#escritura

LIVE

Escribir, a diferencia de otras formas de expresión, por ejemplo, la pintura, en la que, a mí modo de ver, la obra en sí ya cumple su cometido, resulta redundante tener que explicar algo que ya dijo el autor a través del pincel, las palabras aparecen en segundo plano por así decirse. Pero cuando es la palabra en primer plano la que elegimos cómo forma de transmitir, porque es un lugar donde nos sentimos a gusto; identificar que decir, sobre qué, buscándole una dirección, resulta a veces, innecesario.

Hoy, me nacen ganas de dejar estás palabras que no buscan interpretación, ni plasman una verdad, no quieren descifrar un entramado en el pantano del autoconocimiento, tratan de desprenderse del sentimiento, no surgen ni van para ningún lado. Se están hilvanando, de manera sutíl, sencilla y de forma homogénea se integran, y sin mucha vuelta las comparto para quién lo reciba pueda acompañarme un ratito en la grata sensación que me genera estar y moverme en un lugar donde la libertad me sopla, que aún en los casos en los que decido no compartirlo y nadie lo lee, encuentro igualmente una hermosa compañia que me dicta decir, también sentirse a gusto conmigo.

Hay veces que me pregunto qué es el amor, y claro, como todos, no tengo una respuesta.

Hay veces que me pregunto si realmente lo llegaré a sentir, o si son más mis ganas de amar las que me harían creer que cualquier cosa es el querer.

Vivir de la ilusión. “Fake it ‘till you make it”. ¿Qué pasaría si esa cosa tan increíble que es el amor…no fuera más que una farsa? 

Todos crecimos con historias, ya fuera en libros, pantallas o de la misma boca de nuestros padres.

Todos hablan de la noche perfecta en que conocerás a la persona indicada, y que con un solo brillo en sus ojos sabrás que ese es el hogar que siempre buscaste.

Pero ¿es eso verdad o buscamos algo inexistente? ¿es el arte replicando la vida, o la vida haciendo un triste intento de imitar el arte?

Quiero pensar que lo quise, lo quiero y lo querré, incluso antes de conocerlo, pero no saber si lo que siento es real me carcome por dentro.

Quiero dar mi todo aunque eso sea nada, y aunque todo sea falso…quizá sí me dejaría ser engañada si fuera contigo.

Hoy, quizás con palabras algo fuerte y un poco duras, aprendí algo que llevaba años evadiendo.

Me di cuenta de que quizás no he sido la mejor amiga, la persona más atrevida e innovadora, que te llama a cualquier hora y te hace sentirla persona más especial del mundo.

Me di cuenta que siempre ha habido una barrera entre el yo real y el yo que le proyecto al mundo. ¿Por que no son el mismo? Toda mi vía el miedo me ha consumido. El miedo a decepcionar, el miedo a aburrir, a cansar a la gente, a alejarlos, a sentir lo suficiente como para después tener el alma o el corazón rotos.

Toda mi vida he esperado un guion, una guía que me afirme cuando, como, donde hacer todo. Siempre he evitado tomar la decisión final, o incluso cualquier tipo de decisión, por más boba que sea. Me he enfocado demasiado en cumplir con un rol inexistente: La Niña que no siente, que no sufre, que siempre está feliz, que complace a todos y que encaja en todas partes, sin importar que.

Me he moldeado a cualquier escenario y por más bueno que eso pueda llegar a ser, tambien es dañino, porque si cambio en cada lugar que voy como si de un camaleón se tratara, ¿cuando sale a relucir la verdadera yo? La respuesta es nunca.

He tenido tanto miedo a que me dejen, que he dedicado mi vida entera a complacer a la gente, a esperar lo mejor y siempre depender de sus opiniones de mi. Si piensan que soy linda, lo soy. Si dicen que soy fea, lo soy. Y así en un ciclo asquerosente interminable.

Pero lo que es definitivamente peor es que ni he querido responsabilizarme, tomar las riendas de mi vida y aceptar la culpa y las consecuencias de mis acciones. Siempre he querido culpar a otros, solo para que no sea yo quien se equivoque. Si tan solo me hubiera dado cuenta antes de que si yo no armo mi vida….nadie lo hará por mi.

Toda mi vida he soñado con cosas simples para muchos, pero con mucho significado para mi. He soñado con tener el pelo de colores, mis brazos llenos de tatuajes, sí, piercings, ropa extravagante y la idea de una cámara y un esfero siempre conmigo. Pero, a pesar de eso, hoy estoy aquí sin nada.

Con un pelo ordinario, la piel vacía de significado y el alma llena de deseos que siempre he dejado para después.


La cosas es que depender del mañana no tiene sentido, porque lo único real es el ahora. Como dicen, es ahora o nunca. Ya he perdido mucho tiempo pensando, temiendo.

