#colaboración

LIVE
Lazos que debemos cortar, porque nos hacen más llorar, que amar, y nos nublan la luz de hasta nuestr

Lazos que debemos cortar, porque nos hacen más llorar, que amar, y nos nublan la luz de hasta nuestro propio hogar, sentimos que aún flotando en el aire nos podemos ahogar, y si estamos en el piso no podemos avanzar, porque son lazos que están dispuestos a lastimar, más que su disposición por sanar. Comenzaron siendo hermosos, como todos los demás, de color rojo y que parecían más fuertes incluso que las cadenas de Prometeo.

Pero al final, no todo es lo que parece. El sueño termina, despiertas y no sabes que has soñado, pero ves como tu mejilla está húmeda por haber llorado. Bajas la vista a tu pecho y el hilo se está deshilachando. ¿Vale la pena tenerte aquí si esto es lo que me estás causando?

No vale la pena seguir cargando todo el dolor que a mi corazón le estás lanzando, no vale la pena llorar por quien nunca cumplirá la promesa de por siempre quererte amar.

- “Es una cuestión de lazos”, por J. GalányMaría I

Instagram: @imnashlancrew

Facebook: Nash Lancrew


Post link

Hay cosas por hacer

Existen deseos constantes que no dejan de rondar en mis visiones: reducir el espacio entre nosotros. Trazar un mapa que una tus centímetros y los míos. Llenarme de tus latidos cada mañana mientras mis ojos adoran los tuyos. Desaparecer tus miedos en mis brazos. Crearme excusas absurdas para decirte que te amo y que verte sonrojado me recuerda al atardecer. Besarte cada vez que escuchemos a las aves cantar. Fabricar sueños mientras contamos nuestros lunares. Poner de fondo las canciones que nos dedicamos y confesarnos en susurros solo lo que los amantes se atreven a decir cuando no podamos dormir. Decirte, que volvería a cantarte al oído una vez tras otra hasta que de repente el sonido nos acercara y este falleciera en tu boca. Quisiera que volvieras a hablarme de la infinitud del universo y que volvieras a repetirme otra vez que tu mamá te enseñó a contemplar aquello que amas, que por eso me contemplas a mi. Retroceder de nuevo, a esa noche de diciembre, donde nos dijimos “te amo” por primera vez, que me viste dormir tras una pantalla y en vez de querer colgar quisiste aprenderte mis suspiros de memoria. Porque nuestros cuerpos encajaron perfectamente toda la vida, y en el fondo eso no suena a tanta locura ni a tanta tontería. Adoro cuando sonríes, cuando me tocas la guitarra, cuando ves conmigo mis películas favoritas o nos contemplamos sin decir nada. Llegará el día, en el que mi cama huela a ti, mi armario tendrá más ropa porque estarán tus sudaderas también, y quizás llegue una Navidad donde nos levanten dos niños pequeños llenos de emoción diciendo “Papá, papá, que han venido los reyes magos”. Quizá podamos recorrer cada rincón de Europa y en cada parada escribir un nuevo poema y que tu risa lo termine. Y cuando terminemos de conocer cada rincón, aterrizar en Tokio para ver cómo tu alma de niño se emociona por ver las flores de cerezo mientras en mi mente tatúo ese instante. Que me muestres cada lugar en donde se grabó tus series favoritas y no sueltes mi mano hasta que la madrugada nos reciba con su manto. Coquetearnos con la mirada en el metro y que no sea secreto para nadie. Enfermarnos de deseo puro e insaciable cuando las luces nos digan adiós. Que nuestras almas bailen al compás de una canción que solo ellas conocen y que nos amemos con el doble de fuerza que con lo que la hicimos el día anterior. Besayúname, sigamos juntos la dieta de los caníbales. Escribe con besos, el mejor de tus poemas en mi espalda, y vete formando un caminito de besos e indirectas desde donde desees hasta el comienzo de mi boca. Mírame a los ojos, y dime qué no soy la única que te quiere comer a besos, a versos. Mírame a las pupilas de cristal, húrgame el alma y acomódate para quedarte una noche más. Mírame, pero mírame como la mejor obra de arte. Presúmeme y grítale al universo: “Ella, ella es la mujer a la que amo, ella es mi futura esposa.” Llegará un momento en el que las zonas horarias dejen de ser, que las habitaciones, las camas dejen de ser dos. Cuando sea solo una la cama donde descansar, las luces apagaré para por tus ojos dejarme iluminar, y entonces solo entonces, proclamarme tuya, a este amor nuestro, otra eternidad más.

-A. Werther

- María I

image

De pequeño no concia de números y siempre fue pésimo en las matemáticas.

