#escritor
Solía pensar que las medias naranjas se ven extrañas sobre mis piernas.
Que los fuegos artificiales siempre ocurren en un roce de sonrisas.
Que la marea siempre une a los cuerpos que necesitan del contacto mortal y surrealista.
Solía pensar todo eso hasta que tú llegaste.
Tú, rompiendo las reglas y besando los meñiques de mis pies dorados en la arena.
Tú, que eras lo que menos había esperado. El más disparejo, el menos indicado.
Rompías cada regla del manual, y cualquiera diría que debería alejarme.
Eras la mismísima señal de problemas, pero ambos destruimos el mundo del otro, dejando libros tirados por doquier y besos esparcidos en cada lunar.
Hasta que todo quedó en blanco.
Tú y yo en uno de esos infinitos tan largos que podría contar tus pestañas y cada peca en el costado de tu cuello.
Solía pensar que solo cierto tipo de personas se hacían daño a si mismas.
Sí, solo unos cuantos. Unos pocos, perdidos en el vasto universo donde no todos nacen sabiendo respirar.
Fue ahí cuando me pegó. Era mentira.
Todos, o bueno, la mayoría, sí se hacen daño.
Con un tic, una manía, un movimiento repetitivo. Por Dios, frases, insultos, miradas.
Personas que dejan de comer, que comen mucho. Solo duermen, se privan de ese vicio.
Una lista interminable. Mucho. Poco. Real. Ficticio. Mal.
Mal.
Mal.
Mal.
Cada quien tiene su propio metodo de autodestrucción. Cada quien conoce su mayor debilidad, su talón de Aquiles.
Y cada quien lo usa en cierta medida y cuanto le plazca, pues al final, somos los monstruos debajo de nuestras propias camas.
Somos las razon por la que vivir en el silencio y la oscuridad es tan aterrador, pues es ahí cuando nuestros pensamientos salen a la luz, sí, esos que saben cómo afilar el arma para nuestro propio final.
Escriben y te hacen sentir sobre dolor, poetas completamente enamorados que han encontrado el verdadero amor. Escriben y te hacen sentir sobre el amor, poetas heridos a profundidad que tienen el corazón inmensamente roto.
Porque ese hermoso don tiene el poeta, convierte cada uno de sus poemas y escritos en una hermosa y atormentada paradoja existencial, que camina de la mano de la ironía romántica y de esa fantasía potencial.
Y nosotros, sus lectores, sólo tenemos un caminos: caer ante su sublime dominio y abrazar con fuerza lo que con tanto ahínco ellos nos llevan a sentir, eso que nos roba el aliento y nos provoca suspirar, ya sea por lo profundo que es amar o por el infortunio que provoca del dolor.
•El don de un poeta
Te extraño, esta noche más que cualquier otra. La temperatura superando el umbral de tolerancia al frío, la lluvia incesante chocando contra mi ventana, la magia de un viernes por la noche que se sabe donde comienza pero no acaba. Imposible no recordar esa vez en tu habitación, cuando dos cuerpos se convirtieron en uno.
Lluvia de dos noches
La temperatura superando el umbral de tolerancia al frío, la lluvia incesante chocando contra mi ventana y el vivo recuerdo de tus manos cálidas encontrándose con mi cuerpo.
Que ganas de volver a sentir(te)
Buena compañía
Estar acostados en la misma cama, uno al lado del otro, mirándonos a los ojos con la más pura intención mientras en el fondo se sienten las gotas de la intensa lluvia que se estrellan contra la ventana. Compartir un café, quizás dos, escuchar tu disco favorito y hablar de la inexistencia de Dios, fumar un cigarillo y preocuparse de dónde botar las cenizas.
El uno al lado del otro… qué bonito ha de ser.
