#desamor

LIVE

@kasandrajl_

Me pueden seguir en twiter, voy comenzando ahí

Y de la nada te vuelves amar a ti mismo, vuelves hacer las cosas que te gustan, vuelves a ser tú

Hay que aceptar, que este año hemos crecido y madurado, vimos quien valía la pena, y hemos apreciado, perdimos y ganamos, por un 2021,donde seamos mejores

verso-abstracto:

Odio decirte esto…. Pero me rompiste el corazon, sigo esperando la cura a este dolor, prometiste encontrarla, quizás me ilusione de mas, pero al ver tu mirada creí en ti, no esperaba que cambiaras tanto.

M.B

verso-abstracto:

Descubreme, aunque quizás sea difícil, pues muchas cosas seré y no se cuantas querrás entender, escasas serán las veces que demostraré mi sentir, pero entiende que en el fondo te amo y por ti daría mucho mas de lo que te atreves a pensar.

M.B

Trate de escribir sobre ti, pero no me funciono, solo tenia arrepentimientos y tu fuiste mucho mas que eso. No podía dejarte en un quizás o que hubiera pasado si, porque eras mas que eso, fuiste mi mundo por un corto tiempo que yo quise hacer eterno y por eso aun si pasan los años y no te vuelvo a ver siempre serás mi pequeño velero que navega en el océano.

M.B

pensamientos-de-un-escritor:

Fuiste mi primer amor y muy tarde entendí cuanto significabas para mi, tus ojos eran mi luz, tus labios mi consuelo y tu sonrisa mi deseo, anhele cada centímetro de tu cuerpo, aun sabiendo que no me estaba permitido hacerlo, Nunca me viste con aquella mirada dulce y a su vez provocativa que le dedicabas a otros, para ti solo fui confidente, nunca amante.

M.B

Tengo guardado un sobre

que contiene todos mis sueños.

cada tanto me gusta meterle uno nuevo

y después sellar el papel con saliva.

lo tengo en la mesita de luz

ahí apartado

de todo

incluso de mí.

a veces lo observo

en toda su quietud

me da miedo abrirlo

y ver que ya no soy la persona q soñaba todo aquello que alguna vez guardó.

me da miedo q algo tan simple

como un sobre de papel pueda llegar a desencontrarme de mi misma.

no sé porque me pasa eso,

muy profundo dentro mío

creo q siempre es bueno recordar los sueños

incluso aquellos que ya no nos pertenecen

porque ya no somos la persona que los soñó.

hacía mucho no me leía a mi misma

y hacía mucho tampoco me escuchaba.

y hoy entré a sentirme un poco

en esas páginas que hace tiempo escribí

me llamó la atención la cantidad de veces que hablo del futuro

de aquello que hoy no soy

pero algún día voy a ser.

es muy loco pensar

que el hoy es el presente que anhelábamos ayer.

no sé si cumpliré con las expectativas

de mi yo del pasado

no querría decepcionarme

supongo que hago lo que puedo

al igual que ayer.

bueno en fin

el tiempo pasa demasiado rápido

y es alto flash q a veces

todo parece un espejismo

de aquel pasado q jamás volverá a ser.

supongo que hoy también querré más

e incluso mañana aún más.

Tu pijama de satén.

Las sábanas blancas.

Acostarse en la cama y que se escape una sonrisa.

No hay nada como irse a dormir feliz.

Y a la mañana el olor a olvido

quizás,

si es un día de mucha suerte

acompañado de un café.

Si llueve es más lindo

porque me gusta estar melancólica

mirar por la ventana

y comerme el videoclip.

Si llueve sos más linda también

porque me gusta un poco

cuando me haces sufrir.

La comida se enfrió

y tiene sabor a encierro,

quizás con un poco de sal

tenga más gusto este ¿amor?

A mi me gusta lo simple

y vos complicada

para cada respuesta

mil preguntas.

Un poco me gusta tu rebeldía

y otro poco me entristece,

yo quiero cuidarte de todo

pero no puedo protegerte de vos misma.

Vas a golpearte si es necesario,

no sé si voy a estar ahí para levantarte.

