#en tu orbita

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Me puse a pensar

que quizás es un poco egocéntrico escribirme a mi misma

pero después me di cuenta

que escribirme es abrazarme

es como mirarme en el espejo

y gritarle a mi reflejo

“yo pienso en vos

y me importas”.

escribirme es dedicarme las mejores letras

viniendo de quien me conoce más.

escribirme es un acto de amor

hacia mi

y hacia cualquier persona

a la cual alguna palabra mia le haga bien.

No podía ser tu sueño imposible

no cuando fui tan posible

que sólo bastaba decirlo.

Tampoco soy aquella chica de tus sueños,

soy un fantasma del pasado que te quiso

pero que se cansó de tu ausencia y se mudó.

–V.Al cielo.

Antes había mucho dentro (de mi) , pero se perdió cuando la tristeza lo tomó todo. Ya no había música ni arte, sólo palabras torpes que intentan decir algo.

–V.(Mi)sombra es lo único que queda.

愛してる

Despertarme antes los fines de semana para poder escucharte se ha convertido en una parte muy arraigada de mi rutina. Cuento los minutos y las horas que me quedan para verte hasta que me duermo y vuelvo a despertar esas noches, que son transición del viernes al sábado, para continuar durmiendo, pero por lo menos esta vez a tu lado.

Anoche me acosté a la 1a.m., después de haber pensado que podríamos hablar, que podríamos vernos; pero no fue así y pensé: “Si mañana madrugo, podré estar con él, eso haré”. Ayer me sentí hermosa, vestía el mismo vestido con el que me presenté a tu madre, la única diferencia es que ya hacía tiempo de camisa en vez de jersey.

A lo largo del día le saqué fotos al cielo, muchas más de las que te suelo mostrar. Mi madre me vio y me dijo que quizás podíamos hacer un mural de ellas en la pared, porque ninguno de nosotros llega al techo, pero para eso aún me quedan muchos días para poder hacer tantas fotos de las nubes de Madrid como para poder llenar mi pared. Quiero pensar que con cada foto que saco, estoy más cerca de ti, pero puede que sea otro de mis desvaríos.

Hoy me levanté a las 6a.m. y me estabas esperando con todo listo: en la cama, con los audífonos y las luces apagadas y te marqué. Hablamos un poco de las cosas que habían estado pasando: tu hermano te preguntó por mí, pensé en ti… Comenzaste a tener sueño y te dije:

- Vamos a dormir Toto, hoy ha sido un día largo, toca descansar. - Pero en el fondo, hablarte en este estado era un sinónimo descarado de hablarle a la nada, pues ya te encontrabas en un lugar al cual yo no podía entrar.

Todo estaba totalmente en silencio, y de repente dijiste:

- Porfa, no te vayas. No me dejes solo.

En ese instante, comencé a preguntar por dentro quién te había hecho tanto daño como para que tuvieras miedo a que me marchara mientras dormías.

“No, vida mía” - pensé. - “Sería ridículo marcharme ahora que he encontrado a algo que me hace tan feliz. Ningún poeta en su sano juicio deja escapar al arte y a todos sus poemas de amor más sincero una vez se han hecho carne. Y es que la idea de perderte marchita los nomeolvides de mi corazón. No quiero que temas, no quiero desprenderme de tu lado, y si lo hago, que sea para encontrarnos en otro tiempo o en otra vida”

Mientras que todo eso sonaba en mi cabeza, caí rendida de nuevo sobre mi almohada y volvimos a dormir juntos otra vez más hasta que me volví a despertar. Pero decidí quedarme contigo un ratito más mientras dormías, porque no quería dejarte solo, porque quería que recibieras mis abrazos y mis más sinceros besos.

Al cabo de un rato colgué, para comenzar mi vida aquí, para vestirme, limpiar, comer y hacer deberes. Cuando despertaste te conté lo que ocurrió y me dijiste que lo que me habías dicho mientras dormías debió de salir de lo más hondo de tu corazón. Volví a preguntarte sin qué me oyeras, quién había sido tan cruel de llenar de temores tales, a alguien tan bueno como tú.

