#desesperación

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—Eres un pobre hombre que no puedes sostenerte ni por ti mismo— dijo con esa seguridad desbordada de soberbia.

El orgullo no dejó que sus afiladas palabras llegarán más profundo. Digo ¡No me conoce! no sabe nada de mi. Pero ahora, al mirar las estrellas y sentir el frío de la madrugada, esa que te invita a abrazar una pila de cartón de la acera en la calle 25. Escucho un susurro con el tono de su voz, diciendo que quizá tiene la maldita razón.

Y de pana no he dejado de intentarlo, y aunque aún no he tenido la oportunidad de afrontar una vida a lo Bukowski. Sé, con toda la seguridad de mi pobre soberbia, que al igual que él, no mendigare ni una moneda.

Y luego la voz me abofetea: “ya lo estás haciendo idiota”. Entonces solo queda el silencio, y un ligero zumbido de gotas en los ojos. Gotas orgullosas que no caen.

Estate quieto, ponte derecho, guarda silencio,
átate los zapatos, colócate el jersey, la camisa por dentro,
no se contesta a los mayores, obedece a tu hermano,
se dan las gracias y te vas sonriendo,
deja eso en su sitio, habla bien, para quieto un momento,
camina despacio, no vayas siempre con la cabeza loca y corriendo,
ya te he escuchado, no quiero jugar más, no sigas insistiendo,
súbete a la acera, bájate de esa valla, no se habla comiendo,
baja la música, apaga la tele y desenchufa los videojuegos,
no grites tan alto, espera tu turno, meas contra el viento,
¡vaya niño mal educado! te pasas la vida maldiciendo…
Puta híperactividad,
no cesa un momento,
sois vosotros quiénes me tenéis que aguantar,
pero soy yo el que la sufro por dentro.

Es hora de hacerte cargo: de tu vida, de tu proceso, de tu dolor.

No está mal sentirse triste, ansioso, derrumbado, caer, fracasar, volver a intentarlo, porque las mejores cosas emergen del caos.


- A. S

Quiero poder seguir cominando descalzo, tener esa libertad que tienen los gatos. Correr y escuchar como el viento me golpea la cara.

Hablar y escuchar un ‘te entiendo’, mientras un abrazo me enfunda en la paz (sin otra intención).


— A. S

Lamento por la tierra


Mi desterrado corazón de Pawnee sufre por la tierra que nos sustenta bajo los pies descalzos. Puedo escuchar en la noche silenciosa, en la hora más oscura, su lamento. El hombre abre las entrañas de este planeta tibio, lo ultraja, el hombre también soy yo, eres tú; somos la generación de las langostas, acabaremos con todo. Donde hubo vida bulliciosa solo quedará una roca flotando en el terrible espacio.


ulyssesdepuertoheroico

Y lo sigo queriendo,

Inútilmente, como si aferrarme a su recuerdo lo trajera de vuelta…

-Zoé

Ahí en medio del desastre me quebré, mi corazón y mi mente lo hicieron al punto de perder la razón acabando con un sentimiento de asco y lástima hacia mí misma.

Alguien

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