De pequeño sus papas batallaban con él ya que era muy rebelde.

También era un caníbal, le encantaba la carne y saborearla, sufría de convulsiones después de devorar la carne. Pero en un momento de la vida la misma carne le dejo de satisfacer, nunca lo llenaba y siempre quería más y más y fue entonces cuando conoció el alma, exquisita y con un sabor muy dulce con un poco de inocencia, probo de todo tipo y era la única manera de saciar su hambre.

Pero aun después de probar tal manjar seguía queriendo más y más hasta que un día el alma se terminó y dejo de alimentarse, paso el tiempo y empezó a adelgazar el amor a tal punto que le dio una anemia brutal entonces fue cuando estaba a punto de fallecer encontró otra alma inocente e igual de dulce, ahí fue donde recordó una frase que le decía mucho su madre “No solo hay que nutrir el cuerpo, sino también el alma. El cuerpo tiene fecha de caducidad pero el alma es eterna”.


- JECA (Sexo con letras)  
-  SofiaLetrasPurpura 

Colab:Hawkers + Pull & BearLos lentes obscuros nos encantan y Steve Aoki es la imagen de esta co

Colab:

Hawkers + Pull & Bear

Los lentes obscuros nos encantan y Steve Aoki es la imagen de esta colaboración entre Pull & Bear y Hawkers.


Post link

Llegaste a mi vida como una luz de esperanza, entre tanta oscuridad demoniaca que habitaba en mi mundo, cambiaste mi gama de colores fríos y bruscos; los convertiste en colores cálidos que me recordaran a ti, como por ejemplo el brillante amarillo similar al del color rubio de tu cabello, o el rojo, asimilando la barra de labial que usas cada que sales de casa; verde, como el de tus ojos esmeralda que traen un mundo dentro, y ese color pastel del que esta pintada tu maravillosa y suave piel. 

Toda la belleza de los colores esta plasmada en ti y ¿Cómo no enamorarme? Si el arquitecto del universo reflejó toda la magia y perfección en un ser humano como tú. 

Con una sonrisa caótica que ilumina mis días, con una mirada tan angelical que me hace creer en los milagros y me deja con una sonrisa en el rostro.

Star✨&Él Ángel Caído de Ciudad Gótica

Que ganas de mantenerte a mi lado, de sentir tu calor y tus caricias a mi antojo; que domines cada parte de mi ser y me hagas sentir segura en cada beso que me des. Abrazarte en las noches frías y que entre sonrisas se nos vaya el sueño, y así, después de tantas risas y caricias, dormir plácidamente juntitos y yo.

~Nayeli AR&Papittafritta

Sasha Masloff (Lo) por Fotografo DesconocidoGracias / Thanks  letsshadyturtlebouquetblr!Sasha Masloff (Lo) por Fotografo DesconocidoGracias / Thanks  letsshadyturtlebouquetblr!

Sasha Masloff (Lo) por Fotografo Desconocido

Gracias / Thanks  letsshadyturtlebouquetblr!


Post link

dugi-love:

dugi-love:

Mi primera colaboración OwO ✨✨
With my besti @m0nkey_studi0 #tiktok #bestie #colab

https://www.instagram.com/p/CdMcHu2jzKl/?igshid=NGJjMDIxMWI=

✨BESTIS✨

Una pequeña colaboración en tiktok espero les guste UU ✨

La verdad tengo ganas de hacer colaboración con uno de ustedes, qué opinan? si les gustaría?

#dugi love    #my art    #eider cn    #tiktok    #colaboración    

desorden-en-letras:

Me levanto sin energía, me siento algo perdido, con ganas de quedarme en cama y no volver a hacer nada.

Solo quiero ver como el tiempo pasa, muchas veces me gustaría simplemente desaparecer sin dejar algún rastro, y poder ser feliz sin tanto cuento.

Suena a disparate, pero es mi día a día.

Pedazos D-Ni&Astro

 HAPPY BIRTHDAY MU!! ♈️Collab que hicimos entre 43 artistas para el cumpleaños de Mu de Aries, me po

HAPPY BIRTHDAY MU!! ♈️

Collab que hicimos entre 43 artistas para el cumpleaños de Mu de Aries, me pone muy contento que hayan mandado tantos dibujos, ¡espero que les guste!

Muchas gracias a todos por participar de este collab, hicieron de este día especial aún más especial


Post link

pedacitodecieloblog:

efimera-lunar-intemporal:

fragmentadxs:

calle-veintitres:

a-n-d-r-e-s-p:

Siempre estuve allí, en tus momentos más felices y complejos; ahora ¿Enserio vienes a decir que te abandoné? Cuando vos de manera cruda llenaste de hielo tu corazón y me deseaste lo peor.

