#borrador

LIVE

Te extraño, esta noche más que cualquier otra. La temperatura superando el umbral de tolerancia al frío, la lluvia incesante chocando contra mi ventana, la magia de un viernes por la noche que se sabe donde comienza pero no acaba. Imposible no recordar esa vez en tu habitación, cuando dos cuerpos se convirtieron en uno.

Lluvia de dos noches

La temperatura superando el umbral de tolerancia al frío, la lluvia incesante chocando contra mi ventana y el vivo recuerdo de tus manos cálidas encontrándose con mi cuerpo.

Que ganas de volver a sentir(te)

Buena compañía

Estar acostados en la misma cama, uno al lado del otro, mirándonos a los ojos con la más pura intención mientras en el fondo se sienten las gotas de la intensa lluvia que se estrellan contra la ventana. Compartir un café, quizás dos, escuchar tu disco favorito y hablar de la inexistencia de Dios, fumar un cigarillo y preocuparse de dónde botar las cenizas.

El uno al lado del otro… qué bonito ha de ser.

Bohemia

Atarantados bañados en pólvora negra, vagabundos en calles sin indicaciones claras, dueños de la noche, amantes de la garana, buscando el elixir de la luz de la luna que se refleja en la botella de vino en el parque más intenso de la ciudad.

Lápiz pasta azul genérico favorito

Hace un tiempo leí una historia de amor que terminaba mal, me dio pena porque me había visto reflejado en ella como si el papel fuese una poza de agua que quedó tranquila después de la lluvia, y que al prestarle atención te saluda pero que al tocarla te distorsiona hasta hacerte desaparecer.

No he tenido suerte últimamente, el paso de los días se me hace extraño y todo el tiempo pienso en lo que haré cuando vuelva lo que nombré alguna vez normalidad. Pero sí debo decir que he recuperado algo que había perdido y que me tenía triste, más triste que mis historias de amor que mal terminaron. He recuperado esa chispa de querer escribir, de leer en voz alta cada una de mis palabras y entonarlas para que suenen como poesía aunque no lo sean, gritarlas incluso aunque no sean dignas de ser escuchadas. He recuperado el querer que exista algo a lo que le dediqué algún tiempo de mi vida en crear.

Ayer escribí un poema sobre las hojas de otoño, antes de ayer escribí un cuento para dormir y el día anterior a ese escribí esto en un papel que convertí en ceniza por ser frío, pero cuya frialdad era tal que mis manos quemó y ahora arrepentido entre lágrimas escribo de nuevo.

Quiero dejar por escrito, que quiero volver y que dejaré de borrar, ya no le temo a mi reflejo ni a desaparecer; mi mayor miedo es ahora.

Discúlpame, pero necesito hacer un paréntesis antes de continuar con esta conversación. Creo que esta es una velada fantástica, me encanta este lugar, la música, las luces, la decoración, la estética en realidad de aquí me tiene perdido e incluso de mirar alrededor me distraigo de lo que es esencial. Hace tiempo que no me sentía perdido en la libertad y verme aquí me hace sentir bien, honestamente bien. Sé que a veces crees que yo leo tu mente, y desearía que así fuera pero en la mayoría de los casos sólo es suerte, un “presentimiento de que esto es lo que quieres” y ya está.

A pesar de que hoy me siento bien, quiero decirte que no es mi día, no me siento así, hoy no tengo suerte, hoy me hace falta algo y sigo sin saber que es y me siento extraño, tengo un mal presentimiento.

Cariño, ay cariño sólo tú eres capaz de hacerme tiritar con tu mirada y sé que quieres que me vaya, te extrañaré, beberé veneno si eso te quita la sed, sólo recuerda mi calor en tu espalda y el vértigo en la curva de tu pierna cuando ya no esté.