Te quise en todos los colores. Te quise en el amarillo de las flores que me regalaste aquella primera vez. En el azul de aquel remeron viejo que usaba cada vez que me quedaba a dormir. En el rojo de mis labios la noche en que nos conocimos. En el marrón de tus ojos y en el rosado de mi piel cada vez que me decías que me veía hermosa. Te quise en todas las estaciones. En el invierno, acostados bajo mil sábanas y mirando películas. En el otoño de tantas tardes de ojas caídas. En la primavera que hace florecer el amor y con ella florecemos nosotros mismos. En el verano, incluso en aquel en el que terminó todo. Te quise ese día de un calor insoportable, cuando me dijiste que ya no sentías lo mismo. Te quise en todos los poemas y todas las canciones. Probablemente ninguna de las metáforas que use van a poder mostrar todo lo que te quise. Pero hoy es todo lo que me queda, escribirte cuánto te amé. Ya sé que no vas a leerme y que estamos casi a un amanecer de distancia, pero igual yo quería que sepas que te quise en cada palabra y en cada dolor. En cada lágrima y en cada perdón. Desde el “había una vez”, hasta aquel punto y aparte donde todo terminó.

Todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Me agarraste la cara suavemente, con tu pulgar rozándome el cachete. “Yo nunca te voy a lastimar”, me dijiste. Y ahí supe que te amaba como jamás volvería a amar a nadie. Ahí supe que esto ya era peligroso, porque yo era tuya irremediablemente. Y no quiero subestimarme, yo sabía perfectamente que mentías. Me hago cargo de todo. Yo elegí creerte. Yo elegí creerle a tus ojos marrones mirandome fijamente, y a tus manos abrazandome. Yo elegí creerte aún sabiendo que me ibas a romper el alma. Yo elegí tirarme al abismo, porque vos valías las consecuencias. Te amé como jamás amé a nadie, y te creí como jamás le creí a nadie. Me entregué a vos aún sabiendo que me estabas dejando de querer, que cada día me querías un poquito menos y que eventualmente todo se evaporaría. Si me preguntaran, yo diría que eso es el amor. Tirarse al vacío con la completa seguridad de que tarde o temprano todo va a terminar, y como consecuencia inevitable, también va a doler.

“Ojalá algún día puedas perdonarme todo lo que te hice”, me dijiste. “Ojalá”, pensé yo. Ojalá algún día pueda dejar de sentir esa sensación horrible que tengo en el pecho cada vez que te veo, o incluso cada vez que me dicen que vas a ir a algún lugar. Ojalá algún día pueda mirarte sin todo este odio que me carcome por dentro y no me deja ni respirar. Ojalá algún día pueda decirte que todo está bien, que ya pasó la tormenta y que te quiero, aunque jamás volvamos a ser lo que eramos. Ojalá algún día pueda dejar de imaginarme situaciones en las que todo fue diferente, porque siempre termino llegando al mismo desenlace. Que es este, nosotros así. Lejos. Ojalá algún día pueda dejar de leer las conversaciones viejas y reírme, mientras pienso que aún sigo enamorada de un fantasma porque la persona que eras ya no existe. Ojalá algún día pueda perdonarte y dejar ir todo esto que estoy sintiendo, para poder dejarte ir a vos tambien.

Después de un tiempo comprendí que jamás me querrías como yo lo hacía. Comprendí que jamás pasarías noches en vela reeleyendo nuestras conversaciones y sonriendo frente al espejo mientras inspeccionas ese mensaje que decía “te quiero”. Después de un tiempo comprendí que no pensarías en mi en aquellos viajes largos y aburridos, mientras uno va mirando por la ventana y deja a sus pensamientos fluir. Comprendí que yo no formaba parte de tus pensamientos recurrentes, y que poco a poco dejaría de formar parte de todos los aspectos de tu vida. Comprendí que jamás te dormirías llorando por un mensaje no contestado, o por alguna pelea entre los dos. Comprendí que nunca ocuparía en vos el lugar que vos ocupabas en mí. Comprendí que jamás me querrías de la misma manera y comprendí también que eso no significaba que no lo hicieras. Lo hacías, pero a tu manera. Comprendí que me costaría horrores comprender todo esto que ahora comprendo. Y comprendí también que todo esto parece un trabalenguas de comprensión. Comprendí que mi cabeza ya lo sabía desde hace tiempo, pero que mi corazón necesitaba entender el porqué. Comprendí que dolería, pero también comprendí que si quería olvidarte debía tatuármelo en la piel. Comprendí que hay amores que son demasiado intensos para ser recíprocos, porque a veces esa reciprocidad es demasiado y se siente como una ola que te empapa de la cabeza a los pies, con toda la fuerza que arrastra el mar. A veces la reciprocidad es demasiado. Ahora lo comprendo. Comprendí que me tocó ser la que más ama y que no está mal, cada uno siente como puede. Pero comprendí también que el lugar donde todo esto me ponía no era dónde quería estar. Y comprendí que tenía que irme. Comprendí que el corazón es realmente fuerte cuando mis piernas se empeñaban en correr hacia otro lado, pero mi pecho me empujaba de vuelta a vos. Comprendí, muchas noches de llanto y de alcohol después, que dejarte ir, que dejarnos ir, fue mi más grande acto de amor.