Un-Chico-Solitario

A tus engaños yo les ponía un poquito de verdad para mí, quería creer en algo, tú ibas y venías destruyendo todo lo que yo construía.

@torpe-chica

Intenté entender el por qué habíamos terminado así, destruyendonos ambos, intenté ponerme en tu lugar y comprender todo el daño que me causaste, pero honestamente, no vale la pena seguir defendiéndote, cuando yo, lo dí todo por tí, y tú nada…

@la-estacion

Y tu sólo viste por ti, dejando tras de si un vacío en mi, que me hiciste sentir que yo no valía y aún a pesar de lo que hiciste sufrir aquí estoy frente a ti mostrandote todo lo que siento por ti.

El navegante

Ya no siento dolor al mostrarte lo que soy porque sé que siempre fue auténtico y ahora tu y yo solo somos recuerdos destinados al olvido, dicen que donde alguna vez hubo amor muy pronto quedará solo vacío.

@efimera-lunar-intemporal

Ahora me siento en mi habitación, la oscuridad me envuelve, pongo la que antes era nuestra música favorita y puedo ver cómo nuestra historia pasa como una película que antes era a color, hoy sólo es en blanco y negro, dejando huellas de tu amor.

Pedacitodecielo

Y aunque solo quede vacío quiero que sepas que siempre contarás conmigo, y aunque suene un poco egoísta aún te quiero en mi vida, así sea solo para que hablemos de lo lindo que se ve el clima.

Sweetnattalia

La Caja De Harry.

Continuación de Prima Potio.

“¡Despierta, niña, despierta!”

Empecé a escuchar a lo lejos la voz asustada del hada, entraba a mis oídos con una agudeza que me provocó llevarme las manos a las orejas para cubrirlas con fuerza. Me sentía aturdida, confundida, perdida y adolorida. No entendía qué había pasado. Abrí los ojos lentamente, como despertando de un letargo que me hacía sentir el cuerpo pesado y la respiración difícil. Sentía la piel arderme, como si estuviese bajo el poder de los rayos del sol en pleno verano, cuando sabía muy bien que estaba en otoño; al menos, recuerdo que era otoño cuando empezó todo lo que estaba sucediendo, aunque ya no tenía la certeza de sí estaba soñando o estaba viviéndolo, pero se sentía tan real, que no dudaba estuviese experimentándolo con mis cinco sentidos totalmente despiertos. Me moví levemente, estaba tirada sobre mi costado derecho, el vestido y los cabellos revueltos, sucios y polvorientos; todos llenos de arena. “¿Arena? Pues, ¿en dónde me he metido?”, me dije entre dientes, mientras terminé de levantarme. No del todo, sólo me acomodé sobre mis posaderas, tratando de reconocerme. Me sentía tremendamente entumecida y golpeada… y no entendía nada. “La poción… ¿Qué fue de la poción?”, mascullé, buscando entre mis ropas, pero no encontré nada.

“Aquí está… Aquí está la poción… ¡Voltea!”

Volvió a entrar en mis oídos la aguda voz del hada; me ensordecía. Volví a taparme las orejas, al tanto miré a mi rededor, sin elevar la mirada, encontrándome con la pequeña hada tirada a un costado mío, en la cama de arena en donde nos encontrábamos, con el frasco de la poción cerrado, lo cual me pareció extraño. Estaba lleno y tapado. “¿Qué fue lo que pasó?”, pregunté sin poder pensar. Me sentía tan aturdida, tan absorta en el entumecimiento de mis extremidades, que no podía entablar una conexión coherente entre mi cuerpo y mi mente.

“No podemos perder tiempo, debemos continuar…”

El hada seguía hablando, pero ahora su voz comenzó a agravarse. La vi moverse, poco a poco, sacudiéndose las extremidades. Era la primera vez que la veía estática, con las alas detenidas y el cuerpecito apagado. “¿Qué pasó?”, volví a preguntarle, pero ahora elevando la mirada hacia lo que nos rodeaba, topándome con un desierto infinito. Volteé al cielo, a lo que pude ver, pues el sol era tan intenso, que me hizo arder los ojos al instante en el que elevé la mirada. Me cubrí la frente, tratando de ocultar la mirada del sol, para poder ver con claridad. Nada… o, tal vez, arena… pura arena… un cielo azul que parecía no tener fin y un sol tan intenso y caliente que me producía un ardor terrible en la piel. “¿En dónde estamos? ¿Funcionó la poción?”, acerqué mis manos al hada para ayudarla a limpiarse, le soplé un poco de mi aliento para quitarle el exceso de arena de las alas y la traje conmigo en mis manos, no sin tomar el frasco con la poción intacta.

