#psicologia
Quando la candidatura spontanea perfetta somiglia a una dichiarazione d’amore.
La strategia che ti farà fare la differenza. Un Lavoro, un unico curriculum. Obiettivo: Essere Assunto! La complicazione di trovare lavoro per i giovani e/o per chi l’ha perduto è ormai pane quotidiano ma la difficoltà di trovare un lavoro che ci piace, ci appaghi e soddisfi economicamente è frustrazione comune. Ore e ore passate al pc a sfogliare uno dopo l’altro portali di offerte di lavoro…
La candidatura spontanea perfetta che somiglia a una dichiarazione d’amore.
La strategia che ti farà fare la differenza. Un Lavoro, un unico curriculum. Obiettivo: Essere Assunto! La complicazione di trovare lavoro per i giovani e/o per chi l’ha perduto è ormai pane quotidiano ma la difficoltà di trovare un lavoro che ci piace, ci appaghi e soddisfi economicamente è frustrazione comune. Ore e ore passate al pc a sfogliare uno dopo l’altro portali di offerte di lavoro…
Je est un autre – io è un altro. Rivoluzione culturale e comportamentale di internet
Il Garzanti Linguistica definisce così la rivoluzione culturale: Trasformazione rapida e radicale di un assetto, di un sistema (per effetto di nuove scoperte, dell’applicazione di nuove metodologie ecc.): rivoluzione tecnologica, informatica e ancora : profondo rinnovamento scientifico, culturale, del comportamento, del costume e simili. Quando la rivoluzione culturale digitale ha iniziato a…
Capisci che c'è qualcosa di sbagliato nella società quando dalla psicologa non ci va chi ferisce gli altri, ma colui che viene ferito e che magari si sente anche in colpa per aver causato tale reazione negli altri.
-romyy999
Después de ser testigo de la ira violenta mostrada por los bebés siempre que se les priva de un elemento que consideraban suyo, Jean Piaget, uno de los fundadores de la psicología infantil, observado algo profundo sobre la naturaleza humana. Nuestro sentido de propiedad surge muy temprano. ¿Por qué somos tan aferradizos?
Hay un fenómeno bien establecido en psicología conocido como el efecto de dotación por el que valoramos mucho más altamente las cosas, tan pronto como los poseemos. En una famosa demostración, a unos estudiantes se les dio a elegir entre una taza de café o una barra de chocolate suizo como recompensa por su ayuda con la investigación. La mitad eligió la taza, y la otra mitad eligió el chocolate. Es decir, que parecían valorar las dos recompensas de manera similar. A otros estudiantes se les dio primero una taza y luego una posibilidad sorpresiva de cambiarla por una barra de chocolate, pero solo el 11% quiso. Sin embargo, otro grupo comenzó con el chocolate, y la mayoría prefirieron conservarlo a hacer el intercambio. En otras palabras, los estudiantes casi siempre dan mayor valor a la recompensa inicial.
En parte tiene que ver con la rapidez con que hacemos conexiones entre nuestro sentido de nosotros mismos y las cosas que consideramos nuestras. Que incluso se pueden ver a nivel neuronal. En un experimento, neurólogos escanearon los cerebros de los participantes antes de que se asignen varios objetos, o bien a una cesta etiquetada “mía” u otra etiquetada, “De Alex”. Cuando los participantes luego miraron sus nuevas cosas, sus cerebros mostraron una mayor actividad en una región que por lo general parpadea en la realidad cada vez que pensamos en nosotros mismos.
Otra razón por la que somos tan apegados a nuestras posesiones es que desde una edad temprana creemos que tienen una esencia única. Los psicólogos nos muestran esto mediante el uso de la ilusión de convencer a niños de 3 a 6 años que construyeron una máquina que copia, capaz de crear réplicas perfectas de cualquier artículo. Cuando se les ofreció elegir entre su juguete favorito o una copia aparentemente exacta, la mayoría de los niños favoreció el original. De hecho, a menudo se horrorizaron ante la posibilidad de llevarse a casa una copia.
Este pensamiento mágico acerca de los objetos no es algo se vaya a crecer. Más bien se persiste en la edad adulta, aunque se hace cada vez más elaborada. Por ejemplo, consideremos el enorme valor que se da a artículos que han sido propiedad de celebridades. Es como si los compradores creyeran que los objetos que compran fueron de alguna forma imbuidos en la esencia de sus célebres antiguos dueños. Por razones similares, somos reacios a desprendernos de herencias familiares que nos ayudan a sentirnos conectados con nuestros seres queridos. Estas creencias pueden llegar a alterar nuestra percepción del mundo físico y cambiar nuestras capacidades atléticas.