Me has dado las gracias por quererte, por estar contigo, por no dejarte solo; en otras palabras: me diste las gracias por todo. Yo te pregunté si hacía falta que te dijera que te amaba en japonés para que lo entendieras por una vez en 6 meses que llevábamos juntos.

Tú directamente me respondiste con los caracteres que resolvían mi duda: 愛してる. Así, tan tranquilo, me dijiste: <<Así es como se escribe>>. Se me hizo bonito, tierno, como cualquier cosa que sale de ti.

Ahora, observando esos cuatro caracteres en mi pantalla, sigo sin entender como terminamos dónde estamos. No entiendo como terminé con alguien que comprende mis chillidos y conoce casi todos mis cambios. Eres la persona que se sabe el cambio de mis cejas cuando me enojo, y cuantas notas baja mi voz cuando tengo sueño. Eres la única persona que me ha visto con las mejillas más rojas que las acuarelas de mi mesa, y la que ha conseguido escuchar mi voz como nadie más me ha podido oír.

Soy incapaz de barajar la idea de perderte, si lo único que me viene a la cabeza en cuanto pienso en ti, son todos los lugares que vamos a visitar a medida que nos hagamos mayores. Me resulta inevitable no pensar en nuestra casa, en nuestros gatos, en los platos de nuestra tierra que le enseñaremos y las miles de vueltas que daremos al mundo gracias a un avión, o sin irnos muy lejos, también con un colchón.

Si algún día entras y ves esto, quiero que sepas que esta propuesta siempre será para ti, Salvatore. Que sepas, que no me iré a ningún lado, que te acompañaré hasta donde nos alcance la imaginación. Porque los grandes amores, son compañeros, y un compañero no abandona al otro.

愛してる Salvatore Di Vita.

María I.

Te recordé cuando vi llover

No supe actuar como, de repente ya no estabas. No sabía disimular tu nombre, que estaba escrito en cada recodo y esquinade mis recuerdos.

A veces no comprendo como pasaste de ser un sueño agradable a una de mis peores pesadillas. Hace unos meses habría hecho lo imposible para que te quedaras, para que fuera mi nombre el cual tuvieras en la mente cada segundo de cada hora. Pero ahora te quiero todo lo lejos que puedas estar. Te quiero tan lejos que olvide tus muecas, tus gestos, tus canciones favoritas y tus miedos.

Van pasando los días y poco a poco voy desdibujando tus pasos y coloreando por encima los de alguien más. Tu rostro se va desenfocando hasta que me doy cuenta de que ya no te recuerdo, que no te conozco. Quizás eso es lo mejor para los dos, porque de todas formas: ¿Qué cambias y que cambio yo a un barco que ya hace mucho que ha naufragado?

Hice bien en no aprender a recordarte con la luz del sol, con el comienzo de la primavera o con mi vestido preferido. Cometí el error de asociarte con las mejores canciones de mi repertorio, pero creo que es un error tan humano como cualquier otro. Espero que ya no regreses, y que si piensas en mí te alegres, porque de verdad te di todo lo que tenía.

Creo que por eso cuando veo llover pienso en ti, porque idealizo la lluvia, pero no me termina de gustar. Por eso él es el sol tras todas mis tormentas y aguaceros. Él es el hijo del verano, no solo porque su cumpleaños sea el 9 de junio, sino porque trae luz y llena de color cualquier sitio al que va. La gente, las plantas, las calles y los amores de primavera agradecen su luz. Siempre va a ser su lado más agradable que el tuyo, pero también te dije siempre que no pasaba nada por equivocarse y así crecer.

Al final la historia solo se puede escribir a base de tropiezos y errores. Nunca negaré el estar agradecida porque hayas sido el mejor de mis errores.

