#un escritor dice

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Ser de tu arena el Sol que la acaricia. De tu mar, el oleaje, y de tu brisa, la melodia mas hermosa. Mecerte con la paz azul que toca el horizonte. Llenarte el aliento con la sal que purifica.

e.v.e.

A veces la tristeza me come entera el corazón y el silencio me cose los labios. No hay nada mas que un eco vacío en este cascaron que llamo pecho y me duelen tanto los ojos llenos de lagrimas que no he podido soltar. Quisiera desvanecerme como neblina consumida por el Sol, desaparecer en los rincones que nadie voltea a ver y no pensar ya en nada mas y extinguirme como una vela que la piedad del viento quiso apagar.

e.v.e.

Quiero que sientas lo profundo, lo intenso, lo entregado de este amor que me late en el pecho por ti. Nunca he sentido por alguien lo que siento cuando estoy contigo. Es tan único este querer que es como explorar lo desconocido. Desatas lo profundo, lo escondido, eres cada latido, cada suspiro, cada canción de amor en mi. Potencias mi alma y haces que quiera conocer todo de mi para poder brindartelo. Solo tu amor me abraza entera y me transforma, me hace volar y siembra sueños en mi alma. Jamas he sentido tanta sublime paz, tanta compenetración, en verdad somos uno tu y yo. Eres tu, solo en tú, eres la plenitud del amor en mi.

e.v.e.

Despertar con el suave y dulce eco de tu presencia en mi cuerpo que como marea al alba arrulla mi playa. Sentir todo el amor que dejamos en el alma del otro impregnado como un dulce perfume que nos envuelve. Ver destellos de las estrellas que tocamos ayer con los labios, con las manos.. Amanecer contigo latiendo entrega, siendo tan tuya, y tú ya tan mío. La perfecta felicidad y plenitud de este momento se escribe para siempre con tu nombre en mi alma.

e.v.e.

A veces me voy lejos solo para poder correr de nuevo a tus brazos. A veces quiero sentir la nada para después poder llenarla de tu presencia. A veces no quiero decir ni una palabra para dejar se endulcen aún más mientras reposan en mi boca. A veces cierro mis manos y contengo estas ganas de acariciarte para que las caricias en mis manos se vuelvan corceles briosos y salvajes. A veces me muerdo los labios y dejó retoñe como rosa carmesí y fragante esta gana de besarte. Hay veces cierro mis muslos y hago de mi vientre una represa caliente que rebosa de vertientes ansiosas por liberarse y saciarte. Y así espero que vengas para desatarme en tu alma y en tu carne. 

e.v.e.

Si algún día ya no me quieres por favor no dudes decírmelo de frente. No esperes. No lo alargues. Hablalo y dímelo sinceramente como siempre. No debes tener temor a herirme. Más me herirás si no lo dices y te quedas a mi lado por agradecimiento o por compasión. Yo sabré aceptarlo y con un beso en la mejilla te agradeceré por todo y me iré con todo lo precioso que me obsequiaste. No objetaré nada y no habran reclamos ni la amargura embarga mi alma. Siempre hablaré bien de ti y del tiempo que vivimos juntos. Atesoraré cada memoria, cada palabra que me diste, como un tesoro invaluable. 


Si algún día ya no me quieres por favor perdóname mis errores y olvídalos. Reten solo en tu memoria los momentos de risa, de camaradería hermosa, de conversaciones profundas e intensas, recuerda los colores de mi alma y los momentos de tu vida que pinte con ellos. Recuerda lo bueno que te enseñe y te entregue. Recuerda cada brillante gozo y toda el agua burbujeante y hermosa que compartimos al ser tan felices que derramamos lágrimas. Y si te preguntas si te recordaré, no lo dudes. En mi alma estarás siempre, cobijado en el cálido abrigo de mi memoria, rodeado de estrellas y rosas. En las noches de luna llena y cuando llueva, en los Abriles y en los Febreros allí también siempre estarás conmigo. Y te prometo que en tu cumpleaños siempre te escribiré un poema y lo colgaré en las nubes para que puedas leerlo. 


