#placer

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Supervivientes por hacerse querer.

Hoy te hago una propuesta: escribamos una historia. Utilicemos la piel a modo de papel y la boca a modo de bolígrafo de tinta interminable. Tapa mis cicatrices con miles de fórmulas que demuestren que también existe la ciencia en el amor, mientras que yo te lleno la espalda y la clavícula a base de mis argumentos que se sostienen por las pruebas que me muestran tus ojos.

Quiero hacerte, deshacerte, dibujarte de nuevo y encajar todos tus huecos con los laterales que me sobren. Quiero callarte en la cama y besarte en la calle, convertirme en ese fuerte que te proteja de la gente. Quiero que vengas, y te dejes rematar de placer, si es que por primera vez quieres ser el primero en perder.

Deja que fluya la magia, que la ciencia y las letras por fin converjan. Encárgate tú de la matemática de la carne que yo me encargaré de la literatura de tus ojitos, de las letras de tu piel. Diseñemos entre los dos un cuadro digno de estar colgado en el Prado entre tu sonrisa traviesa y mi pálida tez.

Nuestras marcas serán colores. Habrá flores monocromáticas hasta en lo más hondo del plasma de tu sangre y perseidas de colores cristalinos hasta en el tuétano de mis huesos. Llenemos de colores el universo, toda la infinitud o todos esos límites de existencia que no conocemos.

Convirtámonos en un cemento fresco donde solo exista el idioma de los dedos, y entre tantas marcas que dejen mis yemas existan esos trazos en español e inglés que afirmen que vino a una gata destrozando mitos sobre ciertos amores sin futuro, con mis iniciales por debajo.

Juguemos a hacerlo en cualquier sitio: tu mente, las azoteas, los áticos de Gran Vía. Juguemos a perdernos gracias a los AVE y que la gente de Madrid hable. Que despertemos en la cama y sigas diciendo que lo deseas todo conmigo. Te invito a enredarnos en lo más profundo de nuestra humanidad, a morir de placer, a hacerlo en cualquier lado porque no te escondes.

Que nuestros cuerpos colisionados sean sinónimo de “magia”. Magia nacida del más sincero querer y de esas ganas de querer comer. Que sea un martes por la noche o un sábado de buenos días, que sea en los camerinos o en la intimidad de nuestro dormitorio, pero que siempre sea contigo.

Abramos las ventanas, que nos reciban las estaciones de mi ciudad o el eterno calor de la tuya. Abramos las ventanas y que el aire se lleve las excusas que se quedaron en la garganta y en la piel por esa incertidumbre que teníamos gracias a kilómetros y kilómetros de agua.

Si algún día te marchas, que se queden en ti las marcas de mi querer. De mis besos en tu alma, de mis mordiscos en tu piel, de los versos recitados peligrosamente cerca de tu boca.

Si algún día te marchas, que te quede eso, las ganas de volver; pero no te dejaré irte de mi lado.

Lo siento si soy demasiado sincera, pero quiero hacerte tanto que al final te vas a hacer querer.

- María I

Me prometo a mi misma.. 

Me prometo a mi misma, que para la siguiente vez que decida tener relaciones sexuales, será con esa persona que se haya ganado mi confianza para hacerlo con él.

Que haya conquistado con actos, más que con palabras ese derecho de llegar a esa intimidad y vínculo.

Y saber que ese encuentro será de placer, respeto, pasión mutua. Y al final querrá abrazarme y no solo separarse al otro lado de la cama para dormir.

Sabré que no quiere solo para coger, sino que cogimos porque nos gustamos primero por nuestra inteligencia, conversación preliminar, que nos conocimos días, semanas antes de llegar a ese encuentro.

Besando chicos, probando labios..

Mi hermano me ha querido decir de alguna forma, que el besar a chicos no está bien.

De mis primeras respuestas han sido: “sólo fueron besos”, “Hay que probar a ver si me gustan”.

Y la verdad es que no me arrepiento por nada de haber dado esos besos ricos a chicos que me gustaron en su noche.

No le hice mal a nadie. Según mi hermano, una mujer que se respeta, no se anda besando con chicos que a penas conoce.

Y no es que me este besando con cualquiera, y todas las noches que salgo. Simplemente he besado chicos con los que he tenido buena química en la conversación previa y esa conversación ha llegado a querernos probar.

Seguiré sin arrepentirme, no me voy a quedar con las ganas de probar otros labios, si me llaman la atención. En mi lecho de muerte no quiero estar arrepintiéndome de no haberlo hecho, si tenía la oportunidad.

Así como los chicos acumulan chicas guapas, atractivas en su CV de relaciones humanas. ¿por qué las chicas no podemos acumular chicos guapos, atractivos besados en el nuestro?