Así que no te preocupes, no es un “Por favor, ojalá no haberte conocido”, es más un “Gracias por haber estado pero más aún, por haberte marchado para no volver”

- María I.

Me desharé un poquito, en cada fragmento, para que me conozcas E:

Siento en los dedos las hojas de papel de los libros que recorro con ellos cada vez que voy a una librería. Cada folio esconde el fragmento de una historia, de un verso, y en su momento llegué a pensar que mi futuro también estaría escondido junto a las letras de Defreds, Gane, Rayden o Búho. Pensaba, que algún día bajaría a ElCorteIngles de Goya, y encontraría mi libro junto a otro de Miguel, o quizás alguno de Manuel, o de Christian; si nos agarraba a todos la Penguin Random House. Y es que ese es mi gran sueño, convertirme en la próxima Miguel Gane, o Sara Búho. Poder vivir de aquello que amo hacer sin que se sienta como una obligación que me haga perder el interés. Cada libro es un universo que ha salvado a miles de lectores, que han servido de refugio. Lo sentía en la punta de los dedos y en eso me quería convertir.

Poniéndome a pensar, recordé las natillas que mi tío Quique, mi tía Pilar, mi hermana y yo; le hicimos a mi padre en sus peores temporadas de quimio. Eran de las natillas más ricas que había comido en mucho tiempo, y no sabía si era eso que a veces suelen decir las madres o las abuelas: “Sabe tan rico porque el ingrediente secreto es amor”. Mi papá nunca se las llegó a tomar, pero al menos nos quedamos sabiendo que apreció el gesto y que siendo optimistas, hicimos unas natillas fantásticas.

Me puse a mirarme el espejo. Mi madre odiaba mi flequillo, yo odiaba mis piernas, mi tripa. Me sentía gorda, mis padres siempre me dijeron que debía tener menos peso del que en su momento tenía para que me fuera más sencillo caminar (a veces pienso que no saben el daño que le han hecho a mi autoestima con eso). Pero continuaba mirando, mis padres siempre le sacaron algo negativo a mi cuerpo. Si mis piernas, si el acné incontrolable en momentos de estrés, mi peso, mi cabello, mis dientes. Pero hay algo de lo que nunca se quejaron y en cierto modo me lo apropié. Me apropié de mis lunares, de esas estrellitas marrones que me cubrían el cuerpo. Que yo sepa tengo 13, muchas en la espalda o en el pecho; pero sobre todo 4 o 5 en el rostro, que si sobre las cuales dibujas, formarás una grieta que me fragmentará el rostro en dos hemisferios. Amo mi constelación de lunares, ellos son una nueva manera de escribir.

“Superhero” de Austin Moon sonaba mientras que me sentía perdida. Había sido la superheroína de todo aquel que vino en mi busca, sin importar qué pudiera pasar conmigo. Me lancé a abismos, nadé miles de metros a pesar de que pudo haber ocasiones donde mis piernas y pulmones no llegaban a más. Fui superheroína de mucha gente que se cruzó en mi camino y yo muchas veces dije que en algunas ocasiones el amor da miedo, que es como estar de pie a oscuras en una habitación, volando por el universo tratando de arreglar tu corazón roto. Nadie se dedicó hasta hace poco a arreglar el mío, y comprendí que se puede vivir siendo un héroe para los demás incluso teniendo el corazón roto.

El último ha de ser mi momento perfecto… ¿Cuál sería mi momento perfecto? Creo que estaría en un descampado lleno de flores y música estaría sonando a todo volumen. Cantaría todo lo alto que pudiera, para que se me oyera bien, para que se oyera todo aquello que no he dicho. Cantaría…. cantaría…”A Quemarropa” de LosPetitFellas. “Pero aquí estoy yo, y aquí estaré, una vida entera queriendo quererte”

Aquí tienes tu 5x5, E, ojalá te sirva de verdad.