A los participantes en un estudio reciente se les dijo que estaban usando un palo de golf propiedad del, una vez campeón, Ben Curtis. Durante el experimento, percibían el hoyo como si fuera como un centímetro más grande que el de los participantes de control que usaban un “putter” estándar y lograron algunos “putts” más.
Aunque los sentimientos de propiedad emergen temprano en la vida, la cultura también desempeña un papel. Por ejemplo, recientemente se descubrió que los Hadza del norte de Tanzania que están aislados de la cultura moderna no exhiben el efecto de dotación. Esto es posiblemente debido a que viven en una sociedad igualitaria donde casi todo se comparte. En el otro extremo, a veces nuestro apego a nuestras cosas puede ir demasiado lejos. Parte de la causa del trastorno de acumulación es un exagerado sentido de responsabilidad y protección hacia las pertenencias propias. Es por eso que las personas con esta condición les resulta tan difícil tirar algo.
Lo que queda por ver hoy es como la naturaleza de nuestra relación con nuestras posesiones va a cambiar con la aparición de las tecnologías digitales. Muchos han pronosticado la desaparición de los libros y la música física, pero por ahora, al menos, esto parece prematuro. Tal vez siempre habrá algo satisfactoriamente único sobre tener un objeto en nuestras manos y decir que es nuestro.
A finales del siglo XVII, un estudiante de medicina llamado Johannes Hofer notó una extraña enfermedad que afectaba a los mercenarios suizos en el extranjero. Entre sus síntomas había fatiga, insomnio, latidos de corazón irregulares, indigestión, y la fiebre era tan fuerte que los soldados a menudo tenían que ser dados de baja. Como descubrió Hofer, la causa no era una alteración física, sino un anhelo intenso por su tierra de montaña. Acuñó el término nostalgia, del griego “nostos”, “regreso a casa”, y “algos”, “dolor o anhelo”.
Al principio, la nostalgia se consideraba una aflicción particularmente suiza. Algunos médicos sostenían que el sonido constante de los cencerros en los Alpes generaba un trauma en los tambores del oído y el cerebro. Los comandantes prohibieron a sus soldados cantar canciones suizas tradicionales por temor a que eso los llevara a la deserción o el suicidio. Conforme la migración aumentó en el mundo, se observó nostalgia en varios grupos. Resultó que cualquier persona separada de su lugar natal durante mucho tiempo era vulnerable a la nostalgia. Y a principios del siglo XX, los profesionales ya no la ven como una enfermedad neurológica, sino como una enfermedad mental similar a la depresión.
Los psicólogos de la época especularon que representaba dificultades para dejar ir la infancia, o incluso un anhelo de volver al propio estado fetal. Pero en las siguientes décadas, la comprensión de la nostalgia cambió en dos formas importantes. Su significado se expandió de extrañar el terruño a un anhelo general por el pasado. Y más que una terrible enfermedad, empezó a verse como una experiencia conmovedora y agradable. Quizá el ejemplo más famoso de esto fue captado por el escritor francés Marcel Proust. Describió cómo el degustar una magdalena que no había comido desde la infancia desencadenaba una cascada de cálidas y poderosas asociaciones sensoriales.
Entonces, ¿qué provocó una inversión en nuestra visión de la nostalgia? Parte de eso tiene que ver con la ciencia. La psicología se alejó de la teoría pura y se volcó a una observación empírica más cuidadosa y sistemática. Los profesionales advirtieron que muchos de los síntomas negativos podrían haber sido simplemente correlacionados con la nostalgia en vez de ser su causa. Y, de hecho, a pesar de ser un estado emocional complejo que puede incluir sentimientos de pérdida y tristeza, la nostalgia generalmente no pone a la gente en un humor negativo. Por el contrario, al permitir el recuerdo de experiencias significativas y gratificantes que compartieron con otros, la nostalgia puede aumentar el bienestar psicológico.
Hay estudios que han demostrado que inducir nostalgia en la gente puede ayudar a aumentar sus sentimientos de autoestima y pertenencia social, fomentar el crecimiento psicológico, e incluso hacer que actúen más caritativamente. Así que, en lugar de ser una causa de angustia mental, la nostalgia puede ser una manera restaurativa de hacerle frente. Por ejemplo, cuando la gente experimenta estados emocionales negativos, suele usar naturalmente la nostalgia para reducir la angustia y restaurar el bienestar.
Hoy parece que la nostalgia está en todas partes, parcialmente porque los anunciantes han descubierto lo poderosa que es como técnica de marketing. Es tentador pensarla como un signo de quedarnos atrapados en el pasado, pero no es así como funciona la nostalgia. La nostalgia nos recuerda que nuestras vidas pueden tener sentido y valor, y nos ayuda a encontrar la confianza y la motivación para hacer frente a los desafíos del futuro.