He perdido oportunidades, perdido historias, perdido la oportunidad de tal vez haber sentido y no sufrido tanto. Porque callar es morir, y nadie podría decir lo contrario. Ya nunca más dejare que el tiempo pse sin que yo tan solo espere a que mi vida mejore. No esperare a mi príncipe o princesa azul, cruzada de brazos y cantándole a los pájaros. Si siento algo, lo diré. ¿Me dará miedo? Sí.

Pero es aún más aterrorizador vivir la vida de un extraño creyendo que es la tuya.

Es aterrorizador pensar que la única vida, por lo que sé, que tengo, la estoy desperdiciando siendo alguien que no quiero ser, que no soy.

Por primera vez en toda mi vida, tomaré las riendas, aceptaré los retos y enfrentaré mis errores. Viviré genuinamente a mi, y sobretodo, lucharé por lo que quiero y nunca más seré el extra de la historia.

Estoy harta de ser el personaje secundario, dejar mi felicidad de lado solo para que los otros disfruten de la suya.

Es temporada del show, y he decidido que seré la protagonista, por primera vez. Pero eso sí, la protagonista bajo mis reglas, bajo mis estándares, y sobre todo, la protagonista que siempre he envidiado ser. Ya no más esperar, es hora de cumplir, de ser.

Porque en esta vida hay dos opciones: ser un jugador o un observador, y estoy cansada de ser el segundo.

Vengo por ti mundo, y aunque me comas y me devores, te devolveré mis golpes por el doble, el triple, las veces que sea necesario.

Por primera vez seré. No, no seré


SOY.

Solía pensar que las medias naranjas se ven extrañas sobre mis piernas.

Que los fuegos artificiales siempre ocurren en un roce de sonrisas.

Que la marea siempre une a los cuerpos que necesitan del contacto mortal y surrealista.

Solía pensar todo eso hasta que tú llegaste.

Tú, rompiendo las reglas y besando los meñiques de mis pies dorados en la arena.

Tú, que eras lo que menos había esperado. El más disparejo, el menos indicado.

Rompías cada regla del manual, y cualquiera diría que debería alejarme.

Eras la mismísima señal de problemas, pero ambos destruimos el mundo del otro, dejando libros tirados por doquier y besos esparcidos en cada lunar.

Hasta que todo quedó en blanco.

Tú y yo en uno de esos infinitos tan largos que podría contar tus pestañas y cada peca en el costado de tu cuello.

Te amo, no porque me hagas mejor,

O me inspires para escribir la mejor novela de todos los tiempos.

Te amo porque tu energía hace de mi vida una carrera,

Porque no sé qué pasará mañana

Y aunque todo duela,

Tú con tus grandes manos tapas lo gris del planeta.

Solía pensar que solo cierto tipo de personas se hacían daño a si mismas.

Sí, solo unos cuantos. Unos pocos, perdidos en el vasto universo donde no todos nacen sabiendo respirar.

Fue ahí cuando me pegó. Era mentira.

Todos, o bueno, la mayoría, sí se hacen daño.

Con un tic, una manía, un movimiento repetitivo. Por Dios, frases, insultos, miradas.

Personas que dejan de comer, que comen mucho. Solo duermen, se privan de ese vicio.

Una lista interminable. Mucho. Poco. Real. Ficticio. Mal.

Mal.

Mal.

Mal.

Cada quien tiene su propio metodo de autodestrucción. Cada quien conoce su mayor debilidad, su talón de Aquiles.

Y cada quien lo usa en cierta medida y cuanto le plazca, pues al final, somos los monstruos debajo de nuestras propias camas

Somos las razon por la que vivir en el silencio y la oscuridad es tan aterrador, pues es ahí cuando nuestros pensamientos salen a la luz, sí, esos que saben cómo afilar el arma para nuestro propio final.

una llama subiendo por mi garganta, la saliva casi agria podría confundirse con el sabor del metal

cómo explicar un sentimiento abstracto que a cada minuto adopta la forma de lo que se cruza en mi radar

¿Angustia? ¿Miedo a la decepción? ¿O miedo a aceptar que no sé quien soy?

a veces me pierdo, otras simplemente no estoy

el drama de los caminos y una vida tan fugaz, tan corta, tan diminuta que temo que en un parpadeo se escurra de mis manos

temo también ordenar y enfrentarme algún día con el desorden

perder esa órbita que quiero sostener y abrazarla mucho pero que por el contrario la encierro dentro de mi escudo

quiero ser tantas cosas pero apenas puedo ser mi persona

no me malinterpreten, soy como soy, pero aspiro a mucho más que vulnerabilidad

mis piernas están inquietas al compás de mi cabeza y mi respiración pesada como mi silueta

la fé nunca la pierdo por completo, necesito creer aunque sea un cuento

y si tan solo pudiera tener una guía

que ironía que pueda y quiera escuchar cualquier voz menos la mía.

a-therisch (tumblr) besayunar (Instagram)

Jamás me había puesto a pensar tanto en lo que dicen sobre aquellos amores fugaces que te dejan escribiendo una eternidad, pero lo hago ahora que te sigo escribiendo después de tanto tiempo. Me he prometido a mí misma dejar de escribirte infinidad de veces y todavía me siento un tanto ridícula al romper constantemente dicha promesa, pero es que siempre que pienso que ya no pueden existir más sentimientos albergados respecto a ti, de repente me doy cuenta de que hay mucho más que aún falta por decir. Nuestra historia concluyó como la llegada de un terremoto; así, de repente, así, inevitable.