No te estaba escuchando, a veces hablas tanta mierda seguida que me olvido de ti y comienzo a escuchar absolutamente todo lo que no venga de tu boca, al comienzo me quedé pegado escuchando a los pájaros, luego en el ruido de las micros cuando pasan por afuera de la casa y luego en el sonido del pedernal del encendedor cuando juego con él. La única mierda que has dicho todo el tiempo es que eres un completo imbécil y que estás arrepentido ¿vas a decir algo más? porque tengo cosas que hacer mil veces más importantes que ver a un pendejo llorar. Oh, wow, cerraste el puño y me miraste feo, estoy tan cagado de miedo que estoy pensando seriamente en tiritar. Veinte años y sigues siendo un bebé con falta de atención, que vida tan triste. Esto es lo que va a pasar por si ni siquiera tienes la capacidad de entender lo que sucede en tu entorno; me pondré este cigarro en la boca, lo encenderé y después de la primera calada te tiraré el humo en la cara, me daré media vuelta y me iré a Santiago a terminar lo que tú no pudiste. Tú hermanito, con tu cara de imbécil irás a la casa de tu mamita a decirle cuánto la quieres y persuadirla de firmar el contrato. Si no tienes la firma para mañana, la próxima calada de humo que salga de mi boca será sobre tu triste cadáver.

Es necesario hablar más de la muerte, que sea un tema de conversación frecuente porque estamos acostumbrados a tenerle miedo y huir de ella, aún cuando de las pocas cosas de las que podemos tener certeza del futuro es su llegada. Hay que hablar más de ella, analizarla, cuestionarse si será ese el último fin o si hay algo más, preguntarse el cómo se sentirá y qué sentirán nuestras almas.
Hay que hablar más de la muerte, tenerla cerca, comprenderla, dejar de asustarse y empezar a coquetearla para así, el día en que llegue a encontrarse contigo puedan pasar un buen momento; conversar, reir, jugar, bailar, besar, sentir… como si fuese el último día de tu vida.

Viví y morí al mismo tiempo en una superposición cuántica de mi propio ser cuando sentí un beso tuyo en un atardecer en cuarentena. Sé que dicen que no hay que salir de casa pero me habría hecho falta un par de balas en el pecho y un poco más para evitar el verte.

Viví y morí al mismo tiempo en un sueño lúcido y tú ni me hablas pero estabas ahí, apoyando tu cabeza sobre mi hombro, diciendo mi nombre, acariciando mi cuello, hablándome de tu pasado y quemando tu futuro. Será la música que está sonando acaso la chispa de mi imaginación, no lo entiendo. Me perdí, otra vez, te busco en la pista y no te encuentro. Entre tanta sombra y neón me encuentro y se podría decir quizás que estás ahí porque te siento pero no te veo, no puedo ver, estoy ciego. Cierro los ojos y te siento, te siento vibrar y sé que no podemos tocarnos porque estoy muerto encerrado en mi casa en un atardecer durante la cuarentena pero al mismo tiempo siento que vivo un beso tuyo en tu luz de sueño lúcido. Estaba perdido, ya no, ya no tanto, al menos. Me encanta como bailas, te ves libre. Veo que otros te ven bailar, te ven a ti como una mujer increíble, yo también lo hago, se acerca uno pero tu no lo pescas, a mi tampoco. Veo que hay una niña que te ofrece un trago, lo recibes y le das las gracias, no sé quién será pero da lo mismo, yo estoy por ti. Me pregunto que será del futuro de la canción ¿Seguirás bailando dentro de cinco minutos más? Me gustaría pensar que sí pero sé que en cualquier momento te puedes ir, alma de ser volátil. Me gustaría saber cómo te llamas, creo que nunca te lo he preguntado. Tengo el mismo sueño todos los días de mi vida y nunca me he preguntado cómo te llamas. ¿Cómo te llamas? Mujer de falda escocesa con una polera y chaqueta de cuero, de piel clara con ojos claros y sonrisa perfecta ¿Cómo te llamas? Le quiero preguntar pero no quiero interrumpirla, sé que es algo banal interrumpir su danza por el gusto de acabar con una duda. Digamos, entonces, que se llama Satanás, sólo porque me gusta el nombre.

Tengo el mismo sueño todos los días de mi vida en donde estoy enamorado de una niña de piel clara con ojos claros, con una falda escocesa y una chaqueta de cuero que baila en un antro y que se llama Satanás. No la toco, sólo la siento, porque en mi sueño estoy ciego y sólo veo su luz.