Si algún día ya no me quieres espero busques nuevos horizontes y te extiendas para adelante. Llévame solo en tu memoria, como una caricia hermosa. Tengo fe en que cumplirás tu propósito y sé que te esperan cosas tan grandes y hermosas. Vive, vive intensamente y sin  remordimientos. Olvida los dolores pasados y solo retén las lecciones. Mira al futuro expectante.  Deja siempre que el Universo te sorprenda. No pierdas esa inocencia, esa que crees que perdiste pero que yo sé que aun llevas contigo. Salvaguarda tu alma y cuídala siempre. Atesora la libertad de tus alas y nunca dejes que te encadenen. Sele fiel a tu esencia siempre aunque sea difícil. No te des por vencido aunque este mundo no te entienda y te critique y vitupere.  Siempre te llevaré en mis plegarias y siempre tendrás mi apoyo. Dirán tu nombre y me sentiré orgullosa. 


Si algún día ya no me quieres no estés triste ni melancólico. Paso lo que tenía que pasar. Tú y yo sabemos que la única constante de la vida es la impermanencia. Deja al río del tiempo fluir y si me lleva lejos de ti es porque así tenía que ser. En esta vida nuestro ciclo se terminó, el propósito de encontrarnos se cumplió. Amamos, gozamos, aprendimos, nos ayudamos y ahora nos separamos, aunque no es una real separación. Tú sabes tan bien como yo que siempre me llevaras contigo así como yo siempre te llevaré conmigo, y algún día volverá a palpitar junto el polvo de estrellas de nuestras almas cuando volvamos al crisol del Universo. 

e.v.e

Cuando encuentras la belleza de un alma escrita en tinta en la pagina te embelesas y una infinita sed viene a habitar en tu ojos. Nada la sacia mas que la belleza que ya ha probado. Añoras, suspiras y buscas. Te sientes triste cuando no encuentras alimento para tu alma. Vuelves tus ojos a las estrellas y pides el deseo de que pronto vuelva. A veces te enojas pues sabes que toda esa belleza esta encerrada en un alma que tal vez desconoce lo mucho que la necesitas, lo mucho que la añoras, o tal vez es que no te toman en cuenta por ser tú un registro de un solo dígito. Tal vez tus aplausos no son lo suficientes. Tal vez necesitan multitudes, y tú no lo eres. Tal vez se cansaron de dar y dar y nunca recibir. Y solo puedes suspirar, desear, y esperar que vuelva a florecer las palabras otra vez  y que llenen tu alma de belleza al leer.


“¿Cuando volverás a tocar mi alma con tus palabras?

¿Cuando volverás a escribir?

Te extraño…..”

Para tí…..

De una sincera lectora.

e.v.e.

Cae la tarde y entre sus latidos te encuentro. Bello sonríes desde la pagina que escribe en mis ojos lo hermoso de tu alma. La primavera me abraza en cada linea y cada palabra se vuelve una caricia aromada de mil flores retoñando. Despierta cada sueño y en mi se vuelve eterno al arrullo de tus letras.

e.v.e.

Pasear por las constelaciones de tus ojos y reír mientras salto de estrella en estrella.

e.v.e.

Estaba escribiendo tu cielo con mis labios, mientras mi cielo estaba en tus manos, y se derramaron ambos y se volvieron un solo rio en el firmamento, lleno de cometas y estrellas, de luz de luna y de sueños.

e.v.e.

Mis sueños florecen en tus alas y respira la imaginación que despiertas en mis manos. Tu nombre es el amanecer entre mis labios y ya no quiero mas nada que guardarme en la infinidad de tu alma, y contemplar al universo abrirse al oir al amor recitarnos.

e.v.e.

Qué difícil es amar a alguien a quien le es imposible soltar un pasado.

—PalomaZerimar.

Yo debería de estar oprimida entre sus labios, entre su vientre, entre su aliento. Yo debería estar allá formando olas con mis dedos en sus cabellos, aprovechando el tiempo bebiendo su ternura, alumbrándole los sueños, entregándole mi loca cordura.


Él debería estar acá entibiando el espacio donde duermo, dibujando estrellas en mi espalda, dándole de beber de su sudor a mis lunares, descubriendo mis manantiales.


Él debería comer cada espacio de mi cuerpo, hoy… no mañana, es que ya no hay tiempo.


Yo… Yo debería despertar de este hermoso sueño.


—PalomaZerimar.