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La conciencia de sí mismo “es lo opuesto a la desindividualización”.(Myers, 2001).
Hablando de conciencia social supongo que todos jugamos a la rueda de san miguel, doña blanca, pato, pato, ganzo y esas cosas de niños no?, bueno si no es así pues que mal por que antes era lo maximo jugar asi con tus amigos.
Pues los cantos, gritos, aplausos o danzas sirven para estimular o reducir la conciencia personal, por que estas enfocado y pensando en otra cosa, a JUGAR.
En los experimentos de Ed Diener, se observo, como lanzar piedras y cantar en grupo sirven como preparación para conductas más deshinibidas.
Aquel dia estaba metido en twitter y encontré en Temas del momento el hashtag #KylieJennerChallenge entre y encontré a un buen de gente poniendose vasos o lo que sea en la boca para tener los labios ENORMES de kylie jenner
Muchas jovencitas y jovencito tratan de imitarla, quieren tener sus labios porque les parece sexy y son muchas las que están haciendo el reto #KylieJennerChallenge por diversión.
Este reto está por todas las redes sociales de llos jóvenes de Estados Unidos y va permeando a otros países como México, pues lo que realmente están logrando es desfigurarse los labios.
¿En que consiste el #KylieJennerChallenge?
Los jovencitos introducen los labios en una copa, frasco o botella y luego succionan tan fuerte como pueden y así duran un rato, con esto intentan tener unos labios carnosos como Kylie Jenner, pero lo que están logrando es un par de labios inflamados y muchas veces deformes.
¿Quién es Kylie Jenner?
Kylie Jenner de tan sólo 17 años saltó a la fama al formar parte del reality show “Keeping Up with the Kardashians”.
Yo lo hice y aqui el resultado…
Uno de los momentos más sublimes de la serie de animación Futurama (hay tantos que podría pasarme el día enumerándolos) tiene lugar justamente en el primer capítulo. La serie transcurre en el año 3000 y en Nueva York es ya habitual encontrarse con Cabinas de Suicidio, cuya forma exterior recuerda sospechosamente a una cabina telefónica. Fry, el protagonista, entra en una creyendo de hecho que se trata de una cabina telefónica, y entonces una voz robótica le pregunta qué clase de suicidio desea, si rápido o lento y doloroso.
Uno de los momentos más sublimes de la serie de animación Futurama (hay tantos que podría pasarme el día enumerándolos) tiene lugar justamente en el primer capítulo. La serie transcurre en el año 3000 y en Nueva York es ya habitual encontrarse con Cabinas de Suicidio, cuya forma exterior recuerda sospechosamente a una cabina telefónica. Fry, el protagonista, entra en una creyendo de hecho que se trata de una cabina telefónica, y entonces una voz robótica le pregunta qué clase de suicidio desea, si rápido o lento y doloroso.
Fry contesta que sólo quiere realizar una llamada a larga distancia. La voz robótica dice: ha escogido lento y doloroso
Tal vez esta escena pudiera parecernos una exageración: es imposible que en el año 3000 se haya puesto de moda el suicidio hasta el punto de que existan cabinas para hacerlo a disposición del transeúnte. Pero tal vez no es una idea tan disparatada como parece. Sobre todo si echamos un vistazo al efecto Werther.
El efecto Werther toma su nombre de la novela de Goethe Las penas del joven Werther, publicada en 1774, una novela muy leída en su día por la juventud, que empezó a suicidarse de formas que parecían imitar la del protagonista. De hecho, las autoridades de Italia, Alemania y Dinamarca la prohibieron por esa razón.
El nombre de este efecto de contagio de incluso una tendencia autodestructiva (bueno, el reaggeton también lo es y mirad cómo prolifera) la acuñó el sociólogo David Phillips en 1974, que demostró que el número de suicidios se incrementaba en todo EEUU durante el periodo transcurrido entre 1947 y 1968 justo al mes siguiente de que apareciera en la primera página del New York Times alguna noticia dedicada a un suicidio.
Este contagio a través de los medios de comunicación incluso ha obligado sugerir al Centro de Control de Enfermedades (CDC) cómo deberían publicarse las noticias de suicidios para que no resulten tan potencialmente contagiosas. Por ejemplo, omitiendo todos los elementos personales que pudieran inspirar la compasión del lector. Tampoco se debe sugerir que el suicidio ha contribuido en modo alguno a resolver los problemas del suicida.
Algo parecido ocurrió en Viena, cuando una pléyade de psiquiatras intervino en la forma en la que se daban las noticias para evitar la fiebre de suicidios que se producía desde 1978 en la capital austriaca, desde poco después de que se inaugurara la red de metro: un atractivo para muchos que se lanzaban a las vías.