“Si, la poción ha funcionado en parte, pero no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo, tenemos que continuar…”

Me puse de pie, con el hada sentada en mi hombro y la poción guardada en el bolsillo de mi falda. “En primer lugar, dime en dónde estamos, no entiendo nada, no entiendo lo que dices… me hablas a medias… me estoy asustando… ¿Qué es este lugar? ¿En dónde está la caja? No veo el final de este desierto, no se ve que termine… hay solo arena, arena y más arena”, estaba empezando a sentirme inquieta y, a pesar de no moverme de lugar, podía asegurar que no había nada más que soledad en ese desconocido espacio, lo cual me provocaba ansiedad.

“Camina, muévete… te diré en dónde estamos mientras lo haces, no podemos quedarnos aquí… Harry no puede encontrarnos aquí”.

“¿Otra vez Harry? ¿Quién es ese tal Harry que tanto mencionas? Ya me está cayendo mal, no le he hecho nada, no sé qué quiere conmigo y por qué, de pronto, se ha empeñado en hacerme odiarlo”, fruncí el entrecejo y los labios con malestar, ya no era solo ansiedad la que me agobiaba, sino enojo. Estaba en medio de la nada, acompañada de un ser mitológico que no sabía darme otra cosa mas que ordenes y me estaba cansando. “¿A dónde podemos ir sin algo que nos guíe?”, le pregunté comenzando a andar. Mis pies se hundían en la arena, provocándome agitación y cansancio. No había dado ni diez pasos cuando ya sentía que el alma se me salía del cuerpo. Me tiré al suelo, con los ojos queriéndome llorar, me llevé las manos al rostro, deseando cubrírmelo del sol, pero… era tan imposible. El hada seguía pegada a mi hombro, tampoco podía volar; yacía igual que yo, cansada y aturdida, con sed y temor. Lo sabía, porque podía oír su respiración en mi oreja. Si ella estaba asustada, ¿cómo podía estar mejor yo? Saqué la poción de mi bolsillo y la miré por un rato, buscando en ella la respuesta, aunque no sabía, realmente, qué buscaba. Lo único que quería hacer era salir de ahí, de ese infierno que parecía engullirme con cada paso que daba. Estaba sintiendo tanta sed que la lengua se me pegaba al paladar. Mi cuerpo sudaba, sentía las gotas resbalar por todos los lugares, hasta los más recónditos. Quise ponerme de pie para continuar cuando, de repente, miré aparecer a unos pasos frente a mí, unas pequeñas huellas; eran tan diminutas y, a la vez, tan perfectamente bien hechas, que me sorprendí, además de que no veía a nadie que las fuese formando. Era como si un ente invisible estuviese bailando frente a mis pasmados ojos. El hada se sobresaltó, sentí a su cuerpo temblar sobre mi hombro, provocándome una ligera cosquilla.

“Oh no… ¡No! ¡No puede ser! ¡Levántate, niña, rápido! Sigue caminando, no te detengas, aunque tus piernas cedan, debemos continuar”.

El hada me gritaba al oído, haciéndome temblar, pero no me podía levantar. Mis piernas estaban atrapadas, la arena las había estado engullendo conforme los minutos pasaban. Empecé a sentirme más angustiada, pues miraba formarse, ante mí, un sinnúmero de huellas que revolvían la arena, formando un agujero que empezó a jalarme. De repente, se escuchó un fuerte gañido que provenía del agujero que ya me tragaba las piernas. Un profuso escalofrío me recorrió desde los pies a la cabeza, despertándome y provocándome, de manera enérgica, mover las manos hacía la parte contraria del agujero; quería salir de ahí, escapar de ese remolino de arena y de ese gañido que se profundizaba cada vez más. El hada empezó a volar, pesadamente, tratando de darme aliento para salir de mi probable muerte. “¿Este es el final?”, pensaba, mientras buscaba sostenerme de algo que no fuera arena, pero era imposible. Cansada, con el sudor bañándome, el vestido pegado a mi piel, la arena consumiéndome ya parte del vientre, miré al frasco con la poción, el mismo que apretaba en mi mano y, sin pensarlo, lo abrí para beberla. La tragué sin sentir su sabor, sin detenerme a debatir si había hecho bien o mal, lo único que deseaba era salir de ahí y, si morir era la única opción, tomar la poción no iba a hacer la diferencia, pero no tomarla, quizás tampoco iba a ser de ayuda.

Esu Emmanuel©

loading