Cuando despierto, me quedó unos cinco minutos viendo en silencio el cielo de la habitación, veo los posters de Joy Division y de The Smiths, veo el cuerpo desnudo de Camila y reviso si quedan unos Luckies rojos para llevarme una a la boca. Ella me suele decir que le molesta el humo pero que cuando está durmiendo no lo nota. A veces lo siente Lucas, y viene corriendo a lanzarse sobre la cama a saludar a sus papás. Alguna vez leí que los niños tienen la facultad de saber qué sueñan las personas, ojalá que sea mentira, no quiero que conozca las fiestas antes de los catorce.

Todo playa

Caminaba por Pedro de Valdivia cerca de Francisco Bilbao, eran cerca de las una de la mañana y vi un departamento con luces de neón y personas bailando, me quedé un segundo contemplando el cómo se ve la juventud carreteando, el cómo entre todos los departamentos, pareciera que sólo ese tuviese vida. Me dio algo de pena no tener nada que hacer, más que caminar a mi casa para dormir. En ese momento algo me golpeó la cabeza, no sentí dolor pero sí sentí mi cuerpo apagarse al caer sobre el pavimento. Soñé con una tarde en la playa, en donde una mujer morena caminaba hacia mi con un traje de baño precioso, su cabello se veía dorado con la luz del sol, la amaba y quería tanto pasar el día besándola porque era perfecta. Llego hacia mí y me dijo que era muy pronto para irse a dormir, que quedaba toda la tarde, que no fuera fome, que me quedara más tiempo en la playa, yapo, Tomás, no seas fome, quédate, no te vayas, no te vayas, oye, quédate, quédate, oh conchetumare se va a morir este hueón qué mierda se va a morir este hueón conchetumare puta la hueá, tiene la cabeza rota pal pico. Pablo, Pablo culiao en el baño bajo el lavamanos hay un botiquín, corre y tráelo. Puta a este hueón se lo hicieron pico, que paja. Cariño, yo tampoco me quiero ir, la arena está súper rica y todavía no hemos visto el atardecer, no me quiero ir mi amor, quedémonos cinco minutos más aunque sea. Está delirando, al menos está hablando, puta mira cuanta sangre, la ambulancia dice que llega en 30. Le falta caleta por la chucha, ni cagando aguanta tanto. Oye hueón, despierta, despierta culiao. Algo me golpeó la cara, pero no sabía que era, no era su mano, sus manos eran suaves como de un ángel, eso había sido una cachetada. Sentí mojado el pelo y me parecía extraño porque no me había metido al agua, estaba seco, había mucho sol pero tenía frío. Espera ¿Por qué estoy en una playa? Yo debía ir a mi casa. Desperté, tenía un frío horrible y estaba temblando, tenía a 4 pendejos que en mi vida había visto frente a mí. No entendía nada. Vi un botiquín, luego un frasco transparente y mierda, algo hicieron y sentí como mi cabeza se quemaba como quema un cigarrillo en la piel. Alcancé a ver el departamento pero ya no había luces, ni música, ni personas bailando. Son raros los jóvenes, pensé, en mis tiempos los carretes duraban toda la noche.

Calmante

Si te soy sincero, cada día me canso más. No porque haga muchas cosas, sino porque hago nada. Tampoco hablo de moverme, ni de estudiar, tampoco de leer o escribir, ni siquiera de dormir. Hablo de sentir, hablo de no sentir. Tengo a mis amigos, a mi familia, tengo esos momentos en donde me río a carcajadas y soy feliz, pero no siento lo que necesito, que es a ti, cariño. Dejé de sentirte hace mucho tiempo y cada día que pienso que llegarás no apareces, precisamente porque eres alguien que no existe. Cada vez me canso más en esperar la llegada de esa persona que no existe y cada vez me canso más de vivir sin su calor y cada vez me canso más de escribir a nadie porque no sabes cuánto me gustaría darte mis palabras favoritas en mi orden favorito. Cada día me canso más de extrañarte, por favor, vuelve pronto.