Mi lengua, que tiene la delicia de encontrarse con sus labios, con su lengua, su sonrisa, con su voz, con su cuerpo, contigo. Comenzar desde allí para luego descender a través de tu piel sin prisa, pero sin pausa. Sintiendo como cada milímetro de tu piel reacciona a su paso y cómo mientras tus manos me tiran el pelo dirigiendo mi cabeza para que vaya de un lugar a otro, mi lengua. Calma sentir fuego luz agua el pleno desierto más tierno será en la oscuridad de la noche estrellada dame la mano conduce tú no hay llaves tienes encendedor vértigo en la curva de tu pierna otoño primavera el invierno una taza café te extraño arde calor no hay ropa desnuda desnudo oh dios tu cuerpo me encanta divago soy delirio mero incienso quizás bencina un destilado prefiero ser alcohol vos se mi llama acaba me voy regreso te miro he vuelto. He vuelto.
Perdona, suelo perderme en ti.
Lápiz pasta azul genérico favorito
Hace un tiempo leí una historia de amor que terminaba mal, me dio pena porque me había visto reflejado en ella como si el papel fuese una poza de agua que quedó tranquila después de la lluvia, y que al prestarle atención te saluda pero que al tocarla te distorsiona hasta hacerte desaparecer.
No he tenido suerte últimamente, el paso de los días se me hace extraño y todo el tiempo pienso en lo que haré cuando vuelva lo que nombré alguna vez normalidad. Pero sí debo decir que he recuperado algo que había perdido y que me tenía triste, más triste que mis historias de amor que mal terminaron. He recuperado esa chispa de querer escribir, de leer en voz alta cada una de mis palabras y entonarlas para que suenen como poesía aunque no lo sean, gritarlas incluso aunque no sean dignas de ser escuchadas. He recuperado el querer que exista algo a lo que le dediqué algún tiempo de mi vida en crear.
Ayer escribí un poema sobre las hojas de otoño, antes de ayer escribí un cuento para dormir y el día anterior a ese escribí esto en un papel que convertí en ceniza por ser frío, pero cuya frialdad era tal que mis manos quemó y ahora arrepentido entre lágrimas escribo de nuevo.
Quiero dejar por escrito, que quiero volver y que dejaré de borrar, ya no le temo a mi reflejo ni a desaparecer; mi mayor miedo es ahora.
Quién diría que al final ese mismo trauma se convertiría en mi novela favorita. Sigue repitiendo patrones que yo seguiré cargando mi puñal en mi ojal de vida. Sin ira, orgulloso de saber que hice del filo la piel de una serpiente vívida.
Tímida, somnolienta, descansa en la ventana el recuerdo.
Él hacía todo porque estaba enamorado y tenía la esperanza de que alguna vez ella lo quisiera también.
Las cosas que perdimos en el fuego
Edgar Allan Poe
Consejo
Dónde sea que estés ahora;
He pensado en ti.
Siempre pienso en ti y cuando no lo hago, hay algo a mi alrededor que me lleva a pensarte. Hay noches en la que me encuentro pensando en donde estarás, ¿has estado bien? ¿has podido sonreír?¿cuál fue el motivo de tu sonrisa? Esas noches trato de alejarme lo más que puedo del móvil porque no quiero cortar esa distancia que has puesto. No la siento justa, siento que si la cruzo puedo generarte un malestar involuntario y yo nunca soy de los que daña a las personas que quiero. Porque hay palabras que no son puestas en mi boca pero que si te estuvieras a verme tan solo un instante sabrías lo que mis ojos comunicarían.
Te quiero.
Si, lo hago.
Y después de tu partida he comenzado a escribir cartas dispersas que han quedado en el olvido, las guardo en una caja de zapatos. Creo que te la llevarías si supieras, no están altas te lo aseguro. Estoy muy seguro que los tacones que te han dado tus esguinces pueden alcanzarla. Quizá algún día te ahorre el trabajo y te las mande. O quizá no, porque eso significa que es un adiós y no estoy seguro de estar listo ahora. Conservo todavía tu figura dormida la última vez que te vi, te grabé en mi memoria y creo que estará conmigo una buena temporada. Puedo imaginarte aquí conmigo en mis noches oscuras, siempre has sido la luz en medio de la oscuridad que me embargaba. Hay días en que quiero estar en silencio contigo, hay otros días en que me siento tan egoísta que no debería desear eso.