Sin dejar fuera, claro está, la responsabilidad de nuestros actos. Responsabilidad afectiva, emocional. Estar conscientes de lo que hacemos y porque lo hacemos.

Y si esos chicos a los que he besado piensan que soy una intensa o fácil por sólo un beso, los que tienen inseguridad, son ellos.

Una fantasía de ambos..

No sé qué tan tonto sea imaginarnos una vida en una van, sabes?

No estoy asegurada en ese plan. Sólo es una fantasía de ambos que tú crees no poder ser lo suficiente para mí.

Y con esa expectativa que tienes de una mujer, de una pareja, yo tengo la misma. El ser compañeros, el ser apoyo uno de otro.

Yo tampoco puedo ofrecerte perfección, y menos ahora que estoy arreglando mi vida de muchas maneras y de muchas áreas.

Es sólo una fantasía que tenemos ambos, pensando que tal vez nos volvamos a ver pronto.

Si nos vemos pronto, en unos meses, lo que haremos, será tener sexo. No te exijo más, más que exclusividad en el sexo para evitar cualquier transmisión..

O que me mandes a la chingada directo y sin escales, claramente, si lo que quieres es estar con alguien más.

Tenemos fantasías en común.

Me pones nerviosa cada vez que me mandas mensaje, me calientas, te me antojas. Quisiera que estuvieras ahí mismo.

Sé, estoy consciente que a la mañana siguiente vas a desaparecer. por otra semana, o dos.

“¡Linda mujer que en esta noche

triunfando hace derroche

de lujo y de placer!

Sólo yo sé que eres aquélla,

y el brillo de tu estrella

no haré palidecer.”

Francisco García Jiménez

A veces no me caliento, no tengo ganas, prefiero otra cosa, mirar una peli, tomar un té de tisana o salir a comprar pimiento y quedarme hablando con el verdulero. Ayer, por ejemplo, cuando Mateo, que había llegado a casa un rato antes, entró a la habitación y se acercó para besarme.

En esos momentos algo me pasa, una especie de subdivisión de mí misma. Una parte de mí cede, la otra quiere matarse por culpa de la que hizo y deshizo de mí así, sin preguntar. Y cuando todo acaba, o más bien, cuando Mateo acaba, con mi cuerpo desnudo y tendido entre las sábanas, no evito sentirme asqueada, enojada, inundada por una profunda tristeza: la de saber que me traicioné.

Mateo entra y gime. ¿Te gusta mi verga, te gusta?, pregunta, y me chupa una oreja, y muerde mis pezones. Hoyno me muerdas que me duelen, estoy sensible, me está por venir, le digo.  Ay, perdoná, me responde con voz normal, saliéndose del libreto del gran ponedor. Y después sigue, entrando y gimiendo.

Me esfuerzo. Me esfuerzo por sentirme ahí, conectada con el deseo de Mateo que me nombra, como invocándome, como tratando de traerme desde el inframundo del no sexo en el que me encuentro. Lo intento un buen rato, me muevo distinto, me muevo furiosa. Mateo exclama ¡qué concha devoradora que tenés!, y la cara se le hace otra de placer.

Me hace ghosting. ¡La pija de Mateo me ghostea!, no la siento. Vuelvo a esforzarme, me convierto en Dora la exploradora buscándola, pero nada. Me rindo. Si si…go, aca…bo, anuncia Mateo. Acabá, dale, rompeme la concha, cogeme, dale, le ruego, y a los segundos, se detiene.

Ay, dice, la respiración desacelerándose, la cabeza buscando la almohada. Me mira. No puedo disimular el estado melancólico en el que acabo de entrar, mis gestos no escatiman en hacerlo sentir miserable. ¿Estás bien?, pregunta.  , le respondo, mirando las lucecitas colgadas del otro lado de la habitación . Bueno, voy al baño, dice.

nihilismo-suicida:

Neurótico por los recuerdos

enbúsqueda despavorida

del clímax

entre líneas

Mi mente

Oscila entre variables,

Del amor al odio,

Del placer al asco

Mi cuerpo,

no corresponde a nadie,

Más que al deseo,

De la prostituta de ojos grises.

El arte y el sexo

El supra sentido del ser humano

Resiliencia en lo adverso,

Creatividad contra las maquinas,

y crítica para los perversos.

BIUSƏMIAN

equilibriocomunicativo:

There is a certain pleasure in madness, which only the madman knows.

Pablo Neruda.

Tu nombre, mi amor, es una mantra de placer en mi cuerpo que me recorre , me enchina los vellos, hace temblar mi piel, me humedece. Se me pierde el mundo al deambular el placer de tus silabas por mi cuerpo y desata la memoria del placer que hemos compartido tantas veces ya pero que siempre nos deja hambrientos por mas.

e.v.e.

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