Atravesó mi alma como el cometa atraviesa la oscuridad que embriaga al cielo nocturno. Atravesó la piel para impactarse en mi espíritu y ahí comenzó a crecer el amor que nunca pensé sentir. Luego, pude por fin conocerle, pude por fin mirarle a los ojos, olerlo, abrazarlo, besarlo… Entonces quemó mi piel, entonces encendió mi placer, ese que había estado dormido desde que nací. Entonces supe lo que era amar en cuerpo y alma… Entonces también pude conocer el desasosiego que se quedaba en mis manos cada vez que él me soltaba. Y pude ser testigo del sangrar de mis venas, del temblor de mis miedos, de la necesidad férrea de estar entre sus brazos. Jamás sentí tanto amor por nadie, jamás sentí tanto la ausencia de alguien. Jamás me invadió tanto la nostalgia como hoy que volteo al cielo —yo que con mirarlo me sanaba— y me percato que sin él a mi lado, los astros parecen extintos.

—PalomaZerimar.

Frustración, ese es mi sentir. Atada de manos me encuentro, secuestrada por una distancia que se percibe eterna. Mis manos tiemblan, mi cuerpo se estremece, lo anhelo tanto pero no está. No puedo más que abrir los ojos y llorar, desmorecerme en un diluvio pues esto se percibe como la muerte. ¿Has amado alguna vez y has tenido que estar lejos del amor bajo la crueldad de los kilómetros marcados en el asfalto? ¿Te has sentido encarcelado? ¿Te ha faltado el aliento por un nudo en la garganta atravesado? No puedo juzgar a mi ira, no puedo ser cruel con mi desesperación, no puedo ignorar a mi desencanto, no puedo omitir esta emoción. Es que yo amo y amo de forma tan inmensa que a veces me ahogo en los océanos de mi ensoñación. Quisiera arrancarme el latido de mi corazón y dejar ciega a la esperanza. Hoy anhelo, hoy requiero, hoy imploro su nombre al cielo; hoy necesito, hoy tiemblo, hoy me desvivo, hoy lo deseo. Pero el abismo se abre, el abismo se expande, el abismo me traga y me corta las alas. Se que el amor vuela alto, besando los nimbos del firmamento. Sé que quien se siente así es la niña que anhela su abrazo, su mirada respirando en la mía, el calor de su pecho y su sonrisa. Llámale ego… Llámale capricho… Llámale tontería, pero así es como lo amo, así lo necesito, así, de esta forma tan impulsiva.


—PalomaZerimar.

Cuando abras los ojos yo estaré ahí entre las luciérnagas que irradie la vibración de tu melodía favorita. Cuando despiertes estaré muy adentro de ti, en tu oído, en tus ojos, en tu sonrisa, en el centro de tu corazón. Mirarás al cielo azul como si me estuvieras mirando, y alcanzarás por ahí a una nube para acariciar mis sonrosadas mejillas. El viento te besará la boca, como siempre quisiste ser besado. El sol te dará el calor de mis brazos enamorados. Cuando te levantes de tu letargo, cuando decidas abandonarlo, entonces seré más tuya que nunca; renunciarás a tus ataduras, renunciarás a todo eso que no llena. Cuando tus pestañas se eleven hacia la cúpula que marca el centro de la Cruz, entenderás que era tan sencillo abrirse a la Alegría. Entenderás que no es difícil abrir el espíritu a la dicha, entenderás que eras más amado que lo que creías.


Y entonces cuando llegue el momento en el que cierres los ojos, pueda —al fin— juntarnos, la vida.”


—PalomaZerimar.

Tengo una fuerte conexión con el viento, a diario le platico de ti y mientras lo inspiro, mágicamente se desliza por mis fosas nasales como un ofidio invisible… Y ahí, en el centro de mi pensamiento donde me habita tu nombre, me recorre y toma todos los besos que he pensado darte… Entonces corre a tu encuentro y roza tus labios, abriga tu cuerpo y acaricia tus mejillas con el grave y obnubilado silencio de mi garganta.


—Paloma Zerimar.

“En ocasiones te pienso como el fuego que derrite todos mis deseos, como el océano que sacia mi sed, como la lluvia que le engendra vida a mi sequía, como los sueños que dejan de ser sueños para simplemente ser. En ocasiones te anhelo desde mi piel, desde los poros que le murmuran a las yemas de tus dedos, desde los labios que en los tuyos quieren desfallecer, desde el suspiro de mi vientre y la fuente de su frenesí. Porque no dejo de ser mujer cuando te amo; porque te amo en alma y en cuerpo.”

—PalomaZerimar.

“A veces es necesario escribirle a la noche, luego dejar que las palabras tomen su equipaje y se desperdiguen con los céfiros. Tal vez así, de alguna manera, mis emociones puedan alcanzarlo y sea capaz de entender todo aquello que me abruma…”


—Paloma Zerimar

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