresen, en el silencio, para que me comprendas mejor. Gabriel

gabriel-bielm:

Parecía que la foto hablaba por si sola, pero has hecho que su mensaje sea más bello y más intenso. Tienes esa capacidad “excepcional”, de ser la excepción que confirma la regla, donde la imagen y las palabras se superan así misma. Gabriel

gabriel-bielm:

Divino altar donde los cuerpos yacentes se sacrifican para gozo de las almas.

Ceremonia pagana de comunión entre la tierra, el fuego y aire; gemidos al viento y clamores al cielo.

Cuerpos que se funden, cabalgando esas caderas, entre placeres que arden, entre efluvios… hacia el climax emergente.

Gabriel

gabriel-bielm:

Sería una verdadera tristeza,

vivir sin haber amado,

amar fin haber sentido.

No solo en los placeres de la carne,

en esos encuentros pasionales,

en los anhelos de la mente,

si no en esa dicha del corazón,

en ese éxtasis místico

que te inunda el alma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Ante mí, dos realides de un mismo deseo. Una es dominante en sus convicciones y entregada en sus voluntades. Al mismo tiempo, sumisa y ciegamente entregada cuando desnuda su cuerpo, desnuda su mente y su alma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cuando llega la noche, no es manto oscuro lo que trae…. mira, mira bien el cielo y veras como todo está lleno de luz.

De día una sola luz te deslumbra, de noche, no hay una luz que te deslumbre, si no millones de estrellas que te iluminan y te inspiran a un pensamiento mágico…

de noche, hasta la mirada es más profunda y el silencio se expresa con vehemencia…

Gabriel

gabriel-bielm:

Me adentro en tu alcoba, entre tus sabanas, cómo esa serpiente que es tentación y pecado… sigiloso, me voy enroscado entre tus piernas, por los píes, hasta alcanzar esos candentes y suaves muslos… mi boca, mis manos, recorren tu piel, despacio, esnifando tu aroma, lamiendo la piel sabrosa, dibujando tu figura… dejo de momento ese volcán que emana esa lava caliente… voy subiendo, por tu vientre, entre el remolino, entre tus orondas caderas… llego a esas montañas, de pezones firmes y erecto, los muerdo, los lamo, con esa codicia, con hambre de hembra en celo… Voy subiendo, hasta alcanzar tu boca, entreabierta, con tu lengua que juega y le retuerce en mi boca con mi lengua… respiro tu aliento, tu saliva es delicia… muerdo tu cuello para inyectar el veneno del deseo susurrando palabras obscenas, delicias para la mente… mis manos juegan con tu vulva abierta, mojada, llena de ese húmedo deseo… rodean ese botón henchido entre su capuchón de pliegues y esos labios se seda… te doy la vuelta, mi miembro erecto y punzante roza tus nalgas apretadas; retiro tu pelo largo, y miro ese cuello esa nuca con tanto deseo, la beso la muerdo… poca a poco, voy arrastrando mi lengua por tu columna, tu cuerpo se arquea, se retuerce en sensaciones… al llegar a tus glúteos, hundo mi boca entre esas nalgas… todo está candente, humeante… con mirada lasciva elevo tus caderas, acaricio tus más íntimos y profundos infiernos… hundo mi boca, mi lengua y bebo tu elixir que emana a borbotones… entre gemidos, te penetro, te cabalgo, profundo, con tempo hasta hacer que pongas el grito en el cielo y tu placer en las sabanas… siguiendo este erótico relato de placeres compartidos…

Gabriel

gabriel-bielm:

Qué mejor lugar para la lectura que un entorno natural, para una buena novela, un ensayo o leer poesía. Ya el bosque, en sí mismo, es como un buen libro, que nos habla de la vida, de los ciclos, de la muerte y las energías.

En compañía de estos veteranos del mundo, observadores del tiempo, creadores de nuestro oxigeno, sabiendo que cada árbol es un ecosistema en si mismo.

Ahí te veo imbuida en tu lectura, en tu aventura, en esos pensamientos únicos que inspira un buen libro, donde cada uno lo interpreta a su manera y la imaginación hace su propia versión. No hay dos lecturas iguales, lo mismo que no hay momentos idénticos.

El tiempo no existe, sólo existen los momentos, el presente. Un eterno presente donde recordamos un pasado diferente y un futuro que siempre está por venir y nunca llega.

En la orilla Del Río, metáfora del fluir de la vida, con ese sonido del agua, del viento que acaricia a esos seres gigantes. Las afanadas hormigas, transformando el micromundo, y otros seres diminutos en esa misión tan importante de mantener la vida del bosque.

Y que hablar de esos seres cantores, voladores que se pasean de rama en rama, esparciendo las semillas y también el polen.

Qué sabía es la naturaleza y que buen libro es que nos enseña tanto, nos deleita, nos cura la mente y nos llena de energía. Al fin y al cabo, somos criaturas del mundo y otras su mayor enemigo y la de todos los seres que cohabitan con nosotros.

Pero sin duda, tú eres la reina del bosque, su Caperucita en ocasiones, otras un hada que inspira y que habita ese paraíso de vida. Para mí lo eres todo, musa de mis mejores sentimientos, dama de las Bellas Letras…. amor profundo.

