#yukio mishima
El pálido rostro de Tôru, delicadamente esculpido, era como el hielo. No manifestaba emociones, ni afecto ni lágrimas.
Pero él conocía la felicidad de observar. La Naturaleza se lo había dicho. Ningún ojo puede ser más perspicaz y agudo que el ojo que nada tiene que crear, que no tiene más que mirar. El horizonte invisible más allá del cual no podía penetrar el ojo consciente era mucho más remoto que el horizonte visible. Y todo género de entidades surgían en las regiones visibles y accesibles a la conciencia. El mar, las naves, las nubes, las penínsulas, el rayo, el sol, la luna, las miríadas de estrellas. Si ver es una cita entre el ojo y el ser, es decir, entre el ser y el ser, entonces debe ser como las imágenes reflejadas de dos seres. No, se trataba de algo más. De ver más allá del ser, de cobrar alas como un pájaro. Transportaba a Tôru a un reino invisible para los demás. Allí incluso la belleza poseía unos confines podridos y costrosos. Tenía que haber un mar nunca profanado por el ser, un mar sobre el que jamás aparecieran los barcos. Tenía que haber un reino en donde en el límite de todas las capas diáfanas nada surgiera, nunca un reino de añil sólido y firme en donde la visión se despojara de todas las argollas de la conciencia y se tornara transparente, en donde los fenómenos y la conciencia se disolvieran como el óxido plúmbico en ácido acético.
Para Tôru la felicidad consistía en lanzar sus ojos hasta tales distancias.
Yukio Mishima
La corrupción de un ángel(1971)
He experimentado el orgullo y el placer íntimos de ver cobrar forma gradualmente el concepto en el horizonte. He puesto allí mi mano desde fuera del mundo y he creado algo y no he saboreado la sensación de ser arrastrado al mundo. No me he sentido recogido como la ropa lavada cuando llega un aguacero. Ninguna lluvia ha caído que me diera existencia dentro del mundo. Al borde del anegamiento intelectual, mi claridad se ha mostrado segura del oportuno rescate de los sentidos. Porque la nave ha cruzado siempre. Jamás se ha detenido. Los vientos marinos han trocado todo en mármol veteado, el sol ha mudado en cristal el corazón.
He confiado en mí mismo hasta el grado de la tristeza.
Yukio Mishima
La corrupción de un ángel(1971)
¿De dónde proceden las dificultades en mi existencia? ¿O por decirlo de otra manera, la ominosa tersura y disposición de mi existencia?
A veces pienso que semejante serenidad se debe al hecho de que mi existencia es una imposibilidad lógica.
No es que yo formule a mi ser difíciles preguntas. Vivo y me muevo sin un poder motivador pero eso es tan imposible como el movimiento perpetuo. Tampoco es mi destino. ¿Cómo puede ser un destino lo imposible?
Parece como si desde el momento en que nací en esta Tierra mi ser supiera que era contra toda razón. No nací con defecto alguno. Nací como un ser humano imposiblemente perfecto, una perfecta película negativa. Pero este mundo está lleno de positivos imperfectos. Sería terrible para ellos revelarme, cambiarme en un positivo. Por eso es por lo que me temen tanto.
Lo que más me ha divertido ha sido el solemne precepto de que sea fiel a mí mismo. Eso es una imposibilidad. Si hubiera tratado de obedecerlo, habría muerto inmediatamente. Sólo hubiera podido significar hacer una unidad del absurdo de mi existencia.
Habrían existido medios de no haber poseído yo dignidad. Sin dignidad habría resultado fácil lograr que otros y yo también aceptáramos todo género de imágenes distorsionadas. ¿Pero es tan humano ser desesperadamente monstruoso? Aunque desde luego el mundo se siente seguro cuando lo monstruoso es realidad.
Soy muy cauteloso pero me falta en gran medida el instinto de autoconservación. Y tanto me falta que a veces me embriaga la brisa a través del foso. Como el peligro es lo habitual, no existen crisis. Bien está tener un sentido del equilibrio porque no me es posible vivir sin un milagroso género de equilibrio; pero de repente se torna en un cálido sueño de desequilibrio y colapso. Cuando más grande es la disciplina, mayor es la inclinación a la violencia y llego a cansarme de accionar el botón de control. No debo creer en mi propia docilidad. Nadie sabe qué sacrificio constituye para mí mostrarme amable y dócil.
Pero mi vida ha sido sólo deber. He sido como un torpe grumete. Sólo gracias a los mareos y las náuseas he podido sustraerme al deber. La náusea correspondía a lo que el mundo llamaba amor.
Yukio Mishima
La corrupción de un ángel(1971)
Un animo spento dà la certezza di poter risolvere tutto.
Yukio Mishima, La scuola della carne
Dogs, too, barked fiercely from place to place. They were like a band of thieves, each tied up separate from the others, all gnashing their teeth at the ignominy of their bonds and exchanging shouts with one another.
Yukio Mishima, Forbidden Colors (Trans. Alfred H. Marks)
“It was not the reality of defeat. Instead, for me—for me alone—it meant that fearful days were beginning. It meant that, whether I would or no, and despite everything that had deceived me into believing such a day would never come, the very next day I must begin that “everyday life” of a member of human society. How the mere words made me tremble!”— Confessions of a Mask, Yukio Mishima
“I could hear the rain on the eaves. It sounded as if it were only raining on this particular spot. To my ears the rain seemed petrified with fear, as though it had wandered astray in this particular part of the town and utterly lost its way. The sound of the rain was cut off from the vast night, just as I was; it was a sound that belonged to a circumscribed world, like the little world that was illuminated by the dim light of the bed lamp.”
Yukio Mishima| The Temple of the Golden Pavilion (Alfred A. Knopf, 1959)
(via memoryslandscape)
Still from Yūkoku (Patriotism/The Rite of Love & Death) directed by Yukio Mishima, 1966
“Avevo paura di stare da solo. Ora ho paura di avere le persone sbagliate al mio fianco.”— Yukio Mishima
Grammar Breakdown:
Avevo - I used to have (lit.)
in this case the expression “avere paura”, to be afraid, is in the indicative imperfect. Indicative imperfect can be thought of as a type of past tense, to use for things that perhaps used to happen for a period of time.
- “I used to be afraid of being alone”
Ho paura di avere.. - I am afraid of having…
Again using the expression “avere paura di xyz”, to have fear of/to be afraid of xyz. This time, it is in the present sense, using “ho” for “I have”.
The formula verb + preposition + infinitive is common in Italian, and it’s important to know which prepositions (di/a/etc) go with which verbs. Useful website here.
Al mio fianco - at my side (lit.)
Although I have translated the expression literally, it would be better in English to translate it as “by my side”
Le persone sbagliate - the wrong people
Notice that these words are all in the feminine plural by the e at the end. The plural of persona is persone, hence le is the definite article, and the adjective (sbagliate) also needs to agree.
- “Now I am afraid of having the wrong people by my side”
I’m sitting in a broken down delivery truck, waiting for a tow, looking at pictures of some of my books, and wanting to be home