#año nuevo

LIVE

Y no brindamos con champán

cuando el año llegó al final.

Sellamos días con la llama

de la risa atemporal.

No hay miedo al futuro

si tienes en cuenta

que el final es tan sólo

el prólogo de lo que vendrá.


A pesar de todo tampoco miento

si digo que sigo teniendo un reloj dentro.


Lo llevo en el corazón

pero no estalla;

es de arena, de mar,

de playas.

No me molesta

ni deja mi paranoia suelta

y cuando se agota

le doy la vuelta.


Todo lo que busco es apología de la alegría.

Ya dejo de llevar la cuenta de los días.


Este es el último poema de “La cuenta de los días”, más cosas por aquí:https://www.facebook.com/ArsKiros/

El dos mil diecisiete fue un cóctel. 

Todavía me acuerdo de la noche del 31 de diciembre de 2016. Viajé al pueblo para pasarla con mis abuelos,  un tío parco que hubiese preferido no verme, mi hermano mayor, que siempre pone cara de traste en las fiestas de fin de año, su novia, que es una santa en todo el asunto, y una de mis tías llamada Claudia, la más estimada por mí en esta familia de cóctel que el barba me dio.

¡Qué manera de tomar champagne barato y escuchar a Adele en el canal local del cable! La noche me estaba besando tristemente, pero yo me resistía a no reír. Porque a veces hago eso, río y le busco la vuelta a ciertas situaciones para tornarlas un poco más alegres y hacer que jueguen a mi favor. Capaz me engaño, sí, y esa alegría no es más que una anestesia de corta duración, pero qué más da, creo que se ha convertido en mi forma de sobrevivir. Y no, no es que sea una persona optimista.

Apenas se escucharon los estruendos de los primeros fuegos artificiales, mi hermano y su novia brindaron, desearon un feliz año nuevo y se borraron de la escena familiar. Mis abuelos no duraron mucho más y al rato decidieron que era mejor irse a dormir. El tío parco cargó una botella de cerveza bajo el brazo, se despidió y desapareció con las sombras de la calle, rumbo a cierta reunión con otros tíos parcos, probablemente, así que sólo quedamos Claudia y yo.

Decidimos entonces que era mejor salir a la vereda, con las sillas, las copas, un par de botellas, nuestras cuerpas y nuestra habla, que es tan singular como ninguna, empezando porque es sólo nuestra.

Pensamos que tal vez podríamos salir a caminar, pero al final nos quedamos allí conversando hasta el fondo blanco de las copas. Miramos las estrellas y la luna, no había mucha luz artificial alumbrando las calles. Mi tía Claudia todavía no me versaba sobre Dios, la importancia de la confesión y las acciones que nos pueden llevar al cielo o al infierno. Y yo era tan virgen como el alba de un nuevo año.

Me recuerdo satisfecha en mi vestido corto de color celeste viejo. Deseaba sentirme observada por algún muchacho que apareciera y me dijera “qué hermosa estás,¿querés bailar?”, pero obviamente los planes de salir fueron descartados por mí desde el inicio de ese día, no sé por qué, quizá porque en el fondo no deseaba ser observada por nadie de ese mundo exterior que para mí estaba conformado por todos los amigos y compañeros con los que me rodeé durante mi adolescencia.

Entradísima la madrugada, Claudia buscó su bolso, me abrazó maternalmente y se fue a su departamento a media cuadra de la casa. Entonces entré las sillas y las copas vacías.

Terminé abrazada a una botella de champagne en la puerta de la casa, con la mirada fija en la calle, sonriendo y diciendo en voz alta “este es el último fin de año que la voy a pasar soltera”. Y ni siquiera tenía en mente a una persona en particular, tampoco tenía intenciones de plantearme al noviazgo como un objetivo del 2017,que de hecho no lo fue. Lo que me sorprendió fue la convicción con la que pronuncié aquellas palabras, casi como rompiendo con una maldición que durante años me había impedido concretar una relación amorosa real y sincera con alguien. Quizá sólo al momento de decirlo me lo permití.

En mayo del año pasado apareció Mateo, que ahora es una voz clara que me nombra y me hace existir en el fuego ambivalente de su palabra. Yo lo abrazo, y lo beso todo, porque todo Mateo es una isla para mí donde bebo de los cocos, me desnudo al sol y habito sin miedo a la soledad.

Quería escribir algo sobre mis vivencias del año pasado, contar, por ejemplo, que hice teatro por primera vez  y disfruté como nunca de mi histriónica yo, pero terminé hablando de Mateo, qué pesada.

Igualmente, como soy una adoradora de lo permanente oculto en todos los momentos fugaces que nos ocurren, aquí traigo otro video mundano con muchas de las historias y personas de mi 2017. 