Gabriel

gabriel-bielm:

No es tanto el color, si no ese misterio

que la noche pone en los ojos,

en esa mirada de secretos que te atrapan,

te cautivan y te absorbe

a ese horizonte de sucesos,

donde lo irreal es verídico

y no sabes escapar de ahí,

porque no puedes, porque no quieres…

porque ese misterio que hallo en ti

me fascina y transforma.

Gabriel

gabriel-bielm:

Amado señor mío no tengas miedo, no te muevas, permanece en silencio, nadie nos verá.

Sigue así, quiero mirarte, yo te he mirado mucho, pero no eras para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate donde estás, tenemos una noche para nosotros, y yo quiero mirarte, nunca te he visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos, y acaríciate, te lo ruego.

No abras los ojos si te es posible, y acaríciate, son tan hermosas tus manos, he soñado con ellas tantas veces, ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continúa, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate, amado señor mío, acaricia tu sexo, te lo ruego, despacio.

Es hermosa tu mano en tu sexo, no te detengas, a mí me gusta mirarla y mirarte, amado señor mío, no abras lo ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de ti, ¿me sientes?, estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda, ¿la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel.

Tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti, no puedes saber donde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de repente.

Tal vez sea en tus ojos, apoyaré mi boca sobre los párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro, o tal vez sea en tu sexo, apoyaré mis labios, allá abajo, y los abriré bajando poco a poco.

Dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando entre mis labios y empujando mi lengua, mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo.

Hasta que al final te bese en el corazón, porque te deseo, morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mío de verdad, con mi boca en el corazón tú serás mío para siempre, si no me crees abre los ojos, amado señor mñio, y mírame, soy yo, quién podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mío ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran.

Tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio,quién podrá borrar esto, tú dentro de mí moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz.

Mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza, tus brazos que no dejan que me marche, los golpes dentro de mí, es violencia dulce, veo tus ojos que buscan en los míos, quieren saber hasta donde hacerme daño, hasta donde quieras, amado señor mío, no hay final, no acabará, ¿lo ves?, nadie podrá borrar este instante que sucede, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada, no queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante, y este instante es, céeme, amado señor mío, este instante existirá, de ahora en adelante, existirá hasta el final.

Alessandro Baricco “Seda”

gabriel-bielm:

En ese pensamiento,

tan lleno de misteriosa realidad,

donde los corazones se sincronizan

en un único latido

y las caricias se deslizan por ese cuerpo divino,

cada curva de tu feminidad es delirio afrodisíaco,

surco de deseo

por el sendero tántrico de tu piel.

Te abres, te ofreces al gozo.

Soy esa sensación intensa

en la profundidad de tus entrañas.

Me paseo por tu mente,

por las nubes de tu cielo,

soy astro que habito

en la profundidad de tus noches.

Eres Dama de las Bellas Letras,

yo mentor de tus pasiones

hacedor que rubrica tus placeres.

Gabriel

gabriel-bielm:

Apóyate en mí y yo te llevo…

solo has de saber sentir mis pasos al ritmo de ese latido…

apóyate en mí y nos dejamos guiar a dónde el corazón nos lleve.

Da igual es sitio o el lugar,

porque el verdadero mundo está donde nuestras miradas se crucen.

Gabriel

gabriel-bielm:

Cierra los ojos y deja que tu imaginación recree ese momento…

deja que el deseo flote en tu piel…

cada gesto, cada caricia, cada toque, cada mirada,

es ternura suave en las orillas de esa dermis febril…

deja que ahonde en la profundidad

donde tu cuerpo es secreto y aguas termales…

deja que la tormenta se desate y la felicidad corone tu alma.

Todo así de intenso, de penetrante pasión,

de elevado entusiasmo, de profundos orgasmos.

Derramando aguas, en ese galopar trepidante hacia el clímax…

Gabriel

gabriel-bielm:

Siempre las palabras se quedan cortas para algo tan inconmensurable como es el Amor.

Poetas, amantes, escritores artistas… todos se esfuerzan en definirlo. Hay ríos de tinta, noches de éxtasis, incluso tratados y teofanías místicas para intentar definirlo.

Pero quizás sea imposible definirlo con palabras, solamente sentirlo en el alma, en los hechos.

Sentirlo en ese beso profundo que lo hace más intenso y en esa otra manera de latir el corazón cuando el amor te habita y se expresa en los cuerpos, en los pálpitos y en ese deseo de hacer, de lo cotidiano, algo insólito.

En esa sensación de que siempre estás ahí en los momentos difíciles, porque el amor también es bálsamo, compromiso y consuelo.

Gabriel

gabriel-bielm:

Eres oasis en mi vasto deseo, cristalina agua que sacia mi ávida sed.

Eres es cuerpo de dunas que mis manos recorren y mis labios culminan.

Soy ese viento que las agita, las moldea y las encrespa en puntas de placer.

Penetro tu cuerpo para aplacar tu fuego encendido de lujuria. Alcanzo tu alma entre clamores al cielo, mientras tus orgasmos se derraman entre tus muslos.

Eres cortesana de mi perversas embestidas…

diosa en la plenitud del alma.

Gabriel

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