Ayer pasé por el lugar donde nos dimos el primer beso. No sé si te importa, supongo que no lo hace, pero ojalá que sí. Ojalá que el hecho de pasar por todos nuestros lugares te revuelva el estomago y te haga perder el equilibrio. Ojalá que todavía escuches la última nota de voz que te mandé, y que sea la única forma de sentir que me tenés cerca, aunque vos sabes muy bien que estoy más lejos que nunca. Ojalá levantes el teléfono y quieras llamarme. Y ojalá te pese a más no poder, como me pasa a mi cada vez que levanto el puto teléfono. Ojalá que encuentres la ropa que me dejé en tu casa y que duermas abrazado a ella porque aún tiene mi aroma. Yo todavía conservo tu campera. Ojalá ya nunca puedas volver a ponerte en pedo con birra porque te recuerda demasiado a nuestras noches pasados de alcohol. Sé que no es así pero me aferro a la esperanza de que me recuerdes como yo lo hago. Es una suplica disfrazada de petición. Nuestra historia es un boomerang eterno, y de alguna forma siempre soy yo rogándote algo de amor. Es curioso que incluso ahora que ya te fuiste, aún te sigo pidiendo por favor que me amés como yo a vos.

“¿Qué esperas de mi?” - me miraste y me dijiste. Y me quedé muda como cientos de veces lo había estado en frente tuyo. No es que no lo sepa, yo creo que adentro mio lo sé. Pero bien adentro, tan adentro que me cala los huesos y me come la piel. No sé si estoy lista para decírtelo, pero por seguro que no estoy lista para decírmelo. No me siento preparada para escucharlo. Siempre me costó mucho admitir todo esto del amor, desde que tengo memoria me he montado el personaje de la niña buena pero que no tiene corazón. No sé vivir de otra forma y me da miedo encontrarme, otra vez, irremediablemente enamorada de vos. Como cuando era una niña y lo único que podía hacer era soñarte en silencio. Pero ahora soy una mujer. No entiendo, ¿cómo se pelea contra el mismo amor de siempre? Aquel amor que uno ya conoce de pies a cabeza pero que aún así no deja de ser intenso, tan intenso que arde y quema. Aunque cuando no me contestás el teléfono solo me congela. ¿Cómo se lucha no solo contra uno mismo, sino contra la vida y el destino?¿Cómo voy contracorriente todo el tiempo?¿Cómo hago para dejar de amarte si siempre, por más lejos que huya, termino volviendo a vos?¿Cómo hace uno para despojarse del único amor que conoce? Porque ya que estamos siendo sinceros, jamás he amado a nadie que no seas vos. No sé qué contestarte. Solo me miro por dentro y pienso “lo único que espero de vos es dejar de amarte”.

Nunca había visto a una persona con los ojos tan oscuros y profundos que me llenara de emociones perdidas. Espero volver a verte. Nunca recuerdo aquel nombre que me habías dicho alguna vez, hace mucho tiempo, por que estaba tan distraída por tus ojos llenos de vida que quería saber qué era lo que pretendías cuando me mirabas de tal manera que me ponía los pelos de punta.

Maldito seas tú y tus ojos oscuros. ZeroCB

Término de clases.

• Terminan las clases y lo único que podemos hacer es: disfrutar el momento, hablar por última vez de frente con tu amig@ que va de viaje, disfrutar de la comida que venden en el Instituto, ver como los maestros se estresan por entregar planilla de notas, ver como tus compañeros que no pasan el curso persiguen a los profesores por ese punto que les falta, ver como los últimos cursos disfrutan sus últimos días de Instituto para ir a la Universidad. Ver como pasa el tiempo y escuchar como suena esa campanilla de termino de clases, para darte cuenta y decir; ¡YA SOY LIBREEEE!!!.

Para luego llegar a casa y darte cuenta que no eres libre, que tu mamá está frente a la puerta con una escoba y un delantal con tu nombre en él. Lindas vacaciones esas de las que nunca olvidas.

¡¡FIN DE CLASES!!! ¿Zero volvió? No lo creo, pero esperemos que sí.

loading