- María I.(N.L)

Que no hagan falta más 8 de Marzo

Feliz día a ti, mi querida mujer, que sigues dando tanta paz como guerra cuando te corresponde. Feliz día, porque hoy aún peleas por tus derechos, tus creencias, tus sueños y tu potencia mientras que ahora eres acto.

Me gustaría que días como este no hicieran falta, que no faltaran personas, que no faltaran voces, que no por ser mujeres, se nos borre ni se nos remplace haciéndonos pasar por hombres para que en algunas cosas se nos valore.

Quiero que en las escuelas, se nos hable de científicas, de astrónomas, de investigadoras y de autoras. Quiero que se le dé más importancia a las personas por las que hoy tenemos un voto, por las que hoy tenemos un derecho, por las que hoy tenemos una voz.

No quiero que hagan falta más 8 de Marzo, para recordarle a los demás que tengo derecho a caminar sola por la calle, a vestir como guste, a decir que no cuando lo deseo, que no por ser mujer tengo que complacer y que no por mi sexo no estoy capacitada para hacer algo.

Porque las mujeres nunca estuvimos hechas para solo fregar suelos, cocinar y limpiar cacharros. Una mujer no es solo madre, hija o abuela. Una mujer no solo es enfermera o docente, también es ingeniera o astronauta. 

No quiero tener un día en el que tenga que gritar, junto a muchas de mis amigas e incluso gente que no conozco: “¡Tengo derecho a que se me trate como una igual! ¡Tengo derecho a vestir como guste! ¡Tengo derecho a poder decir que no! ¡Tengo derecho a poder ir sola por la calle!”.

Porque no debería tenerelmiedo de ir sola, no debería de ser culpada por la ropa que llevo, no debería de sertachada por algo tan solo por mi pensamiento o porque de mis labios ha salido un “No.”.

Que nos falten ignorantes, negacionistas, y que nos sobre la gente feliz. Que nos falten familiares como los de las 45 mujeres que murieron en España en este último año, personas por las cuales se llora hoy también.

45 en España, 106 en Venezuela, 132 en México, 630 en Colombia, y podría añadir muchos lugares y fechas. Se ha quitado risas, vivencias y un montón de oportunidades, a niñas que no habían terminado su educación secundaria, a madres de niños, a hijas, a amigas, a novias. 

Nadie merece morir por ser quién es. No mereces morir por amar a quién amas, por sentirte como te sientes, por creer en lo que crees y por pensar lo que piensas. Pero hoy te remarco, mi querida mujer, que no mereces morir por eso, por ser mujer.

Hoy, otro año más sigo siendo hija, hermana, amiga, novia y más que musa; destaco como artista. Hoy no celebro que sigo viva, hoy celebro mi derecho a ser y poder celebrar que soy mujer.

El movimiento comenzó con todas aquellas mujeres americanas que lucharon por las mejoras de sus condiciones laborales y para que se terminara el trabajo infantil en las fábricas. Se buscó la igualdad, no dejemos que eso se pierda.

Continúa luchando por tus ideales pequeña mujer, porque recuerda que la lucha aún no ha terminado, y alégrate, porque mucho camino ya lo tenemos transitado.

Y tú, si eres amigo, novio o hermano: apóyala, créela, respétala. No hace falta que te metas a luchar por nosotras, nos cuidamos entre todas.

Queremos a mujeres vivas, no fotos con lágrimas, y preferimos a más mujeres que alcen su voz a una sociedad que calla. Así que este 8 de Marzo, ¡grita bien alto lo orgullosa que estás de ser mujer!

Recuerda que siempre será motivo de orgullo

- María I

Adora esos viernes en donde las palabras sobran y todo se convierte en fotogramas creados por la memoria. Adora ver los dibujos que forma tu rostro cuando la miras, ¿así te ves cuando piensas en ella?

Te encuentra en cada canción que escucha, y ahora no está siendo la excepción. Te lee, te canta, te imagina, te piensa, te versa, te conoce, te ama, acá a su lado te quiere. Cierra los ojos y estás, escucha una canción y estás cantando para ella, huele algo y resulta tan agradable su olor que considera que también proviene de ti.

