#cuentos
¡Mire! Fuente, fría, fruta, fresca… ¡cuál gresca! Eternamente jugosa y gustosa, ¡qué cosa! Y hábilmente salerosa y valerosa, ¡cuán hermosa!
Entre el follaje se distingue un coco sentado en la punta de una espada que se va de paseo y deja rastro con su almohada desplumada. Crea confusión entre las cañas de azúcar posando en ellas unas cuantas arañas y vacila a las ramas haciendo sonar sus seiscientas veintiún mil campanas.
Poema a un pájaro
Al batir tus alas dentro de mi tórax
te abriste paso en mi corazón y su niebla purpurina.
Tengo recuerdos de tu cantó en mi pecho,
del más dulce piar de los anhelos.
Hice mal, al alimentarme de veneno e interés ciego.
Dejé libre al ave que anidaba dentro mío.
Aunque no estés ¡Escucha! grito de mi pecho vacío:
Te honró y te amo, entre cielos y mares, atardeceres y amaneceres son testigos de mis buenos deseos.
Aunque este marinero navega hacia aguas más turbias, jamás bajará la frente cuando le pregunten si eran hermosos los momentos en que en su corazón cantaba un ave.
Por #SatanásParado
Mis hijos me reclamaban cada vez que consumía sustancias. Decían que las dejara, que estaba destruyendo a nuestra familia.
En cierto modo, tenían razón. Con el tiempo dejé de verlos, me di cuenta de que nunca fueron reales. Los medicamentos estaban funcionando.
Autor: Santiago Pedraza
Érase una vez Los Gigantes, un carnaval de cuento…
Cartel anunciador del Carnaval 2022 de Los Gigantes
Quiero dar las gracias al Alcalde y al concejal de fiestas del Ayuntamiento de Santiago del Teide por contar conmigo un año más y valorar mi trabajo. Ha sido todo un placer crear esta obra que es la carta de presentación del carnaval. Este año será a finales de agosto. Nos veremos por allí ☺️
Son las tres de la tarde y corro por la calle de mi casa en Salta buscando algún negocio abierto donde me vendan una caja de preservativos. El barrio entero parece haberse convertido en un gran mercado chino donde hay hasta tigres que pasean como perros entre la gente, menos un negocio donde me vendan una mísera caja de preservativos.
Mateo me espera en mi habitación, logré convencerlo para que se quedara después de unos besos que le robé, y ahora temo que no me espere y se vaya si no consigo el artículo en cuestión,todo esto mientras esquivo a unos niños que corren con galletas de la fortuna entre las manos.
Mateo me espera en mi habitación, y realmente fue una situación forzada lograr que se quedara. No quería hacerlo para nada, tampoco besarme, pero yo terminé rodando en mi cama con él en brazos insistiéndole que me amara un rato más. Conmigo arriba, no pudo resistirse más y me dijo: “me encanta verte así”. Y fue en ese momento, cuando -decidido a cogerme sin más reparo-, le pregunté si tenía forros. Me dijo que no, así que salí toda apresurada a buscarlos.
Fue en vano porque no los conseguí, y en plena aflicción preservatoriana, desde una esquina y entre faroles de papel rojos con símbolos chinos, pude divisar a Mateo yéndose en bicicleta.
He vivido ya mucho tiempo en el día, la noche me reclama, me llama de vuelta a su lecho.
Es la noche o eres tú, irremediable, incontenible, inevitable, devastadora y tantos otros adjetivos que me perforan el alma.
De noche se roba mejor
Yo la vi una noche sonriendo en lo alto del balcón. La vi como una estrella, fría y hermosa. ¡Y que se vaya al diablo aquel que me acuse! Qué más podía yo hacer, sí soy nada más que un zorro. ¿A caso a podido el hombre suprimir su sed por la guerra? No me digan que hice lo indebido, pues por ser un zorro mi tarea es la de hacer lo indebido, lo que nadie más se atreve, aquello que atemoriza corazones y achica voluntades eso es lo que me llena de pasión. ¿Qué más podía yo hacer? Ella estaba ahí tan bella, tan radiante y yo acá tan ladrón tan profano, tenía que intentarlo, tenía que probar en carne propia el sabor de los besos robados.
FantásticoSeñorZorro
“Las sirenas llaman Ícaro a la lluvia: un mar que trató de volar”.
José Luis Zárate
- Libro:Microcuentos de amor, lluvia y dinosaurios.