¿Y saben qué?, tal vez el Jim Carrey tiene razón, quizá sólo debamos animarnos a pedirles deseos al Universo, Dios, o al Buda, pero desear más al fin, y estar convencidos, por supuesto, de que los milagros también nos pueden ocurrir a nosotros, y dejar que pasen. 

Video de algunos momentillos de mis días que se me ocurrió recopilar para esta nueva sección del blog llamada: ¡Videos Mundanos!

Pensar en el fin de un año siempre es una nostalgia garantizada cuando uno menos la necesita. Son muchas las cosas que uno deja atrás y seguramente será  poco lo que llegará a recordar de estas en los años venideros, así  que yo, que soy una masoquista de antaño, me pongo excesivamente sentimental por estas fechas y no hay forma de que sentarme a mirar el reflejo anaranjado del ocaso sobre los árboles de mis vecinos no me den unas ganas tremendas de pegarme un tiro.

Nunca me gustó tener que irme tantas veces, y regresar al punto exacto desde el cual partí, mutar, cambiar de piel, escribir planes en la agenda de mi cabeza que sé que tendrán un ochenta por ciento de probabilidades de quedarse allí, en mi cabeza. Cabeza grande y redonda como una tortilla mexicana que no sé adónde quiere llevar a mi cuerpo perezoso que siempre se le queda atrás.

Afuera, miro, el sol nace y muere unas millonésimas de veces y en el medio -seamos conscientes o no de ello- nosotros también nos vamos con los días, prendidos de pequeños destellos de luz, momentos y gotas de lluvia llanto.

Adentro, alucino, el mismo sol muere y nace mientras  a lo lejos Sakamoto grita que una flor no es una flor, y que nada es lo que parece. Pero, ¿y qué es? Camino, entonces, porque Sakamoto no contesta y desde las entrañas algo me dice  que siempre es mejor andar que esperar a que caiga del cielo un GPS corriendo el riesgo de que encima nos guíe para la mierda.

Y así voy, como todos ustedes, hacia algún lugar, que no es ningún lugar, pero que es algo, o está por ser.

Veremos.

Descubrí que me dan verdadera nostalgia las fiestas de fin de año, los planes a largo plazo, los planes a corto plazo y los planes en sí. Soy una chica con pocas proyecciones a futuro. Hace poco caminando por algún lugar me di cuenta que la mayoría de mis días parezco conformarme con la otra realidad paralela que tejo en mi cabeza. Una realidad para nada real, claro está, en la que al parecer no existe el tiempo ni envejezco y las emociones fluyen como cataratas. 

Ya entre otrosreales me doy cuenta que esos otros siempre tienen planes, planes para hoy sábado por la noche, planes para mañana, planes para dentro de cinco meses, planes para cuatro años, planes de hacer planes y así se configuran la existencia y yo sigo temiendo de… ¿hacer un plan para empezar a planear?

Pasan los días y a los otros les estaría pasando de todo, algunos se estarían recibiendo de técnicos en esto, técnicos en esto otro, se estarían enamorando, viajando, regresando, comiendo perdices mientras que a mí no me estaría pasando nada. Che, en serio, ¿la vida se ha olvidado de mí?

He planeado un itinerario para encontrar el amor, pero pocas veces ha funcionado; he planeado empezar a moldear mi cuerpo cual Afrodita y después de la primera clase de spinning  jamás volvieron a verme por ese lugar tenebroso y oscuro que llaman gimnasio; he planeado dejar de procrastinar para dejar de estar el día anterior a un examen transpirando adrenalina mezclada con una exquisita dosis de estrés, pero bueno, ¿al parecer soy buena estudiando bajo presión?; he planeado terminar lo que quiero que sea un libro de historietas y escribir más, escribir diariamente, apasionadamente y furtivamente, pero siempre pareciera haber algo que me hace retroceder, entonces dejo que todas esas ideas que tengo sólo crezcan como plantas en el patio de mi cabeza, y así la lista podría continuar hasta que el sol salga por el oeste. 

Quizás haber planeado tanto me quitó la fe en los planes sólo porque casi nunca puedo seguirlos al pie de la letra; quizás por eso ahora mi incapacidad de hacer un plan para empezar a planear. Y quizás también por el hecho de que las mejores cosas me suceden cuando no planeo nada. 

Aunque esto último suene a un cliché barato y aunque a veces me considere la maldita encarnación de Bridget Jones, ¿saben qué?, se me ocurre que no está mal a veces no saber a dónde carajos ir, confundirse de ruta o no tener pensado el próximo movimiento… no somos piezas en algún juego de ajedrez humano. 

Sí, mando ahora mismo a la galaxia todas mis intenciones de hacer planes y me entrego,  por fin me entrego, al divino sentir del aquí y el ahora, con todas sus respectivas mierdas y glorias. He dicho. 

De nuevo aquí mirando a la luna y deseando en este nuevo año que te cruces en mi camino y que seas parte de mi historia.