¿Que se supone que debería hacer?
Conservo tantas cosas tuyas después de tu partida que no estoy seguro como haré para olvidarlas.
Conservo la forma en que dormías a mi lado.
Conservo la sensación de mis dedos enredado en tu cabello.
Conservo tu sonrisa en mi balcón y tus canciones que te hacían sentir poderosa.
Conservo la paz que llenaste mi corazón.
Conservo la enseñanza que dejaste incluso cuando reías.
Te echo de menos.. pero se que estás donde tienes que estar. Y recuerda algo muy bien; Donde sea que estés, no dejes de brillar.
Sigue inspirando a los demás.
Te quiero, Layla.
Algún día te diré adiós, pero no ahora.
No estoy listo.
La peor forma de sentirse solo es cuando uno está rodeado de gente.
siga eternidadepoetica no Instagramtambém!
Todo sería más bonito abrazado a ti.
Y la luna de pronto me dijo tu nombre. Me cantó en la madrugada con voces siderales. Y vi tu rostro y sentí tu respirar. No hubo tiempo de nada y entonces ya no estabas, solo polvo de estrellas y yo flotando en la oscuridad.
FantásticoSeñorZorro
He vivido ya mucho tiempo en el día, la noche me reclama, me llama de vuelta a su lecho.
Es la noche o eres tú, irremediable, incontenible, inevitable, devastadora y tantos otros adjetivos que me perforan el alma.
De noche se roba mejor
Yo la vi una noche sonriendo en lo alto del balcón. La vi como una estrella, fría y hermosa. ¡Y que se vaya al diablo aquel que me acuse! Qué más podía yo hacer, sí soy nada más que un zorro. ¿A caso a podido el hombre suprimir su sed por la guerra? No me digan que hice lo indebido, pues por ser un zorro mi tarea es la de hacer lo indebido, lo que nadie más se atreve, aquello que atemoriza corazones y achica voluntades eso es lo que me llena de pasión. ¿Qué más podía yo hacer? Ella estaba ahí tan bella, tan radiante y yo acá tan ladrón tan profano, tenía que intentarlo, tenía que probar en carne propia el sabor de los besos robados.
FantásticoSeñorZorro
Por ti he esperado tanto.
Te escribo buenos días en el WhatsApp como quien no te ha visto en días, pero en realidad solo hace unos minutos dormíamos juntos, en mis sueños.
¿Qué tal vamos? ¿Habéis terminado de planificar las escenas?
…
…
Ya, yo tampoco.
Pero aun así vamos a seguir con lo nuestro. El show debe continuar.
Hoy vamos a ser breves porque lo que viene no es poco. Vamos a planificar cada escena por separado y para eso vamos a seguir el esquema de Lisa Cron que desarrolló en su libro Story Genius:
Este gráfico nos ayudará a darle una razón de ser a cada una de nuestras escenas. Si tenemos problemas para rellenarla es porque quizá esa escena sobra en nuestra historia. A la vez, si nos esforzamos por rellenarla para cada escena, conseguiremos que nuestra historia quede completa y que no haya partes que sobren.
Como decía, hoy es breve pero pensar en esta parte nos llevará prácticamente todo lo que queda de tiempo. Os aseguro que esta parte de la preparación merece la pena.
Cuando era joven, hablaba de amor y desamores.
Con juventud y poca experiencia,
Los sentimientos eran vivaces y frescos.
Ahora que estoy creciendo,
A veces me gustaría sentir el amor y el desamor, como cuando era joven.
Pero estoy envejeciendo y ahora, tengo experiencia.
De pequeño cada vez que miraba al cielo me embargaba una sensación extraña de temor. Me preguntaba que había más allá de todo aquel esplendor azul que parecía interminable como el océano el cual también me aterraba; ahora de adulto, me embarga la sensación de querer volar y extraviarme en todo aquel esplendor azul, que aún desconocemos.
Debería aprender a manejar mis sentimientos de creer que soy especial cuando me tratan, porque sé que no lo soy.
Tal vez mis escritos no signifiquen nada, pero espero tengan algún significado cuando ya no esté.