No comprende como le das tanta calma, contigo puede dormir sin preocuparse del mundo ni de lo que mañana pudiera pasar. Fue encontrarte a su lado en esa estación imaginaria del barrio de Atocha y puede jurar que el tiempo en seco se le paró.

Quiere enseñarte todo lo que pueda, que no es mucho, pero sin embargo, es desde lo más hondo de su humilde corazón. Quiere demostrarte todos y cada uno de los motivos por los cuales eres arte y por qué quiere visitar contigo todas y cada una de las calles.

Eres eso que nunca se explicó, eres ese deseo de lágrimas de San Lorenzo acumuladas, y de los dientes de león encontrados por la calle. Eres los pétalos de sus margaritas en esos “¿Me quiere o no me quiere?”. **Cariño, te adelanto que esta chica no te quiere, esta chica te ama y tú también la amas. **

A ambos siempre os han dicho que a una persona se la enamora día tras día. El amor no entiende de idiomas, ni de unidades de medida. No entiende de guerras mundiales, ni de pandemias globales. No entiende nada sobre los océanos o planetas. ¿Qué pega le va a poner algo inmaterial a un tren, barco, coche o avión?

Porque el amor existe más allá de los besos, de los abrazos, de los pies torpes enredados. El amor es una explosión que llena con calor procedente de la ternura hasta el último rincón de tus vasos sanguíneos. El amor será cada vez que ella se derrita por escucharte cantar canciones de León Larregui y de Ed Maverick. Siempre va a ser ese arreglo, porque no te gustaban las cámaras azules: “Pero aquí de frente y verte enfrente con tus ojos cristal”.

A todos les resultaba curioso, porque es esa clase de amor que sorprende a uno. Es esa clase de amor que te toca la puerta y te dice que no desaproveches la oportunidad porque es una persona que te mostrará todo el mundo sin necesidad de irse a ningún lado.

Tú hacías la habitación de ella tan grande como el universo. Un lugar de secretos, de amor, de cariño, confianza, cosquillas infinitas donde no se conocían los límites de las dudas, al menos la mayor parte de los días. Tras las puertas de su dormitorio, se mostraban toda clase de planetas, desde los que eran secretos tras las conexiones de lunares y los que se escondían tras de los libros de ella sin abrir.

Sin verse, sin tocarse, sin poder besarse, se declararon un amor tan puro que ya a sus corazones no les era ajeno las ganas de mirarse más allá de esa pantalla infernal, que tanto los ayudaba y limitaba simultáneamente. Con el paso de los días, sus cuerpos conocieron sin ayuda de las manos, y de las inseguridades se fueron deshaciendo minuto tras minuto.

Perdona, pero no te creas eso de “amor de lejos, amor de pendejos”, porque al final no te sirve de nada tener a alguien cerca si no te desordena los planetas y te anima a ser mejor. ¿De qué te sirve enamorarte de un cuerpo, a los ojos de la gente, si la belleza física se marchita y luego se queda como un recuerdo cualquiera?

Vosotros os enamorasteis con las almas por delante, y los cuerpos por detrás, no como los demás. Todo comenzó, por un mensaje accidental, para terminar soñando que camináis juntos por Atocha, los amores a distancia también son de verdad.

- María I

Supervivientes por hacerse querer.

Hoy te hago una propuesta: escribamos una historia. Utilicemos la piel a modo de papel y la boca a modo de bolígrafo de tinta interminable. Tapa mis cicatrices con miles de fórmulas que demuestren que también existe la ciencia en el amor, mientras que yo te lleno la espalda y la clavícula a base de mis argumentos que se sostienen por las pruebas que me muestran tus ojos.