Cripta

Cuando se separó tu cuerpo del mío me sentí vacío. El calor desapareció y así mismo mis sentidos. El tiempo se paralizó y lo único que veía eran tus ojos cristalinos hundiéndose en las lágrimas pero de rabia. Yo también, me iba a morir en tres días hábiles y no podía hacer nada para detenerlo. La ida fue lenta, el portón metálico nunca fue tan lento y el motor no encendía. Oía muchos gritos, me sentía atrapados en ellos aún cuando el único sonido era el de las llaves haciendo contacto. Desaparecí en el tiempo y mi retrovisión era frío pavimento con lágrimas, la lluvia no se detenía y sentía que iba a perder el control en la primera curva. Arrancó y el acelerador se manejó solo y el sonido me enfurecía porque sabía que era la última vez que te vería y grité, grité, grité muchísimo y luego me reí a carcajadas. Era evidente que no me encontraba bien, iba a morir en dos días hábiles y acababa de destrozar la única persona en la que podía confiar y ahora debía parar en los semáforos rojos mientras sentía el impacto de un choque, uno violento, de esos que te hacen fallecer de forma instantánea, pero no se le puede coquetear a la muerte, ni mucho menos adelantar su cita, aún quedaban un día y medio. Llegué a casa y rocié con gasolina sólo el primer piso porque sé que el fuego va solo hacia arriba. Tenía muchas llamadas perdidas pero todas eran mías ¿gracioso no? Sólo un día hábil faltaba y vivía en agonía, lástima me da saber que nunca pudimos cumplir ese sueño en el que tanto insistías, ese, el que yo sobreviviría lo suficiente para procurar que tu cripta sea linda. Hoy es el día, espero que esto sea suficiente.

Inercia

Salta salta salta salta salta salta salta salta ahora mira al cielo y dime qué ves, blanco negro blanco negro azul verde azul verde mírame, bésame, mírate, siéntete en el mar de gente en el que estás y vibra como nunca, este es tu lugar. Libérate de las tensiones saltando esta canción y recuerda que no hay juicios ni moral ni ética ni somnolencia, sólo tú, nadie más, ni siquiera yo Laura, eres una diosa en tu mundo y yo del mío. Me encanta verte así con tus ojos perdidos pero con tu sonrisa coqueta, tus mordidas de labios, tu vestido burdeo que tanto me calienta y es que estás maravillosa a la luz y nada ¿quieres más agua? Iré a buscar pero antes dame un beso, un beso largo. Mierda, cuanto te amo, eres increíble, la descarga eléctrica en un humano.

Cómo conocí a Julio César, el periodista

Tenía 15 años, era verano y estaba fumando un cigarro en el Parque Los Reyes. Nunca estaba solo cuando iba para allá porque me había enterado que apuñalaron a un viejo a plena luz del día un jueves, mala volá. Me acompañaba Matías, un tuja pero fiel amigo, jugábamos a la pelota en el pasaje y siempre me invitaba una coca cola si ganaba su equipo. Cuando ganaba el mío le invitaba un pucho. No sé de dónde salió la tradición pero existía y la respetábamos. Estábamos sentados en el pasto cerca de una escultura, no me acuerdo que era pero eso da lo mismo, la anécdota es que de la nada vimos llegar a caleta de periodistas con sus cámaras y micrófonos que parecían plumeros ¿Qué hueá? dijimos nosotros. Vimos que Felipe, un amigo que vendía cogollos, pasó corriendo frente a nosotros, huyendo en volá, pero nadie lo seguía, los periodistas seguían a un viejo en sudadera y con zapatillas nike fosforescentes, en realidad era un viejo decadente, se notaba que llevaba horas con una taquicardia porque jadeaba como perro. Resultó que era un hueón llamado Julio César y que estaba grabando una hueá para un matinal llamado Bienvenidos del Canal 13. Siempre que lo veo en la tele me río porque se tropezó por pisar caca. Aún me junto con el Matías pero como una vez al año, ahora es medio narco y no me cae bien la coca, me ponen muy loco, me quedo con la bebida nomás. 