A princípio ele estranhou ser convidado para passar o réveillon apenas comigo e com a minha esposa,

A princípio ele estranhou ser convidado para passar o réveillon apenas comigo e com a minha esposa, mas quando ela levantou-se para abrir a primeira garrafa de champagne com o vestido e percebeu a cinta-liga que segurava a meia preta, ele entendeu o que estava por trás do nosso convite…


Post link
Descalça, sentada no chão do apartamento onde acontecia a festa, minha amada conversava com as amiga

Descalça, sentada no chão do apartamento onde acontecia a festa, minha amada conversava com as amigas e um rapaz desconhecido. Para não parecer controlador, eu apenas observava de longe: a maneira como sorria e deixava-se tocar pelo rapaz, os olhos fixos nele quando falava, principalmente quando aos poucos as amigas foram levantando e deixando-os a sós. O som das vozes da festa abafavam o que eles diziam, mas eu podia adivinhar alguma coisa pelo movimento dos lábios dela, especialmente: “Tenho namorado, sim. É problema pra você?” e quando ela puxou o celular: “Então me dá seu número que eu ligo para a gente marcar”. A bandeija com as taças passou e eu aproveitei para trocar a minha por uma cheia, quando percebi minha amada já me abraçava carinhosamente por trás: “Não me deixa sozinha, amor: sabe que é uma mulher em uma festa assim cheia de homens é presa fácil…” disse em tom de brincadeira. Abracei-a com toto o mau jeito de quem segura uma taça cheia e sussurrei no seu ouvido: “Não tenho com o que me preocupar: minha amada é topo de cadeia alimentar; não é presa, é predadora


Post link
Única pessoa vestida de vermelho na festa de réveillon, minha amada respondia com bom humor às pergu

Única pessoa vestida de vermelho na festa de réveillon, minha amada respondia com bom humor às perguntas do porquê vermelho em vez de branco: “Entre atrair paz ou amor, eu prefiro o último que é muito mais gostoso” e para as amigas, a resposta era um pouco mais atrevida: “Chega de paz, em 2017 eu quero é bastante sexo!

Depois de algumas taças, uma das nossas amigas não resistiu e resolveu me provocar ao ouvir a resposta da minha amada: “Então quer dizer que o maridão aí não tá dando conta?” Ao ouvir a provoação da amiga, ela colocou as pernas sobre a mesa [já no clima descontraído de fim de festa] revelando as coxas bem torneadas: “Meu marido é maravilhoso” disse sorrindo em minha defesa “mas não é disso que eu estou falando…

Enquanto a amiga, um pouco sem jeito, procurava sobre a mesa algo para molhar a garganta que lhe secara com a resposta que recebeu, eu segurava a mão de minha amada mostrando que aprovava seus desejos para o ano novo. “Eu já disse que ela nem precisa usar vermelho… essas coxas atraem mais sexo que qualquer cor que ela usar, não concorda?” arrematei, perguntando a opinião da nossa amiga.


Post link
Quando nossos corações estão tão afinados que a lista de resoluções de ano novo dela poderia ser a m

Quando nossos corações estão tão afinados que a lista de resoluções de ano novo dela poderia ser a minha lista de desejos:

1. Perder a vergonha de flertar com outros homens na frente do meu namorado;

2. Lembrar que os amigos do meu namorado também são homens [e devem ter paus maravilhosos!];

3. Carne, só viva

4. Leite, só de homem.


Post link
Ela não quis perder tempo e resolveu colocar em práticas as resoluções de ano novo logo nos primeiro

Ela não quis perder tempo e resolveu colocar em práticas as resoluções de ano novo logo nos primeiros minutos: mesmo ao meu lado e na companhia de nossos amigos e alguns familiares, ela ajeitou o já provocativo decote para mostrar um poquinho mais dos seios e não fez tanta questão de ser discreta na troca de olhares com o rapaz bonito no outro da sala.


Post link

Feliz ano novo a todos os homens suficientemente corajosos que amam [ou apenas ainda desejam] ver suas amadas transando com outros homens.

Feliz ano novo àqueles homens vigorosos e bem dotados que fazem nossas amadas gozarem como sempre sonhamos vê-las gozando.

Feliz ano novo às mulheres livres que não têm vergonha dos seus desejos e que sabem que merecem amar e ser amadas sem ter de se privar das delícias do sexo com os homens que desejam.

Que em 2017 nossos caminhos possam se cruzar e que possamos fazer felizes uns aos outros.

-¿Para qué querés que llegue el año nuevo para marcarte un comienzo? Es como esperar al lunes para empezar el gym o una dieta. Comenzá este año, como dice el refrán: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
-Bueno. Ya que; si tanto insistís ¿Querés salir conmigo?
Soltó una ligera risa nerviosa.
-Sos re bobis- y le respondió.

loading