Quiero hacerte, deshacerte, dibujarte de nuevo y encajar todos tus huecos con los laterales que me sobren. Quiero callarte en la cama y besarte en la calle, convertirme en ese fuerte que te proteja de la gente. Quiero que vengas, y te dejes rematar de placer, si es que por primera vez quieres ser el primero en perder.

Deja que fluya la magia, que la ciencia y las letras por fin converjan. Encárgate tú de la matemática de la carne que yo me encargaré de la literatura de tus ojitos, de las letras de tu piel. Diseñemos entre los dos un cuadro digno de estar colgado en el Prado entre tu sonrisa traviesa y mi pálida tez.

Nuestras marcas serán colores. Habrá flores monocromáticas hasta en lo más hondo del plasma de tu sangre y perseidas de colores cristalinos hasta en el tuétano de mis huesos. Llenemos de colores el universo, toda la infinitud o todos esos límites de existencia que no conocemos.

Convirtámonos en un cemento fresco donde solo exista el idioma de los dedos, y entre tantas marcas que dejen mis yemas existan esos trazos en español e inglés que afirmen que vino a una gata destrozando mitos sobre ciertos amores sin futuro, con mis iniciales por debajo.

Juguemos a hacerlo en cualquier sitio: tu mente, las azoteas, los áticos de Gran Vía. Juguemos a perdernos gracias a los AVE y que la gente de Madrid hable. Que despertemos en la cama y sigas diciendo que lo deseas todo conmigo. Te invito a enredarnos en lo más profundo de nuestra humanidad, a morir de placer, a hacerlo en cualquier lado porque no te escondes.

Que nuestros cuerpos colisionados sean sinónimo de “magia”. Magia nacida del más sincero querer y de esas ganas de querer comer. Que sea un martes por la noche o un sábado de buenos días, que sea en los camerinos o en la intimidad de nuestro dormitorio, pero que siempre sea contigo.

Abramos las ventanas, que nos reciban las estaciones de mi ciudad o el eterno calor de la tuya. Abramos las ventanas y que el aire se lleve las excusas que se quedaron en la garganta y en la piel por esa incertidumbre que teníamos gracias a kilómetros y kilómetros de agua.

Si algún día te marchas, que se queden en ti las marcas de mi querer. De mis besos en tu alma, de mis mordiscos en tu piel, de los versos recitados peligrosamente cerca de tu boca.

Si algún día te marchas, que te quede eso, las ganas de volver; pero no te dejaré irte de mi lado.

Lo siento si soy demasiado sincera, pero quiero hacerte tanto que al final te vas a hacer querer.

- María I

Los momentos más preciosos son aquellos en los que muestras aquella sonrisa tuya que me enamora.

~Nayeli AR

Espero que te cuide tanto como yo te cuidé

y que la ames como no pudiste amarme.

–V.O quisiste.

Estábamos destinados a amarnos,
no a lastimarnos,
pero nuestras acciones
hicieron todo por separarnos.

Stelle

Un desacierto total de mi parte volver a enamorarme de ti.

Chezze Moon

En un mundo perfecto, tú me hubieras dicho que sí, me hubieras apoyado.

En un mundo perfecto, mis planes hubieran sido nuestros…

Stelle

Me pone triste darme cuanta que solo tu sabes como ponerme feliz sin embargo no te da la gana de hacerlo.

Básico

Que rápido, curioso y trágico puede ser el amor; ayer decías amarme, hoy te extraño y mañana te casarás con alguien más.

Atlas

A veces creo que alguien me entiende, pero luego hace o dice algo que me recuerda por qué callo mis rarezas.

— Babi PM.

Me tocó ser valiente y a ti esconderte.

_Themoles

Una rosa negra

para aquella chica

que tenía un corazón

lo suficientemente blando

como para olvidar las heridas

que le causaron

a lo largo de tu vida.

Una rosa negra

para aquella chica frágil

que abrió nuevamente su corazón

al caos hecho persona

que vino y arrasó con todo

dejándola en completas ruinas.

Una rosa negra

porque aquella chica

ya no existe más.

— Rose.

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