Quién diría que al final ese mismo trauma se convertiría en mi novela favorita. Sigue repitiendo patrones que yo seguiré cargando mi puñal en mi ojal de vida. Sin ira, orgulloso de saber que hice del filo la piel de una serpiente vívida.
Tímida, somnolienta, descansa en la ventana el recuerdo.

¿Te acuerdas de esa vez que estábamos acostados en mi cama y me hablaste de una película de terror que te había dejado un trauma cuando eras pequeña? Entre las desventuras de un ser triste y solitario la busqué en internet y la vi sin pausas con una botella de vino que me regaló mi papá cuando me abandonaste. Te preguntarás qué me pareció la película… bueno, la verdad es que es bien penca, fome, como la mierda, de las peores que he visto. En verdad hace que la Paz Bascuñán se vea como una buena actriz. Pero quería decirte que encontré la escena que tanto miedo y pánico te generó cuando eras pequeña y quería decirte que realmente nunca comprendí la gravedad. Eso definitivamente hizo un punto de inflexión en tu vida, un hecho que creí que habías superado como quien supera una pesadilla, pero sólo después de ver la película comprendí lo profundo que se encontraba arraigado el trauma en ti, porque la manera en la que la mujer clavó el puñal al esposo por la espalda fue igual de chocante e inmovilizadora como tú me lo hiciste a mí hace un año atrás.

Sorteo las avenidas más claras para sentirme uno con la oscuridad qué más da si tengo que caminar cuatro cuadras más si igual puedo sentir el rocío del pasto por acá y qué si tengo que caminar cuatro cuadros más si igual puedo sentir el roce de la hierba en mí óleo de marco gris con esquinas rotas e ira irá a hallar agua al río lágrimas azules en el fango verde ante el cielo blanco foco foco foco fin de la exposición señor debe abandonar la sala murió frente a la casa y no pude hacer nada e ira halla la bala cuando el río lágrimas azules en el fango verde ante el cielo blanco foco foco foco reaparece sintaxis de un museo luz artificial ira

una llama subiendo por mi garganta, la saliva casi agria podría confundirse con el sabor del metal

cómo explicar un sentimiento abstracto que a cada minuto adopta la forma de lo que se cruza en mi radar

¿Angustia? ¿Miedo a la decepción? ¿O miedo a aceptar que no sé quien soy?

a veces me pierdo, otras simplemente no estoy

el drama de los caminos y una vida tan fugaz, tan corta, tan diminuta que temo que en un parpadeo se escurra de mis manos

temo también ordenar y enfrentarme algún día con el desorden

perder esa órbita que quiero sostener y abrazarla mucho pero que por el contrario la encierro dentro de mi escudo

quiero ser tantas cosas pero apenas puedo ser mi persona

no me malinterpreten, soy como soy, pero aspiro a mucho más que vulnerabilidad

mis piernas están inquietas al compás de mi cabeza y mi respiración pesada como mi silueta

la fé nunca la pierdo por completo, necesito creer aunque sea un cuento

y si tan solo pudiera tener una guía

que ironía que pueda y quiera escuchar cualquier voz menos la mía.

a-therisch (tumblr) besayunar (Instagram)

¿está mal permitirme quererte?

porque a veces siento que si lo hago algo va a explotar.

y aunque hable como si fuese algo que va a pasar,

en realidad ya está pasando

me tenés a tus pies

Quizás a la gente le hace falta recordar que el tiempo no vuelve, y las personas tampoco.

— Caótica.

Tus ojos no brillaban por mi y me siento tonta por que jamás lo vi.

Tempestad

No debería sentirme egoísta por pedir el cariño y atención que merezco.

Tempestad

Tú eres mi canción favorita para bailar aunque no sepa hacerlo.

Tempestad

Contigo quería aprender a hacerlo todo y no perder lo poco que soy.

Tempestad

Sigo escuchando tu voz a lo lejos, como un murmullo distante, cada vez más lejos.

Mon-espace

La verdad, dicen que nos libera, pero hay ocasiones en que nos hunde.

Mon-espace

Bienvenido a mi mundo, donde mis pensamientos no tienen secuencia.

Mon-espace

Algo así no ocurre dos veces en la vida, y aunque llegara a pasar, no quiero que ocurra con alguien más.

loading