#escritos
El punto es dejar que el mundo opine, pero no que el mundo te cambie.
Este lugar me agota y no tiene nada que ver con dormir sino con la gente que me rodea.
Aún no sé; qué momento sería el perfecto: Para dejarte y olvidar. O para mantenerte en un profundo recuerdo…
… Las llaves para entrar, no las dejé en la puerta…
Quiero poder seguir cominando descalzo, tener esa libertad que tienen los gatos. Correr y escuchar como el viento me golpea la cara.
Hablar y escuchar un ‘te entiendo’, mientras un abrazo me enfunda en la paz (sin otra intención).
— A. S
Lamento por la tierra
Mi desterrado corazón de Pawnee sufre por la tierra que nos sustenta bajo los pies descalzos. Puedo escuchar en la noche silenciosa, en la hora más oscura, su lamento. El hombre abre las entrañas de este planeta tibio, lo ultraja, el hombre también soy yo, eres tú; somos la generación de las langostas, acabaremos con todo. Donde hubo vida bulliciosa solo quedará una roca flotando en el terrible espacio.
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Ilustración de Chiara Garrido.
César Vallejo
Mis hijos me reclamaban cada vez que consumía sustancias. Decían que las dejara, que estaba destruyendo a nuestra familia.
En cierto modo, tenían razón. Con el tiempo dejé de verlos, me di cuenta de que nunca fueron reales. Los medicamentos estaban funcionando.
Autor: Santiago Pedraza
Entiende que el problema sigo siendo yo, que vive intensamente por nada, que se levanta sin ninguna convicción, que no persigue nada, que no avanza nada, que sigue siendo un insólito vacío en medio de la nada.
¿Por qué me sigo mintiendo a mí mismo?
Anda, dile al corazón que no estás bien.
Siempre fue un “te necesito” ahogado en la incertidumbre por no sentirme útil para mí, mucho menos para nadie.
No te ilusiones conmigo, soy fugaz, cautelosa y silenciosa al marcharme, mi guía por este mundo es el viento, no tengo un rumbo fijo, la libertad es lo mío.
Nunca fui yo quien hizo más daño, pero por alguna razón, soy quién menos se permite ser feliz.
Nunca en mi vida fui tan puntual, como aquellos días en los que te esperaba a la salida del colegio, solamente para verte sin decir más que un adiós, el cual algún día dejé de procurar, porque nunca más volví a verte, por más que te esperara.
Hacía mucho tiempo que no me interesaba alguien, tanto que olvidé por completo el desborde emocional en el que te sumes cuando de corazón te importa alguien más.
Yaunquesientasqueno puedes más, recuerda que en esta vidanotendráscarga que no puedassoportar.
Pero si tú te hubieras declarado yo habría cuidado tu corazón.
¿Sería suficiente sólo desaparecer?
o es que quizá ya lo haya hecho,
y aún así, éste vacío se sigue expandiendo.
Me pierdo la mayor parte del día, nadie nota mi ausencia,
pero, creo que en parte es porque nunca me han conocido,
en parte es porque siempre han vivido con mi esencia perdida.