A veces me pongo a pensar en nosotros y es una sensación tan extraña, porque siento que es algo que nunca ocurrió, como un sueño, y al mismo tiempo algo que marcó un antes y un después en mi vida. Hace poco pensé en el poco o mucho tiempo que estuvimos juntos y en el poco o mucho tiempo que ha pasado desde que ya no lo estamos y es que estando contigo sentía que el tiempo no corría, que nos movíamos con él, que no era un limitante para nosotros y que fluiríamos a través de él. Ahora que fluimos por separado, el tiempo se ha vuelto pesado, cada semana, cada mes, todo lo siento pasar, lo resiento en mí.

Muchas veces cuando escribo respecto a este tema no sé qué es lo que quiero llegar a plasmar, no sé qué idea exactamente tener sobre ti, no sé ni porqué parece ser que todo lo que he escrito desde hace seis meses te tienen a ti como esencia. Es incierto saber cuándo va a llegar el momento en que deje de escribir sobre ti, o si me atreveré a dejar de hacerlo. Tal vez es que ya me acostumbré a vivir con la herida bien tapada, así tal cual como el tatuaje que me hice a escondidas, tal vez dentro de mí eso seas tú.

El alma tatuada

No hay que revelar lo nuestro

No hay que revelar lo nuestro porque podría terminar en caos. La gente estallaría porque, ¿cómo es posible que seamos tan cínicos para decidir tener una relación a pesar de que tu ex novia es nuestra mejor amiga y sigue enamorada de ti? No, no hay que revelar lo nuestro. Todos nos mirarían diferente, nuestro círculo de amigos cambiaría, seríamos criticados, no tendríamos libertad a pesar de ser eso mismo lo que buscamos. ¿Sabes qué es lo peor? No podemos definitivamente revelar lo nuestro porque tendrías que enfrentarte a las preguntas de mi padre, a la mirada de pocos amigos de mi madre, a la sobreprotección de mi hermano, a las interminables pláticas de mis tías. Por mi parte, tendría que soportar el ser comparada con tu ex por todo el mundo, el que me hablen de un tú del pasado, pasado que compartiste junto a ella. No hay que revelar lo nuestro, porque entonces te verías obligado a escuchar los chistes de mi papá intentando caerte bien, a hablar sobre la vida con mi hermano y tomar una cerveza mientras lo hacen, a mi mamá evitando dirigirte la palabra porque no le cae bien ninguna persona, a los constantes mimos por parte de mis tías, adorándote incluso más que a mí. No, no hay que revelar lo nuestro porque entonces corremos el riesgo de que conozca más a fondo a tu familia y me sienta mucho más cómoda de lo que ya me siento con ellos, corremos el riesgo de que quieran invitarme más a menudo a hacer cosas con ellos y nos encariñemos todavía más. Que de repente podamos salir como pareja públicamente sin miedo a ser vistos y yo pueda por fin expresar libremente el amor que por tanto tiempo he querido presumir. Corremos el riesgo de pasar más noches escapándonos de nuestras casas, tomando hasta olvidar lo mal que está que estemos juntos, dormir abrazados, pasar tardes juntos y besarnos hasta cansarnos. Corremos el enorme riesgo de sentir paz al estar juntos, de que entrelace mi mano con la tuya y que decida que mientras todo siga así, la vida es un poco mejor, que te llame llorando cuando algo malo pase y corras a mi búsqueda, que tengas un mal día y yo corra en la tuya. Creo que ambos sabemos que tengo razon, no hay que revelar lo nuestro porque podría terminar siendo una de las mejores experiencias de nuestras vidas y qué miedo da el ser feliz.


Un mundo en el que nos arriesgamos a amarnos

A veces tengo la necesidad de sentarme a rimar, para exteriorizar todo lo que siento.


“La cobardía de ir a buscarte,
la valentía de aún esperarte.

Mi ángel salvador,
mi demonio destructor.”


©Camm, 2021

¿De dónde sacar tiempo para leer?




Muchos consejos, encuestas y más en Instagram: writtips.

No dudéis en escribirme si tenéis alguna duda o queréis hablar sobre literatura ;)

loading